China por libre en 11 días
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- 23 noviembre, 2024
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- By : Irene y Jaime
El pueblo chino cuenta con 56 etnias, esto genera en el país una gran diversidad lingüística, gastronómica y de rasgos físicos, desde pieles muy oscuras a muy claras, algo que seguramente no esperas encontrar.
Al ser un país tan gigantesco, encierra entre sus fronteras una gran variedad de paisajes majestuosos y una cultura milenaria que ha dejado un patrimonio histórico de incalculable valor. China es, sin lugar a dudas, uno de los destinos más impresionantes y completos del mundo.
- Cultural. Puedes conocer una de las culturas milenarias más importantes y antiguas de la Historia, disfrutar de su arquitectura, tradiciones y arte. Visitar aldeas ancladas en el tiempo, monasterios o emblemáticos monumentos de fama mundial.
- Paisajes. El país ofrece una gran variedad de paisajes sorprendentes: campos de arroz, cuevas calizas, bosques, pilares de piedra esculpidos por siglos de erosión, montañas de colores, algunos de los ríos más largos del mundo, cascadas, humedales… En cuanto a naturaleza es increíble, pero si buscas contrastes, en el paisaje urbano moderno no se queda atrás. Shanghái y su vecino Hong Kong ofrecen algunos de los skylines más codiciados por los urbanitas.
- Animales. Los amantes de los animales tienen una cita con China si pretenden conocer al oso panda.
- Montañismo. Desde China también puede disfrutarse de la belleza de los Himalayas, con increíbles travesías donde descubrir minorías étnicas y remotos monasterios.
China era uno de nuestros grandes sueños viajeros de la infancia. Sin embargo, como explorar en profundidad el gigante asiático requiere disponer de muchos días libres, nos costaba encontrar la oportunidad para ello. En 2016 en un impulso de no dejes para mañana lo que puedas hacer hoy, decidimos destinar los escasos días de vacaciones que nos quedaban ese año, a cumplir nuestro sueño y conocer, al menos, los lugares más icónicos de este país.
Puedes ambientar tu lectura con la maravillosa banda sonora de La Casa de las Dagas Voladoras.
Indice
Lo mejor de China
La Ciudad Prohibida: el Cielo, la Tierra y el Hombre
En China se encuentran algunos de los monumentos más relevantes del mundo: la Gran Muralla China, los Guerreros de Xian, La Ciudad Prohibida y Palacio Imperial o el Palacio de Potala, todos ellos Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Aunque estábamos deseosos de conocer muchos de los monumentos de este increíble país, la Ciudad Prohibida era nuestro principal objetivo, y aún llevando unas expectativas tan altas, incluso las superó.
El Palacio Imperial de Pekín, comúnmente llamado la Ciudad Prohibida, era un conjunto de palacios imperiales de China durante las dinastías Ming y Qing (1416-1911). La Ciudad Prohibida tenía dos zonas diferenciadas; la corte interior y la corte exterior. En la primera estaban las dependencias íntimas del emperador mientras que en la segunda se trataban los asuntos políticos y burocráticos. El complejo, de unas inmensas dimensiones, 720.000 m2, albergaba a más de 3.000 personas y 70 palacios.
Toda la ciudad en su conjunto contiene una gran carga simbólica, desde lo más simple como los colores hasta las puertas que a uno se le permite cruzar. El diseño de la Ciudad Prohibida, desde su plan general hasta el más pequeño detalle, fue meticulosamente ideado siguiendo los principios filosóficos del Feng-shui, y principalmente como símbolo de la majestad del poder imperial. La simetría que recorre todo el conjunto arquitectónico está configurada en base a un orden político y social, el cual plasma un equilibrio cosmológico relacionado con el Cielo, la Tierra y el Hombre.
La antigua ciudad de Pingyao
En nuestro recorrido por China nos parecía imprescindible conocer alguna las antiguas ciudades chinas que se encuentran ancladas en el tiempo y conservan la arquitectura medieval que tanto nos fascina.
Por eso decidimos visitar Pingyao, una de las ciudades más antiguas de China, declarada Patrimonio de la Humanidad por su muralla, totalmente conservada y que encierra completamente el antiguo barrio medieval, un excelente ejemplo de una típica ciudad de la dinastía Ming y Qing (del siglo XIV al XX). Pingyao muestra al viajero todo aquellos con lo que sueña al visitar China.
Aunque la ciudad histórica es muy pequeñita, de la misma manera que os recomendé con Jiva en Uzbekistán, me parece imprescindible quedarse a dormir en ella. Disfrutar de las calles adornadas de farolillos rojos al caer el sol y poder alojarse en una antigua posada, son experiencias que siempre perdurarán en vuestro recuerdo.
Otra ciudad que nosotros no tuvimos tiempo de ver y que os recomiendo por los mismos motivos es Fenghuang.
Parque Forestal Nacional de Zhangjiajie
Este espectáculo de la naturaleza, Patrimonio Natural de la UNESCO, empezó a formarse hace cinco millones de años, como resultado final de intensos procesos erosivos. El geoparque cuenta con más de 3.000 pilares de cuarcita y arenisca modelados por la erosión de la lluvia, la nieve y el viento, que llegan a alcanzar los 350 m de altura, envueltos en la neblina y cubiertos de rica vegetación y cascadas que parecen caer de la nada.
El parque se ha hecho muy conocido por la película Avatar, ya que James Cameron se inspiró en él para crear el mundo de Pandora. Aún estando muy masificado y muy adaptado por el hombre con pasarelas panorámicas, ascensores, escaleras y trenecitos, nos pareció un paisaje alucinante y que te recomendamos no te pierdas.
