

El Tour du Mont Blanc (TMB) es la travesía de largo recorrido más icónica de Europa. El recorrido discurre por territorio francés, italiano y suizo mientras rodea la emblemática cima fronteriza del Mont Blanc, la más alta de la cordillera de los Alpes, con 4.130 m de altitud. El sendero de una gran belleza, especialmente a su paso por territorio italiano, acompaña al caminante con hermosas vistas de lagos, picos, glaciares, bucólicas praderas y valles de ensueño.
El sendero suele recorrerse entre 7 y 10 días en la modalidad de travesía. Sin embargo, como nosotros disponíamos de dos semanas de vacaciones, decidimos aprovechar y alargar el número de días en varios puntos del circuito. Así realizamos varias rutas de un día adicionales donde pudimos conocer impresionantes lugares que se encontraban a tiro de piedra del sendero. ¡Estando tan cerca quién podía resistirse! Marcare en el itinerario como rutas adicionales las que no pertenecen al recorrido oficial del Tour du Mont Blanc.
Indice
La temporada de senderismo en los Alpes y la correspondiente apertura de los refugios de montaña, se produce durante los meses de verano, cuando la ausencia de nieve despeja los senderos.
En los Alpes el verano suele ser cálido, pudiendo alcanzarse los 30ºC, con frecuentes tormentas por las tardes. Los mejores meses para recorrer el circuito son julio, agosto y la primera quincena de septiembre, aunque también son los más concurridos.
Nosotros realizamos el recorrido durante la segunda quincena de julio, coincidiendo con una ola de calor que nos llevó a sufrir 38ºC varios días, lo que hizo que algunos tramos fueran realmente sofocantes debido al intenso calor.
Para llegar desde España la opción más rápida es tomar un vuelo a Ginebra y desde allí el tren Mont-Blanc Express o un autobús que te deja en alguno de los pueblos por los que pasa el recorrido.
Al tratarse de un sendero circular podéis interceptarlo en cualquiera de los siguientes puntos de acceso: Chamonix, Courmayeur, Trient, Les Contamines-Montjoie, Les Chapieux, Ferret, Issert o Champex-Lac.
De la misma manera, estos pueblos se pueden utilizar como vías de escape en caso de emergencia o simplemente ante la necesidad de acortar el recorrido.
La tradición es comenzar la ruta en Les Houches en Chamonix, sin embargo, nosotros sólo encontramos disponibilidad para alojarnos comenzando a caminar en Champex-Lac.
La ruta clásica está trazada como una ruta de media montaña, donde se cruzan los pasos de montaña que rodean el Macizo del Mont Blanc y lleva a los excursionistas a pasar cada día por uno de estos pasos. Como todo en esta vida se convierte en un negocio, se ha creado un sendero alternativo a baja cota, que rodea el Macizo por los valles haciendo el tour accesible a más caminantes. Nosotros realizamos por libre la ruta de media montaña, y por tanto es la que describiremos en esta guía.
El recorrido de unos 200 km con aproximadamente 12.000 m de desnivel, suele realizarse en el sentido contrario a las agujas del reloj y no tiene pasos técnicos durante los meses en los que el sendero se encuentra sin nieve. Si bien es cierto que, llegando al Lac Blanc se encontrarán algunas escalas y tramos cortos de escaleras, que quizás pudieran generar alguna impresión a personas con mucho vértigo.
El sendero está perfectamente señalizado y es cómodo de transitar y el nivel de exigencia dependerá mucho del peso que carguemos, ya que no será lo mismo realizarlo en autosuficiencia acampando que pernoctar con servicio de media pensión en un refugio. A lo largo del recorrido encontraréis todo tipo de servicios, alojamientos, restaurantes y tiendas, por lo que es posible realizar la travesía con una mochila liviana si estáis dispuestos a pagar por ello.
Además de la opción de acampada que comentamos previamente, en la ruta encontraréis refugios, albergues, hoteles y gîtes. Como veis hay opciones para todos los gustos y bolsillos.
