Visitar Marruecos, el exótico país vecino, es una experiencia para los cinco sentidos.

Saborear la deliciosa gastronomía, sentir como la arena del desierto escapa entre tus dedos, embriagarse con el aroma de los rosales del Valle de las Rosas o experimentar el excitante bullicio de los zocos, son sólo algunas de las muchas experiencias que ofrece este destino cargado de una gran belleza paisajística: desde las montañas del Atlas, los palmerales salpicados de kasbahs o las infinitas dunas del desierto.

En este viaje queríamos sumergirnos de lleno en la cultura de Marruecos al igual que en los viajes a Japón, China, Camboya o Jordania. Para ello planteamos una ruta circular en coche que nos permitiría descubrir las ciudades imperiales, los paisajes más bellos y las zonas rurales más auténticas, para así, descubrir las diferencias entre las gentes del norte y el sur de este impresionante país.

Para llegar hasta Marruecos optamos por cruzar el estrecho en ferry, desde Tarifa a Tánger, en lugar de coger un vuelo a alguna de sus ciudades principales. A Jaime no le hace mucha gracia volar por lo que siempre que es posible lo evitamos.

¿Viaje por libre o con una empresa local?

Nos encanta conducir e ir parando a nuestro aire pero la información que habíamos encontrado no nos animaba a ello. Este destino no nos generaba tranquilidad a la hora de conducir por lo que nos decantamos por contratar un todoterreno con conductor a través de una empresa local.

Después de haber viajado así estamos contentos con nuestra decisión. No queremos decir con esto que no puedas conducir tú mismo en Marruecos, dependerá de lo intrépido que seas, simplemente que hacerlo de esta manera nos proporcionó mayor tranquilidad.

Además, aunque en pequeña medida, aportamos un granito de arena contratando el servicio de transporte directamente con una empresa local, así como a guías locales para algunas visitas.

Si queréis ambientar vuestra lectura con música sólo tenéis que clicar en el siguiente vídeo y continuar leyendo el post con la magia de Luis Delgado.

Lo mejor de Marruecos

La Medina de Fez

Patrimonio Mundial de la UNESCO, es el mayor monumento vivo de Marruecos.

Pasear por las laberínticas calles abarrotadas transporta a mundos pasados donde descubrir curtidores, alfareros, tintoreros, mezquitas o madrazas, que se esconden tras cada rincón.

El palmeral de Skoura

El extenso palmeral de Skoura destaca como un importante enclave de verdor y de vida en la árida meseta que conforma el bajo valle del Oued Dades, en cuyo interior emergen multitud de kasbahs.

Realizamos una visita guiada muy interesante en la que aprendimos sobre las construcciones, sistemas de riego, polinización de las palmeras…

El desierto de Marruecos

Explorar un pedacito de desierto en camello y hacer noche en una jaima bajo las estrellas.

Actualización 2020: A día de hoy no participaríamos en este tipo de actividades, cuando vistamos posteriormente Jordania y Egipto no lo hicimos y el viaje nos resultó igual de exótico. Hemos aprendido que no es algo necesario y es una práctica que fomenta el maltrato animal. Aunque los camellos se encontraban aparentemente en buen estado físico y no los vimos explotados el corto espacio de tiempo que estuvieron con nosotros, los animales deben ser libres y no servir para que los humanos se lucren de su esclavitud turística. Que este tipo de práctica desaparezcan sólo depende de nosotros, si no hay demanda no hay oferta.

Lo peor de Marruecos

Sentir que lo único que les interesa de ti es tu dinero. En general te piden dinero por todo y si no estás dispuesto a pagar se lo toman bastante mal.

En contraposición tenemos que decir que también conocimos a gente encantadora. La experiencia que vivimos visitando el Mausoleo de Moulay Ismail en Meknes, de la mano de un anciano, es de las más conmovedoras que hemos experimentado en nuestros viajes.

Un anciano se me acercó y comenzó a hablarme en árabe (creo). Al principio pensé que estaba regañándome por hacer fotografías en un lugar sagrado para él pero después vi que sus palabras venían acompañadas de una amable sonrisa.

El anciano me cogió de la mano y juntos recorrimos todo el recinto. Conversamos largo rato, cada uno en nuestra lengua, y aunque por desgracia no podía entenderle, creo que intentaba transmitirme la importancia que tenía ese lugar para ellos.

Cuando salimos, él se calzó sus babuchas y yo mis botas, volvió a cogerme de la mano y se aseguró de que cogiese la dirección correcta para adentrarme en la medina.

