

Cuando estaba estudiando en la universidad, la tarde del martes solía asistir a la filmoteca para disfrutar de los ciclos de cine social en versión original. En una de esas ocasiones proyectaron El perro mongol, una película que me fascinó totalmente. Desde entonces he soñado con conocer la vida nómada de Asia Central y, siempre estaba pendiente de encontrar la manera de vivir la experiencia soñada, pero no había manera, nunca encontraba la forma de conseguir lo que buscaba. Hasta que una tarde, cenando en uno de los refugios durante la travesía del Tour du Mont Blanc, unos alpinistas nos contaron su ascenso al Pico Lenin y me dijeron que lo que estaba buscando podía encontrarlo en Kirguistán. Y tenían razón, mi sueño se hizo realidad en Kirguistán.
Así nació una nueva aventura por Asia Central, en un país poco turístico en estos tiempos, en el que recorreremos como los nómadas las dos cordilleras más importantes del país. Kirguistán, a diferencia de Uzbekistán, la joya cultural de Asia Central, es un país muy montañoso, más del 90% de su superficie está cubierta por montañas, por tanto, su principal atractivo es este.
Al noreste, la Cordillera Tian Shan, que desde China y pasando por Kazajistán alcanza sus cotas más altas al llegar a Kirguistán, desde donde intentaremos vislumbrar el impresionante pico Tashtambek-Tor-Bashi (4.463 m) y uno de los lagos alpinos más hermosos del mundo, el Ala-Köl a 3.532 m, a través de 6 días de travesía acampando con nuestra tienda de campaña en el sendero conocido como Ak-Suu Traverse.
En el sur del país, nos moveremos por la Cordillera del Pamir, una de las estribaciones noroccidentales de los Himalayas, y por las Montañas de Alay, donde realizaremos un circuito de 6 días para visitar lo mejor de la región de Alay, conocido como Best of Alay Mountains. En esta ocasión, recurriremos a la hospitalidad de los pastores seminómadas que nos acojeran en sus campamentos de yurtas, mientras caminamos por la travesía de 4 días Heights of Alay. Después nos desplazaremos hasta el lago Tulpar-Köl, desde donde ascenderemos hasta el Campamento Base del Pico Lenin y al paso de montaña Traveller Pass (4.150 m), para contemplar la cima del pico a 7.134 m.
Indice
Una de las experiencias más placenteras y que más valoramos es cuando cargamos nuestra pesada mochila a la espalda, alcanzamos un paso de montaña y aparece ante nosotros un extenso mundo de posibilidades por explorar. Sólo escuchas el viento. Estamos solos. Puedes ir a donde quieras. No hay cobertura. Estamos durante días desconectados de la civilización y más conectados que nunca a la naturaleza. Fluyes junto al agua de los ríos y sólo importa mantenerse seco e hidratado. Durante cada minuto del día únicamente sientes, y tu mente se encuentra obnubilada por el impresionante paisaje.
En Kirguistán es muy fácil disponer de grandes extensiones de naturaleza aislada y silenciosa. La acampada libre está permitida y tienes infinidad de travesías de largo recorrido por todo el país. La experiencia de recorrer Ak-Suu Traverse durante 6 días prácticamente solos, a excepción de la etapa del paso de montaña Ala-Köl donde suele haber turistas, ha sido la experiencia en travesía más impresionante que hemos realizado hasta el momento. Aunque recorrimos otros circuitos como Macizo Paine o Laugavegur, donde la belleza del paisaje hace que se te salten las lágrimas, las sensaciones de una experiencia tan salvaje e íntima han sido incomparables. Nunca habíamos disfrutado tanto una travesía.
Se dice que Kirguistán es como era Nepal hace 20 años: salvaje, auténtica, solitaria y abrumadora. Ha sido toda una suerte poder haber conocido su auténtica esencia antes de que el turismo la transforme.
En el siglo XIII, los pueblos mongoles que habitaban las orillas del río Yenisei en Siberia emigraron hasta el territorio que hoy conocemos como Kirguistán, asentándose en él. Como nómadas, el pueblo kirguís siempre vivió cerca de la naturaleza. Los caballos, aparte de ser un medio de transporte y una fuente de alimento para los kirguises, tienen un peso importante en sus tradiciones y son profundamente respetados por ellos. Los niños aprenden a montar a caballo a la vez que a andar, por lo que son grandes jinetes. El deporte tradicional de este pueblo es el kok-boru, el cual ha ganado fama mundial en los Juegos Nómadas. Es un juego ecuestre que consiste en arrebatar el cadáver de una cabra y conservarlo el mayor tiempo posible.