Lo peor de China
El choque cultural…¿de los demás?
Antes de viajar a China habíamos leído bastante sobre sus costumbres, especialmente quejas de viajeros sobre éstas, y la verdad es que esperábamos un choque cultural mayor del que vivimos. Si bien es cierto todo aquello que se dice sobre sus hábitos de escupir y colarse, que también hay que decir que no hemos observado entre los jóvenes, no dejan de ser meras anécdotas, en su mayoría simpáticas y que no han tenido la menor importancia, por lo menos así lo hemos sentido nosotros.
Creo que principalmente estas quejas vienen de las expectativas erróneas que uno lleva a un país del que no se informa previamente y también de la intransigencia de los ojos que las juzgan. Por eso voy a comentarte algunas realidades que puede que te choquen al pisar el país y que conociendo previamente deberías decidir si estás dispuesto a vivir:
- El país tiene 1.410 millones de habitantes y el turismo nacional está muy arraigado. Contad con que vais a encontrar aglomeraciones en todos los sitios: monumentos, parajes naturales, transporte público, por las calles principales… Nuestro consejo es que madruguéis y visitéis los monumentos principales justo cuando abran.
- Las colas para entrar en los monumentos o el transporte público son en modo «pelotón». No existe distancia social, todo el mundo está en contacto, apretujado y empujando. La ventaja es que por muy bajitos que seáis en España, lo más probable es que allí seáis altos, por lo que la sensación de agobio es menor.
- ¿La gente se cuela? Sí, por lo general así es. Pero si te fijas parece un juego, todos lo hacen, se ríen entre ellos y hacen bromas al respecto. El ambiente es distendido y nadie se enfada. Relájate y únete al juego, ¡estás de vacaciones, puedes dejar de ser tan estirado por unos días! En China por lo menos es parte de las reglas del juego, pero ¿qué me decís de los europeos que van con toda su jeta y se cuelan en una fila completamente ordenada donde todo el mundo está respetando el orden de cola?.
- ¿Escupen en el suelo? Sí, eso también lo veréis. Por la calle, incluso en el suelo del restaurante. Pero seamos realistas, en España también hemos visto a gente por la calle escupiendo un gargajo. Es cierto que aquí no es tan habitual y que en nuestra cultura está considerado de mala educación, pero bueno es como en otras culturas, que está considerado descortés no eructar o sorber. Nos resulta desagradable por nuestra educación, pero tampoco es algo insalvable, ¿no crees?.
- Los bebés no llevan pañal. Llevan en el pantalón una abertura para hacer sus necesidades, así que puedes ver como orinan o cagan en la calle o en una papelera.
Si crees que puedes tolerar y disfrutar este ambiente, lo pasarás genial en China, es un país impresionante. Pero sobre todo, lo que quiero transmitirte es que los prejuicios de los demás no afecten a tu oportunidad de conocer este país, no todos tenemos los mismos límites en cuanto a tolerancia.
Nos gustaría mostraros como les hemos encontrado nosotros: divertidos, risueños, cotorros, bromistas, ruidosos, obedientes y amables. Nos han ayudado muchísimo con los problemas que generaba la barrera lingüística y siempre con una sonrisa en la boca. Cuando nos hemos encontrado desorientados nos han ayudado, incluso han dejado lo que estuvieran haciendo para acompañarnos a nuestro destino.
Infraestructuras de alto impacto ambiental
Aunque sólo hemos visitado el Parque Forestal Nacional de Zhangjiajie de entre los tantos espacios naturales de China, hemos visto en diferentes medios de comunicación muchas imágenes sobre las infraestructuras desplegadas para visitar estos enclaves. Nuestra opinión al respecto es que son desproporcionadas y de un alto impacto ecológico. La accesibilidad está «muy bien», pero… ¿a cualquier coste ambiental? Me resulta inconcebible un ascensor o escaleras mecánicas para subir a una montaña o una pasarela de cristal suspendida para recorrerla…
Cuándo viajar a China
Dada la amplia extensión del territorio chino no puede hablarse de un único clima, por eso vamos a centrarnos en las regiones que visitaremos en este viaje.
El groso del viaje se realiza por el noreste del país, con un clima muy similar al de Asia Central, en el que predominan gélidos inviernos y veranos calurosos. Las mejores épocas para hacer este viaje a China son la primavera y el otoño, cuando las temperaturas son templadas y no hay que preocuparse en exceso por las lluvias.
Según nos desplazamos hacia el sur del país, para conocer el Parque Forestal Nacional de Zhangjiajie, el clima se vuelve subtropical y el monzón va cobrando protagonismo. La mejor época para evitar las lluvias en el parque es el otoño, aunque debéis contar con que el bosque suele cubrirse de niebla más de 300 días al año, y aunque esto es parte de su atractivo, puede llevar a imposibilitar la visibilidad.
Debe tenerse en cuenta la alta contaminación en las ciudades, que cubren con una nube de smog el sol durante meses y hacen el aire irrespirable principalmente durante el invierno. Otro punto que debéis tomar en consideración son las festividades chinas, ya que como hemos comentado con anterioridad, el turismo nacional es muy importante, por lo que es interesante evitarlas para esquivar las grandes aglomeraciones, a no ser claro está, que lo que busques sea conocer estas celebraciones.
Sus fiestas más relevantes son:
- El Año Nuevo Chino, también conocido como Festival de la Primavera. Suele realizarse entre finales de enero y principios de febrero y tiene una duración de 7 días.
- Festival QingMing o Día de Limpieza de la Tumba. Durante la primera semana de abril con una duración de 3 días.