Nunca olvidaré el cariño de su mano y su sonrisa😍😍

Por otra parte los días que convivimos con los bereberes en el sur fueron completamente diferentes, un pueblo hospitalario, alegre y sencillo, que nos hizo sentir como en casa.

¿Cuándo ir a Marruecos?

El periodo comprendido entre noviembre y abril es el mejor para visitar el país.

Los meses de verano conllevan un calor sofocante y además coinciden con el periodo en el que se celebra la festividad del Ramadán. Esta última es algo a tener en cuenta siempre que visitemos países musulmanes, ya que los días festivos cierran muchos establecimientos y podemos tener problemas para encontrar dónde comer o realizar ciertas actividades.

Las vacaciones de Navidad son una de las fechas más populares para aquellos menos tradicionales que quieran disfrutar de unas fiestas diferentes en el desierto.

Nosotros nos decantamos por visitarlo la última semana de abril enlazando con el puente de primeros de mayo para ahorrar algún día de vacaciones. En la zona sur del país los días ya empezaban a ser bastante cálidos pero con el cobijo de las sombras aún se llevaba bien.

Itinerario por Marruecos

Abril-Mayo 2015

Día 1

Nos trasladamos a Tarifa y de camino visitamos el pueblo blanco de Arcos de la Frontera y la extensa playa de El Palmar.

Día 2

Cogemos el ferry a Tánger.  En ruta visitamos la Medina Azul de Chefchauen y la zona monumental de Meknes. Pasamos la noche en Fez.

Día 3

Un viaje al pasado medieval de Fez el Bali visitando zocos, la Madraza Bou Inania, la Puerta Azul, la Mellah, el Palacio Real, el Jardín de Jnan Sbil, la Mezquita de Karaouine, las curtidurías de Chauwara, las Tumbas Merenides y la Mezquita Mausoleo de Moulay Idris.

Día 4

Recorremos el rocoso y árido Valle del Ziz hasta llegar al inolvidable Desierto de Erg Chebbi.

Día 5

Amanecemos en el desierto y cocinamos una madfuna en el antiguo mercado de Rissani junto a un guía local.

Día 6

Surcamos las pistas del Rally París-Dakar y visitamos la Garganta del Todra.

Día 7

Jornada de valles y palmerales conociendo el Valle del Dades, el Valle de las Rosas, el Palmeral de Skoura y Ourzazate.

Día 8

Tras visitar la imponente kasbah de Ait Ben Haddou cruzamos el impresionante paisaje del Atlas hasta llegar a Marrakech.

Día 9

Descubrimos Marrakech, la Ciudad Roja visitando los Jardines de la Menara, la Mezquita Koutoubia, el Palacio de Bahía, las Tumbas Saadíes, la Plaza Jemma El Fna, los zocos, la Madraza Ben Youssef y los Jardines de Majorelle.

Día 10

Alucinamos con la moderna e inmensa Mezquita de Casablanca, para después disfrutar comiendo «pescaito frito» 🙂 🙂 Por la tarde visitamos la encantadora joya de Rabat conociendo la Torre de Hassan, el Mausoleo de Mohamed V, la Kasbah des Oudaias, los Jardines Andalusíes y la Mellah.

Día 11

Nos deleitamos en el artístico pueblo costero de Asilah.

Por la tarde Ferry Tánger-Tarifa y vuelta a casa.

 Total kms en coche: aproximadamente 1.300 km.

Consejos prácticos para viajar a Marruecos

Ferry Tarifa-Tánger

Cruzamos el estrecho con la naviera Inter Shipping en la ruta Tarifa – Tánger Ville. El billete tenía un precio, ida y vuelta, de 67 € por persona.

Conducir por Marruecos

Como comentábamos anteriormente, decidimos hacer el viaje alquilando un vehículo con conductor.

La conducción en Marruecos es un poco caótica en las ciudades, ya que los marroquíes no cumplen con todas las reglas de circulación a las que nosotros estamos acostumbrados.

Vimos algunos accidentes y aunque únicamente se trataba de pequeños choques, la verdad es que parecía un poco complicado para desenvolverse uno solo, porque se montaba un poco de algarabía alrededor de los accidentados y si uno no habla su idioma la situación puede complicarse.

En la entrada y salida de cada ciudad encontramos controles de policía y también vimos muchos radares. Incluso nuestro conductor tuvo que pagar alguna multa… ¿o soborno? No sabríamos deciros 😀 😀

Elegimos que fuese todoterreno porque en la zona centro de Marruecos (La Ruta de las Mil Kasbahs y en el desierto) algunas carreteras se encuentran en peor estado y para acceder a algunos lugares se hacía necesario pasar a través de caminos. Vimos a algunos turistas con turismos atascados cuando vadeamos algunos ríos. Al viajar en  todoterreno también pudimos hacer un tramo de la Ruta París-Dakar, atravesando las dunas del desierto, lo cual fue una experiencia muy emocionante.