Actualmente Kirguistán es un país moderno. Ya no hay nómadas, sólo algunas personas llevan una vida seminómada, debido a que una gran parte de la sociedad se ha desplazado a las ciudades en busca de trabajo. Sin embargo, los kirguises se sienten muy orgullosos de su cultura y tradiciones, por eso hoy en día las mantienen, y todavía se puede disfrutar de la esencia de la vida nómada de Asia Central con las familias que acuden en verano a pastorear sus rebaños de yaks, ovejas y caballos.
Para poder convivir con ellos en sus yurtas realizamos el trekking Heights of Alay y durante 4 días pudimos vivir una experiencia más próxima y tradicional, alojándonos como huéspedes suyos y disfrutando de su hospitalidad. La experiencia ha sido maravillosa. Te acogen como si fueras uno más en la familia. Son muy cariñosos, atentos y hospitalarios.
El lago Issyk-Kul, con sus 6.280 km2, es el segundo lago alpino más grande del mundo, después del Titicaca en Perú. El lago recibe el agua de múltiples manantiales termales por lo que no se congela en invierno y mantiene todo el año una temperatura suave. Dispone de una carretera que permite rodearlo y da acceso a sus playas.
Esperábamos un lugar natural y salvaje y encontramos todo lo contrario. Una costa muy urbanizada, llena de alojamientos y zonas residenciales. Me recordó un poco al Mar Muerto, aunque el lago Issyk-Kul lucía carteles anunciando «Costa Brava»… ¿querrían hacer alusión a la semejanza del destrozo urbanístico de nuestra costa catalana?
Debido a nuestro ambicioso itinerario, necesitábamos destinar el menor tiempo posible en traslados y gestiones durante el viaje. En países con tan poca infraestructura turística se vuelve muy tedioso conseguir organizar el viaje desde casa de una forma eficiente, en la que puedas aprovechar al máximo el tiempo en el destino. Ya me ha pasado con anterioridad, incluso en destinos muy turísticos como Jordania o Camboya, donde en cuanto te sales de las actividades típicas resulta una odisea conseguir hacerte entender. Y no es por un problema de comunicación por no hablar el mismo idioma, sino de incomprensión hacia determinados conceptos que en otras formas de vivir son desconocidos.
Conseguir optimizar el viaje desde casa fue un trabajo muy desesperante: se requieren reservas presenciales en las oficinas de venta, no se aceptan pagos con tarjeta, el nombre de determinados lugares no es correcto en los mapas, no están habituados a ofrecer ciertos servicios, pocas personas hablan inglés, las compañías aéreas locales no aceptan pasaportes españoles en las reservas online… Por suerte todo salió a la perfección, y pudimos aprovechar mucho el tiempo, pero supuso un gasto de energía superior al habitual para organizar un viaje a un destino más turístico o para viajes menos ambiciosos a destinos poco turísticos.
Los inviernos en Kirguistán son fríos y nevados en todo el territorio, pero especialmente en las montañas. El verano en las ciudades suele ser muy caluroso, rondando los 40ºC, por eso los kirguises han montado su principal complejo vacacional en la región del lago Issyk-Kul, donde pueden disfrutar de sus playas con unas temperaturas suaves, sobre los 25ºC.
En la zona de Karakol y el lago Song-Kol las tormentas de verano son frecuentes, pudiendo ocasionar inundaciones y deslizamientos de tierra. La región de Osh suele tener un clima más estable y, por tanto, menos lluvioso. En las zonas de alta montaña es posible que nieve incluso durante el verano y aunque cuando sale el sol el calor aprieta, suele acompañarlo una brisa fresca. Como siempre la meteorología en la montaña es impredecible, con cambios repentinos.
Siendo este un destino principalmente de senderismo, lo mejor es visitarlo durante los meses de julio y agosto, si se pretende hacer acampada libre. Septiembre puede ser una buena opción para rutas de un día, pero si se va a acampar hay que tener en cuenta que durante este mes las temperaturas comienzan a descender drásticamente, lo que permite que la nieve comience a cubrir definitivamente el paisaje.