Al ser la ruta de largo recorrido más popular de Europa, la disponibilidad durante los meses de verano requiere que se reserve con mucha antelación o que se adapten las etapas a las escasas opciones disponibles, como fue nuestro caso.
Algunos de los refugios clásicos requieren realizar la reserva directamente con ellos por teléfono, sin embargo, nosotros usamos esta web que permite reservar conjuntamente todos los alojamientos del recorrido de una sola vez, facilitando la planificación, aunque en ella no se encuentran todas las opciones de alojamiento del recorrido.
Si os alojáis en régimen de media pensión dispondréis de desayuno y cena consistentes en:
Julio 2022
Comenzamos la aventura en la sección suiza. La mañana amanece soleada y que podamos comenzar a caminar en manga y pantalón corto en los Alpes no es buena señal. Desde Relais d’Arpette, donde hemos pasado la noche, tomamos una pista ancha en ligero ascenso centrados en el gran circo glaciar.
Seguidamente tomamos un sendero que nos va elevando hasta el collado atravesando dos grandes canchales. La Fenetrê d’Arpette a 2.665 m es el punto de más elevación del recorrido, junto con el Col des Fours, y se trata de un estrecho paso entre Le Génépi a la derecha y la Punta des Ecandies a la izquierda.
El ascenso es bonito, pero el descenso es realmente increíble, ya que el Glaciar du Trient nos acompañará durante todo el recorrido. Los primeros metros son realmente empinados y resbaladizos, pero poco a poco la pendiente va suavizándose permitiéndonos deleitarnos con las vistas.
Alcanzado el mediodía el sol resulta abrasador, sin disponer de ninguna sombra y con los reflejos del glaciar, que no hacen más que incrementar los 38ºC de ola de calor que estamos sufriendo. Hemos acabado con la cara del cuerpo que ha estado expuesta al glaciar tostada.
El Chalet du Glacier nos pareció un oasis en medio del desierto y ansiosos aprovechamos para reponernos de la incipiente deshidratación y coger fuerzas con una tabla de quesos y embutidos.
Como no encontramos disponibilidad en el Refugio de la Balme tuvimos que tomar un desvío y descender al pueblo de Trient. Dormimos en el Auberge du Mont Blanc.
Como disponíamos de tiempo y ganas para alargar nuestros días en la región decidimos realizar las dos variantes de esta etapa, ya que la Ruta de Bovine es bonita y nos permitía volver a disfrutar de las preciosas praderas y granjas suizas. Durante nuestra ruta de 23 días por Suiza del año anterior acabamos enamorados de estos paisajes.
Si la meteorología es adversa te recomiendo tomar la Ruta de Bovine para salvar esta etapa, aunque si puedes elegir nosotros preferimos la variante por Fenetrê d’Arpette, muchísimo más espectacular.
Desde Relais d’Arpette o Champex-Lac, según donde se halla pernoctado, el camino comienza cruzando el bosque hasta los pastizales Plan l’Au. Continuamos ascendiendo con una pendiente cada vez más empinada pero con la ayuda de zig-zags hasta las granjas de Bovine a 1.987 m, donde es posible almorzar o refrescar la garganta.
El sendero continúa ascendiento hasta el Collet Portalo a 2.049 m siempre acompañados de vistas del valle del Ródano. Desde el collado se desciende hasta el Col de La Forclaz, desde donde podemos dirigirnos al pueblo de Trient o al refugio de la Balme.
Como hemos tenido que dividir la etapa anterior en dos, aprovecharemos para hacer una extensión durante el recorrido de hoy haciendo aún más interesante el itinerario.
Para llegar al Col de Balme tomaremos el sendero que pasa por Les Grands, un sendero mucho más panorámico, aunque también más exigente que la alternativa de Le Peuty.
Desde Trient regresamos al Chalet du Glacier, punto en el que abandonamos el sendero el día anterior. Cruzamos el puente y ascendemos hasta Les Grands donde disfrutamos de hermosas vistas del glaciar Trient desde la otra cara. Tomamos un sendero panorámico con fabulosas vistas de las montañas y los valles hasta alcanzar el Col de Balme a 2.191 m, que da paso a Francia.