- Día del Trabajo. Comienza el 1 de mayo y tiene una duración de entre 3 y 5 días.
- Fiesta de Duanwu o Festival del Bote del Dragón. Tres días durante la primera semana de julio.
- Festival del Medio Otoño. Del 15 al 17 de septiembre.
- Día Nacional. El 1 de octubre. Estas festividades suelen durar 7 días.
Itinerario por China
Octubre 2017
Día 1: Vuelo Madrid – Abu Dabi – Pekín
Día 2: Pekín – Templo de los Lamas, Templo de Confucio y Templo del Cielo
A las 9:00h de la mañana aterrizábamos en Pekín. Tras pasar los controles tomamos desde la terminal el Airport Express Train que en 30 minutos nos dejó en el centro de Pekín. Desde ahí tomamos el metro hasta nuestro hotel.
Tras realizar el check-in nos vamos a conocer Pekín. Tomamos el metro hasta el Templo de los Lamas (25 ¥), y sobre las 12:00h comenzamos la visita al templo budista más importante de China fuera del Tíbet. Los edificios son realmente espectaculares, nos pareció una visita imprescindible.
Muy cerquita encontramos el Templo de Confucio y Universidad Imperial (30 ¥), donde tras recorrer los múltiples pabellones, encontramos en uno de sus 3 patios una actuación de danza preciosa que nos quedamos a disfrutar.
Tras almorzar unos noodles y unas gyozas en un puesto cercano a la salida del templo, volvemos a tomar el metro, esta vez hasta el Templo del Cielo (35¥). El templo se encuentra ubicado en el parque Tiantan Gongyuan y está compuesto por un conjunto de edificios amurallados, cuya finalidad era agradecer las buenas cosechas. Con esta visita ya empezamos a hacernos una idea de las aglomeraciones en China.
Tras un día repleto de impresionantes templos nos acercamos a Quianmen Street, una amplia avenida comercial en la que nos sorprendió mucho ver grupos de personas que se reunían para realizar coreografías de baile en la calle.
Para cenar fuimos al mercado nocturno de Wangfujing. El mercado se hizo famoso por sus puestos de insectos, pero por lo que he oído a viajeros que han ido recientemente a China, ya no está en funcionamiento. Como no nos entraban mucho por el ojo las «delicias» ofertadas, buscamos un restaurante por la zona donde probar el plato típico de Pekín, el pato laqueado, además de unas deliciosas baozis.
Día 3: Pekín – Ciudad Prohibida, Hutong de Qianmen y Dashilar Street
Cuando abren las puertas de acceso a la Ciudad Prohibida (60¥) ya estamos esperando en la cola de entrada. Es muy recomendable entrar en cuanto abran para evitar las mayores aglomeraciones. La Ciudad Prohibida es el monumento más importante de Pekín y por tanto, atrae a muchos turistas. Para llegar hemos tomado el metro hasta la parada de la plaza Tiananmén, donde tenemos que pasar unos controles de seguridad.
El complejo es realmente abrumador, por sus dimensiones y belleza. Para nosotros un imprescindible y uno de nuestros monumentos favoritos del mundo, junto a Petra y los Templos de Angkor.
Después de unas 4 horas de visita seguimos nuestro itinerario hacia la Colina del Carbón dentro del Parque Jingshan (2 ¥) con vistas aéreas de la Ciudad Prohibida.
Por la tarde visitamos el Hutong de Qianmen, recorriendo los callejones que forman el entramado de callejuelas del casco antiguo de Pekín, y Dashilar Street, donde compramos una caja de dulces típicos para desayunar en el tren a la mañana siguiente.
Encontramos un restaurante de Huo Guo o Hot Pot lleno de locales y no nos lo pensamos dos veces y entramos a probar. La experiencia nos gustó mucho.
Al final del día tomamos el metro para recoger nuestro equipaje del hotel y dirigirnos a la estación de tren. A las 23:30h nuestro tren-cama salía con destino a Datong. Visitaremos la Gran Muralla y el Palacio de Verano en nuestro último día del viaje.
Compartimos cabina con un chico y una chica chinos que fueron muy agradables aunque no pudimos comunicarnos más allá de lo básico.
Día 4: Datong – Templo Colgante Hengshan, Grutas Yungang y una vibrante aventura en tren
La noche en el tren fue movidita. Aunque reservamos literas «blandas», las camas estaban duras como piedras. Sin embargo, lo peor sin duda era que el tren iba dando acelerones y frenazos que nos hacían rodar por la cama y tener que agarrarnos a su borde para no acabar en el suelo. ¿Quién puede pegar ojo así?.
A las 5:30h una relajante melodía china comenzó a acompasar mis vaivenes hasta que in crescendo desembocó en una estridente música electrónica. De pronto, con un portazo, la revisora entraba en nuestra cabina, chillando algo ininteligible y arrancando el mantelillo de la mesa, dejando todos los objetos que había sobre éste, ahora repiando sobre la mesa. Estupefacta miré a nuestra compañera de cabina y con una sonrisa me dijo: Datong. Tras un derrape final, a las 6:00h entrábamos en la estación de Datong.
Aunque no hemos podido pegar ojo en toda la noche os recomiendo esta opción para llegar a Datong, así como que tengáis reservado un transporte para que os lleve al Templo Colgante y de esta manera poder estar en la taquilla justo cuando abran las puertas de acceso. El templo es estrechísimo, imaginaros lo que sería verlo abarrotado. Nosotros hicimos la visita completamente solos y pudimos disfrutar de una experiencia muy agradable.