Agosto 2024
Para volar a la capital de Kirguistán es necesario hacer escala en Estambul. Como nuestra experiencia previa con Turkish Airlines fue muy mala, en esta ocasión hemos probado con la empresa turca Pegasus, y todo ha transcurrido, por suerte, sin ningún problema. Han sido puntuales y muy laxos con los límites de peso del equipaje, y además ofrecen unas tarifas más económicas. Eso sí, debes tener en cuenta que los asientos no son reclinables, por si pretendes dormir en su vuelo. La duración del vuelo Marsella – Estambul fue de unas 3h horas y de Estambul a Bishkek de 6 h. Nosotros decidimos salir desde Marsella porque encontramos un ahorro importante en el precio de los vuelos, así que volamos el día antes a Marsella y aprovechamos para conocer la ciudad la mañana antes de de coger el vuelo.
Nuestro primer día en Kirguistán será principalmente un día de preparativos. En la mayoría de los establecimientos no aceptan tarjeta de crédito así que tras sacar dinero en efectivo de un cajero y comprar una SIM por 10€ en la terminal de llegadas del aeropuerto, recogemos el coche 4×4 que hemos alquilado con la empresa Travel Land y pasamos a hacer la compra en un supermercado de Bishkek.
Ponemos rumbo hacia Karakol, a unas 5 horas de coche de Bishkek. Durante el trayecto recorremos la orilla norte del inmenso lago Issyk-Kul y realizamos una pequeña ruta de senderismo por el cañón Konorchek.
La ruta es de unos 12 km ida y vuelta con 350 m de desnivel. Comienza adentrándose por el interior de un cañón, donde hay que hacer algunas pequeñas trepadas equipadas con cuerdas hasta llegar a un bonito paisaje de formaciones de arenisca.
Encontramos Karakol inmersa en una gran tormenta que duró toda la noche. Nos desplazamos hasta el pueblo de Boz-Uchuk donde dejaremos el coche aparcado para tenerlo en el lugar donde dentro de 6 días finalizaremos la ruta. Tomamos un taxi hasta Jeti-Oguz Resort, punto de inicio de nuestra travesía, donde dormiremos a 2000 m para comenzar nuestra aclimatación.
La mayoría de los visitantes del país vienen a esta región para ver el precioso lago Ala-Köl. Os he descrito en el apartado de consejos las diferentes opciones que tenéis para visitarlo.
Nosotros elegimos realizar la travesía de 7 días conocida como Ak-Suu Traverse, aunque como sólo dispusimos de 6 días nos saltamos una de sus etapas. La travesía, además de pasar por el lago alpino, recorre los principales puntos de interés de la región de Ak-Suu, por lo que es una excelente forma de pasar tus días en las Montañas Tian Shan.
Puedes leer toda la información sobre esta ruta en la Guía sobre la impresionante travesía Ak-Suu Traverse.
Tras desayunar en nuestro alojamiento de Karakol pusimos rumbo de nuevo al lago Issyk-Kul, pero en esta ocasión hacia la orilla opuesta. Desde el sur del lago realizamos dos visitas. La primera parada es en la cascada Barskoon. El paseo no tuvo mucho encanto así que os recomiendo que sólo os acerquéis al mirador de la cascada y así os ahorréis subir la colina.
Después visitamos el cañón Skazka, también conocido como Fairy Tale, accesible en coche por unos 0,40€. Dedicamos un par de horas a recorrer los senderos entre las diferentes formaciones de areniscas. Es una parada muy recomendable.
Tras la visita continuamos recorriendo la orilla sur del lago Issyk-Kul, parando a almorzar una carne estofada en el restaurante Khlahlp Ake. Después continuamos el trayecto hasta el lago Song-Kol. Nuestra idea era llegar al lago a media tarde, dar un paseo y ver la puesta de sol, pero las lluvias torrenciales habían ocasionado varios deslizamientos de tierra sobre la pista de acceso y había varias camionetas atascadas en el barro que originaron un gran atasco, por lo que llegamos a Song-Kol de noche tras una trepidante aventura: trompos en el barro, conducción nocturna campo a través y una intensa lluvia. ¡Las Tierras Altas Islandesas fueron pan comido comparado con esto! Eso sí, la pista de acceso es un auténtico espectáculo, y sólo por ver esos paisajes ya merece la pena ir hasta allí.
Dormimos en un campamento de yurtas próximo a la orilla del lago.