Contratar directamente con empresas locales

El conductor que contratamos hablaba español. Debéis tener en cuenta que no se trata de un guía, no os va a hablar sobre la historia del país o explicar los monumentos. Buscamos en varios foros para elegir la empresa y finalmente escogimos la que vimos que tenía mejores comentarios. Fue correcta pero tampoco creemos que sea la mejor. El conductor fue muy agradable y muy simpático y adaptó la ruta a todas las peticiones que le íbamos haciendo.

¿Dónde merece la pena pagar una visita guiada?

Hicimos varias visitas guiadas, de 2-3 horas de duración, en las que únicamente íbamos nosotros acompañados de guías locales:

Fez

La visita guiada a la Medina de Fez fue muy interesante, aprendimos mucho sobre su cultura e historia y ademas el guía nos contó muchos de los secretos de la Medina. Además en el zoco es bastante fácil perderse con lo que ir con una persona que lo conoce facilita las cosas.

Marrakech

La visita guiada de Marrakech fue una decepción. La guía no aportó mucho más de lo que puedes leer en cualquier guía o panel informativo. Os recomendamos que preparéis vuestra visita por libre con la ayuda de la web oficial de turismo.

También podéis seguir los paseos señalizados por colores que encontraréis por la ciudad.

Palmeral de Skoura

Para el palmeral de Skoura cogimos un guía oficial de la Oficina de Turismo, que os recomendamos 100%. Aunque la visita fue en inglés nos resultó interesantísima: nos habló sobre la arquitectura de las kasbahs, los sistemas de cultivo, la cultura de los pueblos del desierto… un guía muy formado en la materia.

Mercado de Rissani

En Rissani se encuentra uno de los mayores mercados a las puertas del desierto. Disfrutamos de una actividad muy interesante que nos permitió mezclarnos con los locales. La actividad consistía en hacer la compra en el mercado y llevar a un horno comunitario del barrio todos los ingredientes para ver como preparaban una madfuna (empanada bereber), que luego nos comimos y la cual estaba deliciosa. Como vimos venir durante el proceso, carente de higiene, la experiencia nos acarreó una consabida diarrea, la cual aceptamos con gusto 🙂 🙂

Entradas a monumentos

Muchos de los monumentos en los que hay que pagar entrada incluyen visita guiada, a excepción de los que visitamos en Marrakech.

La entrada en Ait Ben Haddou es gratuita, aunque es posible que alguno os intente cobrar , debéis saber que no tenéis porqué pagar nada.

Marrakech

Marrakech está muy adaptada al turismo occidental. Os recomendamos conocerla por libre, ya que es muy fácil moverse. En el zoco encontrareis carteles con varias rutas temáticas marcadas por colores para recorrerla sin posibilidad de pérdida.

En general los vendedores de los puestos del zoco nos resultaron muy simpáticos en comparación con los de Fez.

En general no les gustaba que hicieras fotos, menos mal que no entendíamos lo que nos decían porque sus expresiones no vaticinaban nada bonito.

Botiquín para Marruecos

Imprescindible en el botiquín un antidiarreico y un desinfectante para las manos. También es aconsejable evitar beber agua del grifo y comer frutas y verduras crudas lavadas.

Por otro lado el agua de rosas en spray es un gran aliado frente al calor, podéis conseguirla en los boticarios del zoco.

Baño tradicional árabe: el hamman

En Marrakech escogimos un alojamiento con hamman para probar la experiencia en pareja, ya que el hamman público está separado por sexos.

El elegido fue el Riad Bahía Salam. Avisaros que la experiencia poco tiene que ver con el hamman que conocemos en España consistente en piscinas de agua fría, caliente y templada.

El ritual comenzó relajándonos en una tumbona de mármol en una sala caliente para abrir los poros.

Después unas señoras nos exfoliaron todo el cuerpo con un guante kassa y  jabón negro beldi, hecho de olivas negras.

Por último pasamos a una ducha en la que nos lavaron el cabello y el cuerpo.