Además de reservar el traslado contratamos un guía con la empresa Datong Trip, que nos acompañó toda la mañana, pues nos parecía que sus explicaciones podrían aportar un valor añadido a las visitas que haríamos hoy.
El trayecto en coche hasta el Templo Colgante duró aproximadamente 1,5 horas, que aprovechamos por fin para dormir. Para hacer tiempo hasta que abrieron la taquilla nos llevaron a desayunar youtiao, los churros chinos, que sabían prácticamente igual que los nuestros pero con un tamaño 10 veces mayor.
El Monasterio Colgante Hengshan (130 ¥), literalmente apoyado en el precipicio rocoso mediante larguísimos pilotes, es una maravilla única en China, por su antigüedad, más de 1.600 años, y por aunar en un mismo recinto el culto de tres religiones o corrientes filosóficas, representadas por cada uno de sus líderes espirituales: Buda, Confucio y Lao Tsé. La visita nos pareció increíble.
Cuando salíamos del recinto comenzaron a llegar los viajeros del tren que habíamos dejado en la estación buscando un taxi, así como autobuses repletos de grupos organizados de locales. Nosotros pusimos rumbo a las Grutas Yungang (120 ¥), volviendo a disfrutar de una siesta durante una 1:45h de trayecto.
Las grutas fueron excavadas en una extensión de 1 kilómetro de montaña. Encontrarás 252 grutas, ornamentadas con 51.000 estatuas, las cuales representan una muestra excepcional del arte rupestre búdico en la China de los siglos V y VI. La estatua más grande tiene 17 metros de altura.
El complejo es muy grande y aunque no visitarás todas las grutas, sólo observar los detalles de las más importantes ya te llevará tiempo. Las cuevas que merecen una atención especial son las numeradas como 16, 17, 18, 19 y 20. Nos pareció muy impresionante la visita.
A las 14:00h estábamos de regreso en la estación de tren de Datong. Almorzamos un tazón de fideos humeantes típicos de la zona en un restaurante de las inmediaciones y a las 16:40h tomamos un tren hacia Pingyao.
Aunque disponíamos de la opción de volver a pasar otra «maravillosa» noche en un tren-cama, optamos por realizar el trayecto diurno de 7 horas. En primer lugar, cuando nosotros realizamos el viaje, Datong no ofrecía otras visitas interesantes para completar el día. Sin embargo, algunos viajeros que han visitado recientemente el casco antiguo dicen haberlo encontrado restaurado y muy interesante, por lo que te recomiendo que investigues si podría interesarte. Y en segundo lugar, quería probar la experiencia de realizar el trayecto diurno para mezclarme con los locales, especialmente, en un trayecto por una región tan rural. Posteriormente tomaríamos el tren de alta velocidad para viajar a Xi’an, pero esos trayectos no nos aportarían nada especial, ya que son como cualquier viaje en tren por Europa.
Así pues, con la intención de vivir una enriquecedora experiencia antropológica, nos embarcamos en este tren. Al hacer la cola para embarcar, encontramos que gran parte de los viajeros eran personas de avanzada edad que cargaban grandes fardos en la cabeza. La experiencia ya prometía.
Durante las primeras horas, nos convertimos en el centro de atención de los pasajeros. Éramos los únicos extranjeros del tren y posiblemente, los primeros occidentales que algunos veían en su vida. La gente nos miraba tan fijamente, que resultaba realmente intimidante, incluso en algunos momentos se acercaban para observarnos en detalle de cerca. A alguno le faltó un poco de valentía para atreverse a tocarnos, para confirmar lo que sus ojos veían. Aunque no entendíamos nada de lo que decían, era evidente que estaban hablando entre ellos sobre nosotros. ¿Por qué lo sé? Porque la discreción no es precisamente una característica del pueblo chino 😛 .
Pasado un rato, el revisor nos trajo a un chico joven y lo sentó junto a nosotros. El chico hablaba un poco de inglés, así que le encargaron la tarea de avisarnos cuando llegásemos a nuestro destino.
Por suerte, el servicio de venta a bordo, atrajo la atención de los pasajeros relegándonos a nosotros a un segundo plano. Una azafata paseaba un carrito por el estrecho pasillo, haciendo demostraciones de todo tipo de cachivaches, que los viajeros iban probando y pasando de mano en mano. Nos unimos a ellos y pasamos un rato muy divertido probándolo todo: artículos de aseo, utensilios de cocina, juguetes, herramientas, artículos de papelería, e incluso unas pastillitas con un dibujo de una vaquita que sabían a leche en polvo.
Durante el trayecto nos llamaron la atención varias cosas. La primera es que casi todos se pasaron el viaje comiendo sin parar, principalmente dulces y golosinas envasados en pequeños envoltorios y la segunda es que parece que en los trenes chinos se juega al juego de la silla. Periódicamente la gente iba cambiándose de un asiento a otro. De pronto alguien llegaba y te mandaba para otro asiento. Inicialmente pensamos que lo hacían para charlar entre ellos, hasta que nos incluyeron a nosotros en el juego y obviamente no para charlar.
A las 00:00h, tras un largo día, llegamos a Pingyao. La estación de tren a la que llega el tren lento que hemos tomado se encuentra junto al casco histórico así que fuimos dando un paseo hasta el hotel.
Día 5: Pingyao
Amanecemos en una antigua residencia tradicional. La decoración es preciosa, parece que aún estemos soñando. ¡Cuantas ganas teníamos de alojarnos en una casa tradicional! Pese a que las almohadas eran pequeños saquitos de arroz dormimos fenomenal. Por fin hemos recuperado el sueño perdido y estamos listos para descubrir la belleza de Pingyao.