Durante la noche ha continuado lloviendo por lo que nuestra visita al lago Song-Kol será pasada por agua, mucho barro y poca visibilidad debido a las nubes. Aún así el paisaje nos parece precioso, muy inhóspito y con manadas de caballos salvajes corriendo por los alrededores. Este lugar parece que tiene magia, ha merecido la pena el esfuerzo de llegar hasta aquí.
Hoy nos espera un largo día de traslado y no nos queremos arriesgar a quedarnos atascados en el barro así que con mucha pena nos despedimos temprano de Song-Kol para desplazarnos hasta el aeropuerto de Bishkek, en un trayecto de unas 4 horas. Como todo ha ido sin problemas y nos sobra tiempo, decidimos desviarnos para conocer la Torre Burana, que inicialmente no teníamos previsto y que como intuíamos su visita no nos resulta interesante. Paramos a almorzar en el restaurante Navat de Biskhek antes de devolver nuestro coche de alquiler.
A las 17:00h tomamos un vuelo, con la compañía Avia Traffic que en 40 minutos nos deja en la ciudad de Osh. Allí nos esperaba un taxi para llevarnos en 4 horas al pueblo de Sary Mogol, donde dormiremos antes de comenzar nuestra siguiente aventura en la travesía Best of Alay Mountains. Al salir de la ciudad de Osh encontramos un gran atasco, suponiéndonos 2 horas de retraso, por lo que llegamos de noche a la Guesthouse del CBT de Sary-Mogol. El trayecto tampoco podemos decir que fuera muy tranquilo: niebla muy densa que no permitía la visibilidad, puertos de montaña, no había cinturón de seguridad y nuestro conductor no dejaba de escribir en el Whatsapp… Yo preferí dormir para no ver si ese sería nuestro final.
Cuando llegamos al alojamiento no había nadie. El gerente nos había avisado de que le había sido imposible encontrar un transporte para llegar a recibirnos y la señora que iba a ofrecernos la cena a esas horas ya se había ido a dormir. El taxista nos indicó que nos metiéramos en una habitación y cerrásemos con llave el cuarto porque la puerta principal no tenía cerradura. Así que algo desconcertados hicimos lo que nos sugería, descansando plácidamente tras un día de intensas emociones.
Para explorar esta región de Kirguistán realizamos un recorrido por sus mejores lugares, conocida como Best of Alay Mountains.
Comenzamos realizando una travesía de 4 días por la Cordillera de Alay, donde pudimos alojarnos con los pastores en sus campamentos de yurtas, aprendiendo sobre su forma de vida tradicional y disfrutando de las montañas. Podéis leer toda la información sobre esta travesía en la Guía de Heights of Alay. (Próximamente)
Al finalizar el trekking nos desplazamos en coche por la Pamir Highway, una de las carreteras escénicas más bonitas que hemos visto y que comunica Kirguistán con Tayikistán, hasta llegar a Tulpar-Kol, un impresionante lago que da acceso al pico Lenin.
Desde el lago realizamos una ruta de senderismo de un día para acceder al Campamento Base del Pico Lenin y el impresionante paso de montaña Traveller Pass.
Aprovechamos un par de horas libres que teníamos antes de comenzar el regreso a casa, para recorrer el lago Tulpar. Caminamos sin rumbo por las colinas para ver sus múltiples lagunas y regresamos por el camino que bordea el lago principal. Si dispones de más tiempo, también tienes la opción de ascender a la montaña Panorama que ofrece una vista espectacular de los lagos.
A las 10:00h nos recoge nuestro conductor para llevarnos de regreso al aeropuerto de Osh. De camino a Sary-Mogol tuvimos un pinchazo. Según entrábamos en el pueblo fue sorprendente ver como familiares y amigos se acercaban a ayudarle aportando cada uno algo: herramientas, mano de obra, transporte… La comunidad estaba volcada en ayudarle y en un periquete le habían cambiado la rueda.
Llegamos holgados de tiempo al aeropuerto. Después de los atascos que sufrimos el día de nuestra llegada, no queríamos arriesgarnos a perder el vuelo y por eso decidimos partir temprano. Aprovechamos el tiempo para almorzar y comprar algunos recuerdos en el aeropuerto antes de tomar el vuelo de la tarde a Bishkek que en 40 minutos nos deja en la capital.
En el aeropuerto de Bishkek nos recogió el shuttle de nuestro alojamiento para esa noche, SilkRoad Guesthouse. Tardamos unos 20 minutos en coche desde el aeropuerto. Nos fuimos a descansar temprano, ya que nuestro vuelo de regreso a España salía de madrugada.