Desde el Col de Balme y sin perder altura, seguimos un sendero panorámico próximo a la desembocadura del Lago Charamillon (2.271 m).
El sendero comienza a girar hacia el este enfrentándonos a la morrena del glaciar Le Tour y acercándonos cada vez más a éste. Ascendemos por un sendero rocoso en paralelo al glaciar hasta alcanzar el refugio Albert I. Las vistas del glaciar Le Tour desde éste son fabulosas.
Regresamos por el mismo camino hasta llegar a los Chalets de Charamillon, donde pasaremos la noche en la Gite les Ecuries.
Os dejo el enlace a un track que he encontrado para que os sirva de referencia.
Desde Charamillon volvemos a enlazar el sendero del Tour du Mont Blanc que comienza descendiendo por las praderas hasta el Col des Posetts (1.997 m) y continúa por la falda de la Aguja des Posetts (2.101m). Un larga bajada nos lleva hasta Tré-le-Champ a 1.417 m.
Desde aquí ascendemos por un estrecho sendero, sin apenas sombra, pero con unas vistas increíbles. Alcanzamos el famoso Gran Balcón Sur con impresionantes vistas del Macizo del Mont Blanc con su colección de glaciares como telón de fondo.
Acercándonos a los lagos debemos hacer frente a una pequeña ferrata, equipada con escaleras metálicas, escalas y pasamanos que no presenta dificultad, pero que para personas con mucho vértigo puede quizás ser un reto. En el recorrido contemplamos las vistas, desde Tête aux Vent, de los lagos Chéserys y del Lac Blanc a 2.352 m.
Almorzamos unas tortillas en el refugio Lac Blanc y como no hemos encontrado alojamiento disponible en él continuamos nuestro camino boquiabiertos ante el impresionante panorama del Gran Balcón Sur: el glaciar Le Tour y el glaciar de Argentière, La Mer du Glace, las Grandes Jorasses, la Aguille Verte y Aguille du Dru. En lugar de descender por el camino clásico a la Flégère decidimos dirigirnos a L’Index por un camino menos frecuentado y sin perder altura, desde donde tomamos el telecabina hasta Chamonix.
Pasamos tres días en Chamonix disfrutando de sus mejores senderos. Nos alojamos en el hotel Excelsior Chamonix Hôtel & Spa.
Una de las mejores ruta de un día en Chamonix: La Junction. (Próximamente)
El camino clásico del Tour du Mont Blanc va desde Flégère hasta Les Houches por un sendero que no nos despertaba demasiado interés, así que decidimos tomar un camino alternativo que ofrecía como aliciente conocer los lagos alpinos Noir y Cornu.
Regresamos a L’Index en el telecabina y comenzamos el ascenso hasta el Col de la Glière a 2.461 m, el cual en la parte final dispone de escalas y pasamanos para salvar un paso ligeramente expuesto. Desde este collado nos desviamos hacia los Lacs Noir, adentrándonos en un impresionante paisaje de roca marciana. Estamos en el macizo de las Aiguilles Rouges, una auténtica preciosidad.
Después de explorar el conjunto de lagos regresamos al collado y continuamos el pedregoso sendero en dirección a Brévent. Al alcanzar el col Cornu a 2.414 m obtenemos unas maravillosas vistas del Lac Cornu. Durante la ruta de hoy, las fantásticas vistas de ayer continúan acompañándonos, disfrutando del Mont Blanc, l’Aiguille du Midi, y los glaciares de Bossons y Taconaz.
Descendemos hasta Planpraz a 2.000 m desde donde subimos al col de Brévent a 2.368 m, para continuar hasta la cima Brévent a 2.525 m. El camino hasta la cima requiere pasar por algunas zonas equipadas con cadenas y escaleras.
Al alcanzar Brévent comienza a diluviar así que optamos por almorzar en el restaurante de la estación del teleférico. La intención era continuar hasta les Houches, ahora sí por el sendero oficial del Tour du Mont Blanc, pero la visibilidad era tan mala que decidimos descender en el teleférico y abastecernos para las próximas etapas en las tiendas de Chamonix.