Pingyao representa la China con la que todos soñamos: calles repletas de farolillos rojos, las imponentes murallas vigilantes y más de 4000 residencias Ming y Qing.
Compramos una entrada combinada para visitar todos los edificios históricos y acceder a la muralla (125 ¥) y relajadamente fuimos recorriéndolos. El casco histórico es pequeño, pero tiene muchos lugares que visitar.
Desde la Puerta Norte que da acceso a la ciudadela visitamos: Banco Rishengchang, Banco Wei Tai Hou, Vivienda tradicional de la Familia Ma, Museo de la Cámara de Comercio de China, Templo Taoísta Qingxu, Museo de Armas, Calle Ming y Qing, Museo Tianjixiang, Museo de escolta del Norte de China, Antigua oficina del gobierno, Templo de Dios en la ciudad, Templo de Confucio y Torre de la Ciudad.
Para almorzar probamos comida callejera de diversos puestos. Con cada bocado nos volvíamos a asombrar, ¡pero si es un dulce!. Nos costó mucho encontrar algo salado, ¡hay que ver qué golosos son los chinos!
Por la tarde accedimos a la muralla y la recorrimos disfrutando mucho con la vista panorámica de la ciudad antigua y de todas sus puertas. Después seguimos callejeando para ver como la ciudad se transformaba con las luces del atardecer hasta que al anochecer se iluminó con los farolillos rojos. Cenamos en un restaurante que nos llamó la atención, un plato de carne en salsa y unos dumplings.
Y volvimos a pasar una noche de ensueño en nuestro hospedaje tradicional.
Día 6: Xi’an – Barrio Musulmán y Muralla de Xi’an
Dejamos nuestro alojamiento de ensueño para tomar el tren de alta velocidad a Xi’an. La señora que nos ha dado hospedaje estos días, además de buscarnos un taxi para que nos lleve a la estación de tren, ya que ésta se encuentra a las afueras de la ciudad, nos regala un amuleto de protección para nuestro hogar.
A las 8:40h nuestro tren de alta velocidad sale de Pingyao para dejarnos a las 11:45h en Xi’an. Tomamos el metro en la puerta de la estación y nos bajamos en la parada del centro, junto a nuestro hotel. Tras hacer el check-in nos vamos a conocer esta emblemática ciudad de la Ruta de la Seda.
Lo primero que hacemos es visitar la Torre del Tambor y la Torre de la Campana, para después continuar por el Barrio Musulmán. Callejeamos por sus laberínticas calles como si hubiéramos vuelto a los zocos de Marruecos, aprovechando para almorzar en la multitud de puestos de comida callejera. Encontramos una gran cola en un puesto de pasteles, al parecer son tradicionales de esta época del año y están rellenos de caqui. No nos podemos resistir a hincarles el diente y la verdad es que están deliciosos.
Después de este estimulante paseo para la vista, el olfato y el gusto, visitamos la Gran Mezquita de Xi’an, muy distinta a las que habíamos visto hasta el momento por la singularidad de su diseño arquitectónico mixto: estilo tradicional musulmán y chino. Junto a la mezquita visitamos una casa tradicional, antigua residencia de Gao Yuesong, donde hoy día puede verse un teatro de sombras y marionetas.
Dejamos el Barrio Musulmán y nos fuimos a visitar la Muralla de Xi’an. Accedemos por su Puerta Sur (54 ¥) , la más espectacular. La muralla de Xi’an está considerada la muralla urbana mejor conservada de China y aún siguen en pie sus 14 km de lienzo que encierran todo el casco histórico. Pueden alquilarse bicis para recorrerla, sin embargo nosotros dimos un paseo a pie que nos dejó embobados. La muralla es sin duda espectacular.
Oteando el horizonte, recordamos que el año anterior habíamos tenido que cancelar un viaje con mi familia por Uzbekistán, y ahora estábamos en Xi’an, el extremo oriental de la Ruta de la Seda, el lugar al que acudían los comerciantes para hacerse con los textiles chinos y mercadear con ellos.
A las 18:30h nos dirigimos a Tang Dynasty Palace para ver un espectáculo de danza con música en directo, que además incluía una cena degustación de dim sum (65 $). Como soy una apasionada de la danza este era un espectáculo que no me quería perder, sobre todo porque además me fascinaba la Dinastía Tang. El espectáculo estuvo a la altura de mis expectativas.
Día 7: Xi’an – Guerreros de Terracota y vuelo a Zhangjiajie
Llegó el día de hacer realidad otra de las visitas más esperadas del viaje, los Guerreros de Xi’an. Aunque previamente habíamos visto varias muestras del ejercito de terracota en el Forum de Barcelona y en Sevilla, contemplar el ejercito al completo nos ha dejado muy impresionados.
Para visitar los Guerreros de Terracota, nos dirigimos a primera hora de la mañana a la estación de trenes del centro y tomamos el autobús 306 (7 ¥). A las 7:30h partíamos de la estación para aproximadamente en una hora, llegar a nuestro destino. Te recomiendo que compres las entradas (150 ¥) con antelación ya que es uno de los monumentos más visitados del país y podrías quedarte sin disponibilidad.
Qin Shi Huang, primer emperador de China, acostumbraba a decir que quería “durar tanto como el Cielo y la Tierra, entrar en el agua sin mojarse y tener contacto con el fuego sin sufrir quemaduras”. Antes de su muerte en el año 210 a.C. mandó a sus numerosos súbditos construir 8.000 soldados a tamaño real, cada uno diferente al otro, formados para siempre en posición de batalla, vigilantes ante su tumba, acompañados de bellos caballos y carros de combate. Un ejército inmortal que le acompañaría al más allá.