Los españoles que visiten Kirguistán con fines turísticos no requieren visado para estancias menores a 60 días, solamente un pasaporte con un periodo de validez de al menos 6 meses.
Los tramites de acceso al país fueron muy rápidos ya que disponían de máquinas automáticas de control de pasaporte para el registro de entrada de personas con pasaporte electrónico, como es el caso del español.
Los principales núcleos de población del país se encuentran conectados por carreteras asfaltadas, aunque en algunos casos el firme no se encuentra en buen estado. Encontramos obras de reacondicionamiento en la carretera que rodea el lago Issyk-Kul, por lo que próximamente debería disponerse de una carretera en buen estado. El resto de accesos en el país se realiza por pistas de tierra o campo a través. Por ello el transporte terrestre suele ser lento, aunque las distancias no sean muy grandes.
La empresa de alquiler nos indicó varias carreteras prohibidas para circular, que dan acceso a zonas turísticas, debido a la dificultad de acceso. Te recomendamos que las consultes con tu empresa de alquiler antes del viaje para que no te lleves sorpresas y puedas reservar otro tipo de traslado para llegar a esos destinos. En nuestro caso las restricciones no nos afectaron, pero te indico las carreteras que nos prohibieron como referencia: «Kok-Airyk pass”, “Ton Pass”, “Tosor Pass”, “Terek Pass”, “Burhan Pass”, «Altyn Arashan», “Karakol Gorge”, “Kel-Suu Lake”(después del último asentamiento), Enilchek (después de Mayda-Adyr Base Camp), Karkara Valley, Sary-Jaz Valley, Kyzyl OiToluk-Torkent, Chatyr Kol – Kel-Suu.
La velocidad máxima por carretera es de 90 km/h y por ciudad 60 km/h. En las carreteras debes circular con precaución debido a que es muy frecuente que se cruce ganado suelto y en los arcenes encontrarás muchas personas, haciendo autostop o vendiendo fruta o gasolina. Además, encontrarás muchos radares móviles en la carretera del lago Issyk-Kul. Para acceder al lago Song-Kol te recomendamos llenar el depósito de gasolina en Kochkor, ya que a partir de este punto no encontrarás más opciones para repostar.
Para realizar nuestro itinerario consideramos imprescindible disponer de un 4×4, principalmente para acceder al lago Song-Kol. El resto de accesos podrían hacerse con un vehículo normal pero supondría circular muy despacio por el mal estado del firme, por lo que podrías no disponer de suficiente tiempo para realizar todas las actividades planteadas.
Debes tener en cuenta que conducir por Kirguistán no es una buena idea para personas aprensivas, especialmente con mal tiempo. En general y con buena climatología, creemos que no tiene una relevancia especial más allá de conducir por un firme en mal estado. Sin embargo, debéis contar con que es una región en la que los deslizamientos de tierra e inundaciones son posibles durante el verano, por lo que puedes verte envuelto en una situación que no te resulte agradable.
En nuestro caso, durante el trayecto a Song-Kol tuvimos lluvias torrenciales y tormenta eléctrica que hicieron una conducción complicada por los deslizamientos de tierra que cubrieron los caminos de acceso, ocasionando atascos por encontrar camionetas bloqueadas en el barro y haciéndonos tener que conducir campo a través por la noche, con trompos y riego de quedar atascados o volcar. Para nosotros ha sido la experiencia de conducción más complicada que hemos vivido, y a pesar de la tensión, fue una aventura memorable. Si no quieres arriesgarte a vivir una experiencia así, siempre puedes reservar el traslado con tu alojamiento y disfrutar del viaje «sin complicaciones». Como os dijimos en la Guía de viaje a Islandia, las vacaciones son para disfrutarlas y si en este tipo de situaciones lo pasas mal no tiene sentido hacerlas.
Los CBTs (Community Based Tourism) son oficinas regionales que ponen en contacto a los turistas con gente local que ofrece servicios turísticos. Nuestra experiencia con ellos ha sido variopinta.
