

Creta, es un destino que aúna la mezcla perfecta de viaje cultural con turismo de sol y playa. Ofrece a los viajeros la oportunidad de visitar los importantes yacimientos arqueológicos de la civilización minoica y una buena colección de playas paradisíacas.
Creta es, a mi parecer, la menos griega de sus islas. Tiene un aroma turco, cargado de años de historia. Una sensación de lugar anclado en el tiempo, tradicional, aldeano. Un terreno adusto, un clima seco, unas gentes duras y listas, que han sabido exprimir sus recursos… y ahora el principal es el turismo.
Cuando pienso en Creta siento la añoranza de esas tardes de verano que pasaba de pequeña en el pueblo de mis abuelos. Sentados al fresco abríamos una destartalada caja de zapatos y nos íbamos pasando una colección de fotografías en sepia, que contaban sus «batallas» de mocitos… Con Creta emergió esa nostálgica colección de recuerdos que atesoro.
No se si seré capaz de transmitir con este artículo lo mucho que nos gustó este destino y lo recomendable que es, así que por si acaso lo remarco. Creta lo disfrutamos muchísimo, no nos importaría volver y conocer tantas cosas que quedaron por ver.
Indice
Nuestro principal motivo por el que viajar a Creta era conocer la civilización minoica, considerada la primera gran civilización europea. Era un viaje a nuestros orígenes, que continuaría días después, en las páginas del libro de historia de la Grecia continental.
Descubrir los complejos palaciales laberínticos, sus vívidos frescos, cerámicas con escenas marinas, leyendas mitológicas…son algunos de los motivos que nos atrajeron a este fantástico destino.
Cabe destacar: el Palacio de Knossos y el Museo Arqueológico de Heraklion.
Además de una costa cargada de playas de arena dorada, o incluso rosa, con cristalinas aguas de un azul turquesa, a Creta la cruzan tres cordilleras, donde destacan las Lefka Ori, o lo que es lo mismo las «Montañas Blancas», debido a la nieve, con picos de casi 2.500 metros.
Duros riscos y profundas gargantas arañan un paisaje hermoso y salvaje gobernado por cabras montesas y rapaces.
Quizás sería pecado no recomendaros visitar la Garganta de Samaria, la más larga de Europa y ubicada en el Parque Nacional de Samaria, pero os mentiría si os dijera que es la más impresionante que hemos visto. Wadi Ghuweir en Jordania, The Narrows en EEUU, o sin ir más lejos la Garganta de Vikos en Grecia, nos parecieron mucho más impresionantes, pero sinceramente no quiero desmerecer su valor. Creo que merece la pena visitarla, más aún si es la primera vez que veis una garganta de esta envergadura.
La principal carretera de la isla discurre por la costa y comunica Agios Nikolaos con Kastelli vía Heraklion, Rethymno y Chania. Podríamos decir que es decente, de doble sentido, con mucho tráfico, bastante bacheada pero aceptable.
Si te sales de ahí encontrarás carreteras de montaña estrechas con curvas muy pronunciadas, con mucho ganado suelto que transita por ellas e incluso pistas de tierra. Algunos seguros de coches de alquiler no cubren circular por pistas de tierra, como por ejemplo para acceder a la playa de Balos.
El principal consejo que te podemos ofrecer para este viaje es que planifiques tus desplazamientos mayorando el tiempo que marque el GPS porque los desplazamientos se harán bastante lentos, sobre todo cuando tienes que esperar a que las cabras se aparten de la carretera.
Como en el resto de Grecia, es común utilizar el arcén como carril, para facilitar los adelantamientos.
Cualquier momento es bueno para visitar los paises mediterráneos pero si puedes elegir yo evitaría el verano por lo que conlleva: altas temperaturas, aglomeraciones de turistas y precios más altos.
Llegar a las islas Griegas en invierno puede ser complicado en barco por lo que es más aconsejable utilizar el avión. Si quieres desplazarte navegando entre islas la mejor época es entre abril y octubre, fuera de este periodo la frecuencia disminuye mucho y no suele ser posible reservar con antelación.
Mi recomendación para visitar Creta y poder conjugar baños en el mar y visitas culturales sin calor serían los meses de mayo y octubre.
Octubre 2022
A las 16:30h tomamos un ferry rápido con la compañía Seajets desde el puerto de Santorini que nos llevó en un par de horas hasta el puerto de Heraklion en Creta.
Realizamos la travesía en la cubierta, aprovechando las preciosas vistas de Santorini desde el mar y la puesta de sol sobre Heraklion. Fue espectacular navegar por el Mediterráneo: la brisa cargada de sal, el manso mar, los cambios de color de la luz del sol… Durante el trayecto recordamos el viaje que teníamos previsto realizar por las Islas Cícladas allá por el 2016 y que a última hora decidimos cancelar para visitar las Islas Lofoten. Nos entraron muchas ganas de volver a meterlo en la baraja, estaba claro que nos iba a gustar.