Os dejo un track que he encontrado con la ruta para que os sirva de referencia (le falta el desvío a los Lacs Noir)
Esta es la primera etapa de la ruta tradicional del Tour du Mont Blanc. Por eso está pensada como preparación y para poder aprovechar la mañana para desplazarse hasta Chamonix, por lo que es corta y sencilla. Nosotros como nos encontrábamos ya allí, decidimos aprovechar la mañana para vislumbrar las increíbles vistas desde el teleférico de la L’Aiguille du Midi y tras almorzar unas inmensas tortillas en el restaurante La Poele continuar con el TMB.
Desde Les Houches tienes diferentes opciones para subir al Col de Voza (1.653 m):
Una vez alcanzamos el Col de Voza obtenemos unas vistas privilegiadas del Macizo del Mont Blanc y de las Agujas Rojas. Continuamos el camino por verdes praderas descendiendo hasta el refugio des Fioux, nuestro favorito del recorrido.
Aún queda luz cuando llegamos al refugio, por lo que decidimos echar una carrera al Mirador Le Nid d’Aigle para disfrutar de las vistas del Glaciar Bionnassay. Pero no nos da tiempo a alcanzarlo con luz, así que tendremos que esperar a la mañana siguiente para disfrutar del glaciar.
Desde el refugio Les Fioux nos dirigimos hacia Bionnassay y continuamos hasta el puente colgante, que nos permite sortear el torrente que proviene del Glaciar Bionnassay, con impresionantes vistas hacia éste.
Continuamos hasta el Col Tricot (2.120 m), otro gran mirador del circuito. El camino ahora nos lleva en una larga bajada a los Chalets de Miage, con una bucólica estampa de praderas y rebaños de ovejas. Hacemos un alto para disfrutar del delicioso yogur con arándanos que ofrece una de las granjas.
Seguimos el recorrido ascendiendo hasta el Chalet du Truc (1.720 m) para después bajar a través del bosque al pueblo Les Contamines. Almorzamos un suculento entrecot en el restaurante The Carnotzet y seguimos el camino hasta el camping Le Pontet, donde pasaremos la noche ya que el refugio Nant Borrant tampoco tenía disponibilidad.
Con mucha tarde por delante y después de darnos un refrescante baño en el lago decidimos hacer un último esfuerzo y ascender al Hôtel de Tré-la-Tête.
Desde Le Pontet tomamos una pista hasta el refugio Nan Borrant y por el camino vamos devorando los suculentos arándanos que encontramos hasta que llegamos al refugio La Balme.
Tomamos un empinado sendero para ascender el Col du Bonhomme (2.329 m) y después al Col de la Croix du Bonhomme (2.433 m) por un terreno árido y rocoso pero con fantásticas vistas de las montañas.
Desde aquí tomamos el camino por el Col des Fours (2.665 m) y tras desviarnos y regresar a la Tête Nord des Fours (2.756 m) comenzamos el empinado descenso hacia la Ville des Glaciers (1.789 m)
En el pequeño caserío se toma una ancha pista que conduce hasta el refugio des Mottets pero como nuevamente no hemos encontrado disponibilidad para alojarnos en él, tenemos que tomar la pista en sentido contrario y desviarnos así hasta Les Chapiex, donde nos alojaremos en el Auberge la Nova. Si no se quiere realizar este tramo a pie existe la posibilidad de tomar un bus lanzadera por 4€ con una frecuencia de unos 40 min aproximadamente.
Desde el Col des Fours (2.665 m) nos desviamos (1 km y 100 m de subida sólo ida) a la Tête Nord des Fours (2.756 m), que ofrece un gran mirador al Mont Blanc, el Cervino y el Gran Paradiso. Aunque hacía un calor sofocante decidimos almorzar aquí para disfrutar de la espectacular panorámica.
Regresamos por la pista hasta el refugio des Mottets y comenzamos una zigzagueante subida hasta el Col de la Seigne (2.516 m), donde cruzaremos a Italia para ver una nueva cara, más abrupta, del Mont Blanc.