Con el CBT de Karakol la experiencia fue muy mala. La comunicación fue muy tediosa y fueron un desastre en la reserva de los servicios. Contratamos con ellos el traslado hasta Jeti-Oguz Resort para comenzar el trekking Ak-Suu Traverse y una noche en el campamento de yurtas de Sirota Hut. El traslado fue bien, el conductor estuvo puntual para recogernos en el punto de encuentro, pero la reserva para el campamento de yurtas aunque nos la cobraron no la hicieron y cuando llegamos estaba completo. Sin embargo, con el CBT de Sary-Mogol todo lo contrario. Desde el principio nos prestaron una atención y asesoramiento muy ágil y de calidad. Reservaron todos los traslados y los alojamientos en yurtas con familias locales en el trekking Heights of Alay. Todo salió a la perfección.
Nosotros contactamos con ellos desde casa para reservar con antelación los servicios a través de WhatsApp. Ya que el CBT de Sary-Mogol es el único que os puedo recomendar, os dejo su contacto, al cual podéis acceder desde su web.
La región de Ak-Suu se ha hecho conocida principalmente por el magnífico lago Ala-Köl. Tenéis diferentes opciones para visitarlo:
Todas estas opciones se corresponden con realizar una parte del sendero Ak-Suu Traverse cada vez más reducida, por lo que podéis leerlas en la guía de la travesía completa.
La gastronomía de Kirguistán es muy similar a la de Uzbekistán, por lo que os recomiendo leer el apartado de gastronomía de Asia Central que publicamos en la Guía de viaje a Uzbekistán. Sin embargo, me gustaría completarlo con algunos platos específicos de las comunidades nómadas que hemos podido probar durante este viaje.
Con respecto a la comida en las yurtas tradicionales quería contaros en qué consiste el ceremonial de bienvenida a sus huéspedes.
La sensación es como cuando vas de visita a casa de tu abuela. Es un agasajo continuo en el que no paran de ponerte platos de comida. Te ofrecen todo lo que tienen y las mejores piezas de carne son para los huéspedes.
En general el recibimiento consistía en: frutos secos variados, frutas deshidratadas variadas, frutas en almíbar, ensalada, pan, buñuelos, empanadillas, pasteles, bombones, caramelos y por supuesto, litros y litros de té. Ojo, con esto me refiero a ¡un plato de cada tipo por persona!.
En Uzbekistán, en las casas de huéspedes tradicionales, te solían agasajar con un platillo de frutos secos de bienvenida en la habitación, sin embargo, esto es una bacanal. ¡Los desayunos escoceses ahora parecen ligeros al compararlo con esto! 😄.
En general en Kirguistán los senderos no están señalizados por lo que me parece imprescindible disponer de un GPS. Al inicio de algunas atracciones turísticas, como los cañones de Konorchek y Fairy Tale encontramos un mapa que es útil para identificar un recorrido para conocerlos.
Mi recomendación para realizar un viaje lo más completo posible a Kirguistán sería recorrer las dos travesías, ya que considero que son complementarias porque cada una aporta experiencias muy distintas. Sin embargo, en el caso en el que no podáis realizar ambas, la elección más acertada va a depender de lo que estéis buscando:
En otras guías de viaje os hemos hablado de formas especiales de alojarse en hospedajes tradicionales: los riads de Marruecos, los ryokan de Japón, las antiguas casas tradicionales de China o los campamentos beduinos del desierto de Wadi Rum. Curiosamente todas ubicadas en Asia. En esta ocasión hablaremos de las yurtas de Asia Central.
Las yurtas son algo más que simples casas. Representan a la familia, la tierra y el universo. Son estructuras móviles de los pueblos nómadas de Asia Central. Están formadas por un armazón de madera de abedul con estructura en celosía. El exterior se cubre de fieltro y lana, que da calor y protege del agua. La parte superior es un circulo llamado tunduk, uno de los símbolos esenciales de su cultura, por donde escapa el humo de la estufa y pueden verse las estrellas por la noche.
Uno no entra en una yurta que no sea la suya. Uno se queda a algunos pasos de la puerta y llama a voces. La tradición pide que se haga una alusión a los perros. No se dice «¿Hola?», porque los de la yurta ya hace un buen rato que saben que alguien viene. Tampoco se dice «¿Hay alguien?», porque quien llega sabe ya, por mil detalles, que hay alguien en la yurta. Lo frecuente es decir:»¡Sujeta a tus perros!» o «¿Están bien alimentados tus perros?», como reflejo de una prudencia milenaria.
Yeruldelgger, muertos en la estepa. Ian Mannok.