Durante el recorrido visitamos el museo y tres fosas donde se puede ver el ejercito desplegado. La vista de la formación de miles de guerreros preparados para el combate es impresionante, pero especialmente nos han gustado los detalles de las esculturas. Los recogidos del cabello, las lazadas de los cascos, cada pieza de las armaduras, las suelas de los zapatos, las expresiones de sus rostros…cada figura es única.
Finalizamos la visita a media mañana por lo que decidimos picar algo en los restaurantes de comida rápida que hay en el recinto antes de tomar el autobús de vuelta al centro de Xi’an.
Por la tarde dimos una última vuelta por el Barrio Musulmán, principalmente por sus puestos de comida, que nos han encantado. A media tarde tomamos el metro hasta la parada de autobuses del centro que te lleva al aeropuerto (4 ¥) y desde allí el autobús al aeropuerto Xianyang (25 ¥). Por lo que he leído ya disponéis de una línea de tren interurbano que conecta directamente el aeropuerto con el centro.
Aunque nuestro vuelo salía por la noche, decidimos irnos temprano al aeropuerto porque habíamos leído que la compañía trabajaba con tarifa overbooking, por lo que queríamos intentar asegurarnos una plaza. Nuestro vuelo hacía Zhangjiajie, con la compañía China Eastern Airlines, que estaba programado para las 21:45h sale con una hora de retraso. La duración del vuelo es de aproximadamente 1,5h.
Cuando llegamos a Zhangjiajie Hehua International Airport, un taxi, que nos ha organizado nuestro alojamiento, nos está esperando para llevarnos hasta éste en el pueblo de Wulingyuan (200 ¥). El trayecto duró unos 45 minutos.
Día 8 y 9: Parque Forestal Nacional de Zhangjiajie
- Horario: 7:00h – 18:00h
- Entrada 4 días (incluye los autobuses): 227 ¥ (marzo a noviembre)
- Teleférico de Huangshizhai: 65 ¥ (un sentido)
- Elevador Bailong: 72 ¥ (un sentido)
- Teleférico de Tianzishan: 72 ¥ (un sentido)
- Teleférico de Yangjiajie: 76 ¥ (un sentido)
- Tranvía turístico de la Galería de las 10 Millas: 38 ¥ (un sentido)
En nuestro primer día en el parque, tras pasar por la taquilla de la puerta de entrada Wulingyuan y por un control biométrico, tomamos el bus gratuito hasta la parada Water Winding Four Gates. Como había mucha niebla decidimos dejar para más tarde las pasarelas de la zona alta y comenzar por el sendero que recorre la zona baja del cañón, Golden Whip Stream. El recorrido nos encanta, es un paseo llano de unos 7,5 km muy relajantes, sin apenas gente, que va siguiendo el curso del río por un entorno espectacular.
Llegamos a Oxygen Square y tomamos el teleférico para ascender a Huangshi Village. Desde aquí realizamos el recorrido de unas 2 ó 3 horas por los miradores de la plataforma escénica.
Tras una visita muy espectacular, descendemos unas escaleras infinitas para volver al fondo del cañón acompañados de montones de monos. Alucinamos con el espectáculo. Gran cantidad de monos con sus crías saltaban y trepaban por las lianas. Volvimos a recorrer Golden Whip Stream y a tomar el autobús para regresar a Wulingyuan.
Nuestro segundo día en el parque tomamos el ascensor Bailong para llegar a la zona más popular del parque, Yuanjiajie. Aquí puede verse Heaven Pillar, actualmente llamada «Montaña Aleluya de Avatar», una esbelta columna de 1047 m de altura de cuarcita y arenisca que se mantiene suspendida como si de magia se tratara. Además encontramos otros impresionantes miradores como Enchanting Platform o Greatest Natural Bridge, donde puedes pedir tus deseos anudando un lazo rojo.
Tras este impresionante recorrido tomamos el autobús gratuito para llegar a Tianzi Mountain Helong Park. Esta zona dispone de terrazas con balcones con vistas que también nos gustaron mucho. Al llegar al último de ellos, Warrior Taming Horse, tomamos las escaleras para descender caminando hasta Three Sister Peak.
Continuamos hacia la entrada del parque a pie por Ten-mile Natural Gallery. Este recorrido puede hacerse en un trenecito que nos recordó a Jurassic Park.
Para almorzar en el interior del parque encontrarás numerosos puestos de comida local así como cadenas de comida rápida. Las dos noches que pasamos en Wulingyuan cenamos en el mismo restaurante porque nos gustó mucho. Os pongo una fotografía de la puerta ya que el nombre está en chino.
Os advierto que en esta región de china la comida es extremadamente picante, nunca antes habíamos probado nada igual. Veréis por todas partes ristras de guindillas colgadas para secarse.
A las 22:00h tomamos un vuelo con China Air que en 2,5h nos dejó en Pekín. Nos alojamos en un lujoso hotel junto al aeropuerto.
Día 10: Pekín – Gran Muralla y Palacio de Verano
Aunque logísticamente dividir las visitas a Pekín en dos es mucho peor, optamos por hacerlo de esta manera debido a que las compañías aéreas chinas registran muchos incidentes en cuanto a retrasos y cancelaciones. Para no arriesgarnos decidimos dejar un día de margen antes de coger el vuelo de regreso a casa.