Al desembarcar fuimos dando un corto paseo hasta nuestro alojamiento junto al puerto.
Tras desayunar en el hotel nos acercamos dando un paseo a visitar el Museo Arqueológico de Heraklion. El museo nos gustó mucho y creemos que es muy útil para aprender sobre la civilización minoica antes de visitar el yacimiento del Palacio de Knossos. Compramos una entrada combinada que da acceso al museo y al yacimiento por 20 €/persona.
Tras la visita al museo recogimos el coche de alquiler en una oficina de MotorClub que había junto al hotel y nos dirigimos hacia el Palacio de Knossos donde pasamos un par de horas visitando el yacimiento arqueológico.
El palacio fue construido alrededor del 1700 a. C. y sirvió como un centro importante para la cultura minoica. Se cree que fue el hogar del rey Minos y su legendario Laberinto, donde encarcelaba al Minotauro que ocupa un lugar destacado en la mitología griega.
La visita estrella de isla nos deja muy satisfechos aunque algo decepcionados con la caprichosa restauración.
Dejamos atrás una completa mañana de arte minoico para desplazarnos hacia el norte de la isla. Tenemos nuestro alojamiento para los próximos días en Chania, pero de camino decidimos hacer una parada en Réthymno para comer un pescadito en el restaurante Nostos y dar un paseo por su casco antiguo.
Puedes leer la descripción completa de este día en el siguiente artículo: Garganta de Samaria, el abismo de Creta.
A primera hora nos dirigimos hacia la playa de Balos, la más espectacular de la isla. Nos encaminamos hacia el pueblo de Kissamos y unos pocos metros más adelante tomamos una pista de grava en bastante mal estado. En unos 7 kilómetros aproximadamente se encuentra el parking de Balos. Sin embargo, no conseguimos llegar, decidimos dar la vuelta porque pensamos que nos cargaríamos nuestro pequeño y destartalado coche.
Os dejo el enlace de la pequeña ruta de senderismo que teníamos prevista realizar para explorar la zona, antes de dedicarnos a disfrutar del mar y la playa de este paraíso.
Sin perder tiempo, nos redirigimos hacia la playa de Elafonisi, la famosa playa rosa de Creta. Dejamos el coche en el parking y con la marea baja cruzamos a pie la lengua de arena que conecta con el islote de Elafonisi. El paraje pertenece a una zona protegida, por lo tanto está a salvo de hamacas y chiringuitos. Una naturaleza salvaje y espectacular de aguas turquesas cristalinas y arena rosa. Dedicamos la mañana a pasear por la isla e ir bañándonos a nuestro antojo.
La arena rosa y roja que se deposita a lo largo de la orilla se produce por la gran cantidad de conchas rojas y rosadas que se muelen por la acción del mar.
Playa Elafonisi
Después de una maravillosa mañana disfrutando de las paradisíacas playas, nos fuimos a Chania. Almorzamos pescados y mariscos en un restaurante super recomendable: Apostolis. Después visitamos el puerto y casco antiguo.
Al anochecer regresamos a Heraklion para tomar un ferry nocturno hasta Atenas. Embarcamos a las 21:00h y llegamos a Atenas a las 6:00h. Reservamos un camarote privado con dos camas con la compañía ANEK LINES. Una manera muy cómoda de desplazarnos y optimizar tiempo de viaje.
Lo recomendable para visitar la isla al completo, es decir, el norte y el sur, sería dedicar entre 7 y 10 días. Tenéis varios yacimientos minoicos, infinidad de playas espectaculares y muchas rutas de senderismo que discurren por gargantas, zonas costeras o montañas.
Para una escapada, como ha sido nuestro caso, creo que los lugares «imprescindibles», como suele decirse, pueden visitarse en 5 días si te centras en la zona norte de la isla, pero seguro que te quedas con ganas de más. Nosotros inicialmente teníamos pensado hacerlo así, pero finalmente decidimos sacrificar un día en Creta para dárselo a Atenas, algo de lo que siempre me arrepentiré. Claro que no contábamos con que la pista de acceso a la Laguna de Balos estaría en tan mal estado, aún así creo que siempre parecen pocos días para Creta.
Después de habernos quedado sin visitar la Laguna de Balos, me gustaría daros algunos consejos para que no os pase lo mismo:
Alojamiento junto al puerto de Heraklion. Muy buena ubicación si entras o sales de la isla en ferry y céntrico para visitar los puntos más importantes de la ciudad. Habitaciones cómodas con desayuno buffet incluido.
Tomamos este hotel como base para explorar la isla ya que nos centramos en visitar el centro y norte. Tiene una excelente relación calidad-precio. El personal fue encantador. El desayuno incluido en el precio es tipo buffet con mucha variedad de platos fríos y calientes, con productos locales de calidad. Tiene piscina y apartamentos con cocina.
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