En su interior no existen muebles. Según accedemos encontramos un pequeño espacio de tierra, el recibidor, donde nos descalzaremos y dejaremos los aperos. A la derecha se encuentra la estufa de carbón, la cuál mantiene caliente la estancia y sirve de cocina. Junto a ésta suelen ubicarse algunas repisas o cajas para almacenar el menaje y comida. A continuación el suelo está cubierto de alfombras. Al frente se encuentran apiladas las colchas y cojines que se extenderán por la noche en el suelo para dormir. En el centro se sienta la familia en circulo alrededor de la comida, que se coloca sobre un mantel en la alfombra. Los extremos de la celosía de la estructura interior sirven de percha para colgar herramientas, ropas y comida. En el exterior, algunas yurtas disponen de una letrina, es decir, un agujero en el suelo donde hacer las necesidades a cubierto.
Durante vuestro viaje encontraréis múltiples opciones de alojamiento en yurtas turísticas. La principal diferencia con las tradicionales es que dispondréis de una cama y que no conviviréis con la familia. Normalmente estos campamentos disponen de una gran yurta que hace de comedor y allí encontraréis muchas mesas bajas donde comeréis con otros turistas.
Os he dejado varios vídeos en las stories de Instagram de nuestra cuenta donde podéis verlas por dentro.
Nos alojamos una noche en esta casa de huéspedes en Jeti Oguz Resort, desde donde comenzamos la travesía Ak-Suu Traverse. Dormimos en una habitación doble privada con baño compartido y desayuno incluido por 33€. La habitación fue muy cómoda y espaciosa. Cuenta con calefacción. El baño muy limpio y compartido con 4 habitaciones. La familia que lo regenta fue encantadora, nos encantó charlar con ellos. Hablan inglés. El desayuno caliente y muy completo: huevos fritos, ensalada, leche, bizcocho y pan con mantequilla y mermelada.
Pasamos una noche en este hostal de Altyn Arashan durante nuestra travesía por Ak-Suu Traverse. Nos vino de maravilla para poder secar nuestra tienda de campaña y nuestra ropa, ya que las teníamos empapadas por la lluvia. Nos alojamos en una habitación doble privada con baño compartido y desayuno incluido. Habitaciones sencillas y prácticas con calefacción. El baño muy limpio, aunque pequeño para compartir con 8-10 habitaciones. El desayuno consistía en gachas con leche y huevos con ensalada y fiambre. Tienes opción de contratar cena por 5€ (sopa y pasta con verdura).
Nos alojamos una noche en este hotel de Karakol justo al acabar el trekking Ak-Suu Traverse. Reservamos una habitación doble con baño privado por sólo 36€. La habitación estaba muy limpia y fue muy confortable. El personal fue muy amable y nos dio un descuento del 15% para cenar en el restaurante Daktorn. El desayuno incluido fue espectacular, con opciones para todos los gustos: huevos, empanadas, ensalada, verduras asadas, yogurt, pasteles, fruta y tostadas.
En el lago Song-Kol nos alojamos en un campamento de yurtas turístico. Es un campamento grande, con unas 10 yurtas para turistas. La familia que lo regenta fue muy simpática y amable. Nos alojamos en una yurta doble privada que incluía el desayuno (huevos, ensalada, fiambre y queso). Dispone de baño occidental compartido y duchas con agua caliente. Cenamos por 5€ una sopa, estofado de patatas con carne y sandía.
Pamir Nomad Yurt Camp € No recomendable
Nuestro alojamiento para las dos noches en el lago Tulpar fue toda una decepción. Disponen de unas 8 yurtas privadas para 2 ó 3 personas, pero la mitad de ellas no tienen cama, sino que colocan los futones sobre unos palets bastante incómodos e irregulares. Tienen un baño compartido con váter occidental y ducha con agua caliente a través de una instalación solar térmica. La comida fue bastante pobre, menos mal que llevábamos nuestras viandas para complementarla. Aún habiéndoles dicho que no éramos vegetarianos, sólo nos sirvieron dumplings de verdura y sopa de verduras, mientras que a los locales les servían generosos platos de estofado de carne. Tenéis más opciones disponibles en la zona, que a simple vista tenían mejor pinta, por lo que no os recomiendo que escojas este.
Nuestro alojamiento en Bishkek antes de tomar el vuelo de regreso fue esta casa de huéspedes, donde nos alojamos en una habitación doble con baño privado. Dispone de servicio de traslado al aeropuerto por 10-15€. El traslado dura unos 20 minutos aproximadamente. Habitación muy espaciosa, limpia y confortable.
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