Como nuestro tiempo era escaso y estábamos decididos a no quedarnos sin conocer la Gran Muralla y el Palacio de Verano, dos de los imprescindibles de China, optamos por contratar un servicio de traslado privado con conductor para que nos diera tiempo a visitar los dos en un día. Por supuesto, ambas visitas pueden hacerse por libre, pero necesitarás más tiempo para desplazarte por tu cuenta en transporte público.
Desde Pekín pueden visitarse diferentes sectores de la Gran Muralla China. Nosotros visitamos el sector Mutianyu, que se encuentra relativamente cerca y está restaurado. Nuestra intención era visitar la sección Gubeikou, una sección más remota y tranquila. Sin embargo, durante las fechas de nuestro viaje se encontraba cerrada por trabajos de restauración.
Compramos en la taquilla la entrada que permite subir en telesilla y bajar en tobogán (180¥). Sí, tobogán, has leído bien. China y Suiza son muy amantes de convertir cualquier sitio en un parque de atracciones, incluso una de las 7 Maravillas del Mundo.
Ten en cuenta que encontrarás cuestas muy muy empinadas en el recorrido por la muralla.
Dedicamos prácticamente toda la mañana a pasear por la muralla y disfrutar el precioso paisaje otoñal.
Fantástica obra de ingeniería militar. Su construcción, iniciada por Qin Shi Huang, y su mantenimiento se prolongaron durante 2000 años, hasta la Guerra del Opio, en la que el armamento europeo, que ya había desarrollado armas de fuego, la hizo insuficiente para la defensa.
A mediodía nos fuimos a visitar el Palacio de Verano (60¥), donde pasamos toda la tarde. El palacio, que servía de retiro para el descanso de la familia imperial, es hoy en día un extenso parque a orillas del lago Kunming. Entre los edificios imprescindibles de visitar se encuentran el Salón de la Benevolencia y la Longevidad, La Torre de la Fragancia de Buda, el Jardín de la Virtud y la Armonía, el famoso Corredor Largo, con sus exquisitas pinturas y el Barco de Mármol.
Día 11 : Vuelo Pekín – Roma – Madrid
Consejos para viajar a China
¿Es necesario visado para viajar a China?
En 2017, cuando nosotros viajamos a China, era necesario disponer de un visado para poder viajar con fines turísticos a China. Debido a que no pudimos ir físicamente a tramitarlo a la oficina de Madrid y por tanto tuvimos que enviar el pasaporte físico por correo postal, la tramitación fue larga y muy cara, unos 160€.
¡Pero ahora estáis de suerte!. Los españoles disponen de una exención de visa para estancias inferiores a 15 días con fines turísticos. ¿A qué estás esperando? ¡Es el momento perfecto para viajar a China, no sabemos cuánto tiempo durará!.
Os dejo un enlace a la web de la Embajada China en España para que consultéis el estado en las fechas de vuestro viaje.
Adiós a la censura con una VPN
El gobierno chino aplica una extensa ley de censura limitando el acceso de los ciudadanos a Internet. Por ello no podrás utilizar, con una IP china, ninguna App como WhatsApp o redes sociales de Meta.
Para evitar la censura y poder mantener el contacto con nuestra familia y amigos durante el viaje, contratamos una VPN. De esa manera pudimos conectarnos con una IP europea y así poder seguir accediendo a Internet sin restricciones.
Nosotros contratamos un servicio de 1 mes por 13$ con ExpressVPN.
Cómo desplazarte por China
El avión para las distancias grandes:
- Vuelo doméstico con la compañía China Eastern Airlines para conectar Xi’an (aeropuerto Xianyang) con el Parque Natural Zhangjiajie (aeropuerto Dayong Hehua Zhangjiajie). El vuelo despegó a las 21:45h y aterrizamos a las 23:10h. Nos costó unos 100€ por persona con una maleta facturada.
- Vuelo doméstico con la compañía China Air para viajar del Parque Natural Zhangjiajie a Pekín. Tomamos el vuelo a las 22:00h y tuvo una duración de 2,5 horas. El coste del billete por persona fue de 170€ con una maleta facturada.
El tren para media distancia: realizamos tres trayectos en tren en diferentes modalidades para probar todas las experiencias posibles. Cuando nosotros viajamos no era posible comprar los billetes online por lo que hicimos la compra a través de la agencia Travel China Guide. Además, ellos se encargaron de enviarnos todos los billetes físicos a nuestro alojamiento de Pekín. Actualmente podéis comprar vosotros mismo los billetes en la web o App de Trip.com.
- Tren nocturno en cama blanda para viajar de Pekín a Datong (158¥). Horario de 23:32h a 06:05h. Podéis leer nuestra movida experiencia en la descripción del itinerario.
- Tren lento en asiento duro para ir de Datong a Pingyao Ancient Town (61¥). Horario de 16:40h a 00:10h. Como ya habrás leído en el itinerario elegimos esta opción para mezclarnos con los locales de las zonas rurales y la verdad es que vivimos una experiencia muy interesante.
- Tren de alta velocidad de Pingyao a Xi’an Norte (187¥). Horario de 08:40h a 11:47h. Muy buen servicio y muy puntuales.
Gastronomía china
Los occidentales estamos acostumbrados a la comida cantonesa, pues es la que suele cocinarse fuera del país. Esto se debe a que la mayoría de los inmigrantes chinos provienen de esta región, Guangdong, al sureste del país. Sin embargo, la gran variedad de terrenos, climas y recursos de la tierra y el mar, han dado lugar a ocho grandes cocinas regionales, entre ellas, la de Sichuan, la de Hunan, la cantonesa, la de Fujian, la de Jiangsu, la de Zhejiang, la de Anhui y la de Shandong.