Desde el collado comenzamos el descenso acompañados de marmotas hasta el refugio de Elisabetta, con la Aguja de Tré-la-Tête y el impresionante glaciar Lex Blanche encima. Después de desviarnos al refugio para tomar un café seguimos descendiendo el Val Veny, increíblemente hermoso, hasta alcanzar el Lago Combal desde donde nos desviamos ascendiendo la morrena que lleva al Lago Miage.
Una vez de vuelta al Lago Combal tomamos el camino de ascenso al Col de Chécroui pasando por el Lac Chécroui (2.165 m). El recorrido ofrece una espectacular panorámica de los glaciares de la Brenva y del Miage.
Decidimos pernoctar en el collado, en el refugio de la Maison Vieille, pero no te lo recomendamos, la calidad del alojamiento es pésima. Llegamos sobre las 15:00 h para almorzar, por lo que hay tiempo suficiente para descender a pie por el bosque hasta Courmayeur. El descenso es muy monótono, se hace bastante interminable, por lo que si se estuviera cansado se puede tomar el remonte que funciona hasta las 17:00 h.
Para poder realizar una de las mejores rutas del Valle de Aosta, la siguiente noche dormimos en Courmayeur, en el Hotel des Glaciers, una opción recomendable en la zona. Cenamos maravillosamente en el restaurante Lo Sciatore, una carne de primera calidad.
Una de las rutas de un día más bonitas del Valle de Aosta, y de los Alpes: Lagos del Ruitor. (Próximamente)
Desde Courmayeur tomamos dirección Villair y una vez pasamos el pueblo comenzamos el zigzagueante y largo ascenso al Refugio Bertone. Desde éste, optamos por el sendero de más altitud y con las mejores vistas: dirección la Testa Bernarda.
Recorremos las cimas aplanadas y herbosas del Mont de la Saxe, Testa Bernarda, Testa de la Troche, Col Sapin y el Pas-d’Entre Deux-Sauts. Durante todo el recorrido el sendero es un gran mirador del Dent du Géant y el cresterío de las Jorasses y sus glaciares.
Desde el paso descendemos hacia el Valle Malatrá donde encontraremos el Refugio Bonatti. Almorzamos en el refugio y como tampoco encontramos disponibilidad de alojamiento en él, continuamos el camino hacia el Chalet de Val Ferret por un hermoso sendero.
Las etapas por los Alpes italianos nos han dejando alucinados. Tanto el Val Veny como el Val Ferret son impresionantes.
Desde el Chalet Val Ferret llegamos en poco tiempo al Refugio Elena (2.061 m), acompañados por las vistas del Glaciar Pré de Bar. Desde el refugio ascendemos el Col Gran Ferret (2.537 m), donde volveremos a cruzar a Suiza, dejando atrás el precioso Valle de Aosta.
Descendemos el collado por pastizales suizos salpicados con granjas como La Peula y bonitas aldeas con casas de madera típicas del Valais, Les Arcs y Ferret, hasta llegar a La Fouly. Nuestra intención era llegar hasta Relais d’Arpette pero no encontramos disponibilidad para esa noche, así que nos alojamos en el Auberge des Glaciers en Fouly. Nos dimos un contundente homenaje en su restaurante y pasamos la tarde resguardados de la lluvia en su porche, disfrutando de la lectura.
La sencilla etapa que nos queda por recorrer es una continuación del paisaje de ayer. Atravesamos un bosque de coníferas y seguimos recorriendo praderas cruzando el Druse de Ferret, el torrente que recorre el Val Ferret suizo.
Cruzamos Praz de Fort, Les Arneches e Issert, caseríos de madera, con floridos balcones y hórreos.
Ascendemos hasta Champex-Lac, donde pasamos el día. Nos dimos un suculento festín en el restaurante La Table du Glacier y recorrimos los senderos del lago. Después de un chapuzón en el lago, tomamos el sendero de Bisse du Petit Ruisseau hasta el Relais d’Arpette, desde donde a la mañana siguiente realizaremos una impresionante ruta hasta los pies de los glaciares de Orny y Trient.
Impresionante ruta que nos acerca a los glaciares Orny y Trient y con exquisito premio en el refugio de Trient. (Próximamente)
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