No es una experiencia recomendable para los más pudorosos, jejeje y tened en cuenta que la exfoliación es un poco incomoda, no es un masajito 😉 A nosotros nos gustó mucho la experiencia, ¡nunca habíamos tenido la piel tan suave! Para Jaime, que no le van mucho los tratamientos de estética, ¡fue realmente sorprendente! 🙂

Gastronomía de Marruecos

Es habitual que al llegar a los alojamientos y a las tiendas os ofrezcan un té de bienvenida. El té moruno es una auténtica delicia, se prepara con té verde, hojas de hierbabuena y mucha azúcar.

La gastronomía es muy variada: de carnes encontrarás además de cordero, pollo y ternera. Hay sopas y pucheros (la harira nos encantó), mucha variedad de ensaladas, platos de verduras y en la costa un pescado muy rico.

Alojarse en Marruecos: los riads

Para alojaros en Marruecos os recomendamos los riads, antiguas casonas ubicadas en los cascos históricos. Su disposición es la de un patio central, en la que el agua está muy presente, rodeado de un par de plantas con unas pocas habitaciones. Cuando entras, dejas atrás el polvo y ajetreo de las calles para envolverte en el sosiego de este pequeño paraíso de plantas, fuentes y azulejos con coloridos mosaicos. Los riads están regentados por familias que aportan un trato muy cercano y resultan un buen lugar en el que deleitarse de la casera cocina marroquí.

Para ambientar el viaje a Marruecos

– El libro “Sueños en el umbral” de Fatema Mernissi.

– Las películas “Babel” y “La joya del Nilo”.

– Para la banda sonora os recomendamos cualquiera de las maravillosas obras de Luis Delgado.

Alojamientos en Marruecos

Sobre el precio de los alojamientos solo podemos deciros que es muy económico. No podemos daros los rangos exactos de precios pues hicimos la reserva a través de nuestro conductor para que a él, a cambio, le dieran alojamiento.

Alojamiento en Fez

Riad Al Makan, Fez el Bali. Muy recomendable.

Pasamos dos noches en este riad con mucho encanto en régimen de media pensión. Se encuentra ubicado en las callejuelas de la parte más antigua de Fez. El desayuno y la cena estaban muy ricos. Por la noche nos resultó algo molesto el ruido de un electrodoméstico que se encontraba en un pequeño patio al que daba una de las ventanas del cuarto.

Alojamientos en el desierto

Jaimas del Hotel Nomad, Merzouga. Recomendable.

Pasamos una noche maravillosa en una jaima en el desierto de Erg Chebbi, disfrutando como niños jugando a las adivinanzas con los bereberes y escuchando su música tradicional alrededor del fuego del campamento. Incluso nos enseñaron a tocar algunos instrumentos.

Las tiendas eran pequeñitas pero disponían de cama. La cena estuvo muy bien, con platos típicos bereberes. No dispone de duchas, sólo aseo.

Unas horas antes de la experiencia en el desierto te asignan una habitación del hotel por lo que puedes ducharte tanto la tarde antes de partir como al llegar a la mañana siguiente. El desayuno nos lo sirvieron en el hotel.

Kasbah Hotel Ramlia, Ramlia. Recomendable.

Nos alojamos una noche en este singular alojamiento de adobe en el oasis de Ramlia tras pasar el día surcando el desierto. Se trata del hotel regentado por la familia de nuestro conductor. Cenamos unos ricos platos bereberes.

Alojamiento en el Valle del Dades

Auberge Chez Pierre, Valle del Dades. Muy recomendable.

Tiene habitaciones con una bonita decoración, cómodas y luminosas donde pasamos una noche. Además dispone de un excelente restaurante de comida fusión francesa-marroquí y una agradable piscina.

Alojamiento en Ait Ben Haddou

Kasbah Isfoula, Ait Ben Haddou. Muy recomendable.

Habíamos pedido alojarnos en el Bagdad Café pero cuando llegamos no habían realizado bien la reserva y no quedaban habitaciones libres. Por eso acabamos en la Kasbah Isfoula en la que las habitaciones estaban geniales, la comida era excelente y las zonas comunes muy bonitas. Por la noche tomamos una cena fusión francesa-marroquí riquísima.

Alojamiento en Marrakech

Riad Bahía Salam, Marrakech. Muy recomendable.

Nos alojamos dos noches en este riad próximo a la plaza Jemaa el Fna que dispone de hamman y servicio de masajes. Está decorado con elegancia y cuenta con una agradable terraza con piscina donde tomamos el desayuno. El trato no es familiar, si no como el de un hotel con empleados.

Alojamiento en Rabat

Riad Dar Yanis, Rabat. Recomendable.

Pasamos una noche en este agradable riad en el centro histórico. Está muy cerca de una mezquita y de madrugada nos despertó la llamada a la oración 🙂