La gastronomía china está íntimamente relacionada con la filosofía y la medicina, buscando un equilibrio entre los cinco sabores básicos: dulce, salado, ácido, amargo y picante, pero permitidme que os diga que en algunos casos me ha parecido que ese equilibrio es escaso.
El componente básico de la gastronomía china es el arroz, principalmente en el sur del país, pues es donde se dan las condiciones para su cultivo. En la zona norte podremos encontrar que su base está más vinculada al trigo, predominando los panecillos y fideos.
Os describo algunos de los platos más representativos de las regiones que visitamos en este viaje:
- Pato laqueado: El plato estrella de la cocina mandarina de Pekín es el pato laqueado o pato a la pekinesa. Se toman rebanadas de pato asado, en las que se conjugan carne y crujiente piel, y se envuelven en un crep junto a pepino, cebolla y una salsa especial para esta receta.
- Huo Guo o Hot Pot o también conocido como caldero mongol, ya que se piensa que es originario de Mongolia, es un plato muy común en el norte de China. Consiste en una olla de caldo hirviendo en la que se van introduciendo con los palillos diversos alimentos para cocerlos en el instante de consumirlos: carne, verduras, setas, mariscos, huevos o dumplings.
- Baozi: son unos bollitos de pan cocidos al vapor que suelen rellenarse de carne picada con verduras. ¡Están de muerte!
- Mantou: son los típicos panecillos chinos al vapor o fritos que se sirven en el norte de China y que los occidentales solemos conocer como pan chino. Tienen un «ligero» sabor dulce.
- En Datong no podéis dejar de probar sus tazones de fideos humeantes como Liangfen de Hun Yuan y los fideos de Daoxiao.
- Dim sum: se trata de una gran variedad de pequeños bocados de masa rellena de combinaciones de carne, pescado, verduras y frutas cocinados al vapor.
- En Xi’an os recomiendo adentraros en el Barrio Musulmán donde encontraréis multitud de puestos de comida y restaurantes con un montón de sabores distintos para probar: Rou Jia Mo, una especie de hamburguesa; muchos platos de cordero y los deliciosos pasteles de caqui frito. Además podréis ver lo curioso que es como amasan la pasta Biang Biang Mian, todo un espectáculo.
- Seguimos desplazándonos hacia el sur durante nuestro viaje hasta llegar a Zhangjiajie en la región de Hunan. Prepárense para el picante, aquí la guindilla es la estrella y prácticamente todos los platos la llevarán. Me resultó realmente sorprendente ver platos de pescado cubiertos completamente por guindilla picada de forma similar a como nosotros cocinamos el pescado a la sal. Nunca antes habíamos tomado comida tan extremadamente picante. San Xia Guo es el plato tradicional de la zona, una sopa de carne y verduras. Al estar en zona de montaña, las setas están muy presentes en la gastronomía por lo que acompañarán muchos platos, así como la carne de cerdo ahumada.
Como en toda Asia la comida siempre se acompaña de té. Además, tened presente cuando pidáis agua para comer matizar, que la queréis fría pues si no decís nada os servirán agua caliente.
Para ambientar un viaje a China
- Las preciosas novelas Balzac y la joven costurera china y La dama de la ciudad prohibida.
- El documental Sobrevolando la Gran Muralla China, para descubrir los 2.500 km del gran dragón.
- La embriagadora película La linterna roja, la obra de arte In the mood for love ambientada en el Hong Kong de los años 60 o la fantástica película de artes marciales The Grandmaster.
- No pueden faltar en esta lista varios clásicos del cine wuxia como Tigre y Dragón, Hero o mi favorito La casa de las dagas voladoras.
- Para los peques recomendamos la película de dibujos de Disney Mulan, y Kung Fu Panda.
Alojamientos en China
Beijing 161 Wangfujing Hotel. €. Aceptable
Elegimos alojarnos en este hotel de Pekín por la multitud de comentarios positivos, sin embargo, fue decepcionante. Las habitaciones eran muy básicas y de baja calidad. Con lo baratos que son los hoteles en China puedes encontrar mejores opciones.
Pingyao Cheng Jia Hotel. €. Fantástico.
Maravillosa estancia de dos días en un alojamiento tradicional dentro de las murallas de Pingyao. Precioso alojamiento, habitaciones confortables y con mucho cuidado en los detalles. Gestionaron que nos recogiera un taxi para ir a la estación de trenes de alta velocidad. Nos hicieron un regalo de despedida precioso. Una experiencia inolvidable, repetiríamos sin dudarlo. El horario del desayuno es muy reducido, de 8:00-9:00h.
Xi’an Eastern House. €. Muy recomendable.
Excelente hotel de diseño en Xi’an. Destacable la comodidad y confort de las habitaciones, decoradas con mucho gusto. Muy buena opción para conocer Xi’an, muy céntrico y bien comunicado a través del metro para llegar a la estación de trenes o aeropuerto.
Wulingyuantuniu Youth Hostel. €. Recomendable.
Pasamos dos noches en un alojamiento sencillo pero con un precio inmejorable, 16 € la noche por una habitación doble con baño privado. Buena ubicación para visitar el Parque Natural Zhangjiajie. Reservamos con el alojamiento el taxi para el aeropuerto.
Cordis, Beijing Capital Airport By Langham Hospitality Group. €€. Muy recomendable.
Nuestras dos últimas noches en Pekín decidimos darnos un capricho aprovechando lo económicos que nos estaban resultando los alojamientos. Reservamos una suite con todo tipo de comodidades en un moderno hotel con habitaciones muy confortables y elegantes y con buen servicio de habitaciones. Disponen de servicio de transporte gratuito al aeropuerto.