Praga y Budapest en 9 días
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- 1 septiembre, 2020
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- By : Irene y Jaime
Aprovechando el Puente de San Juan decidimos escaparnos a Centroeuropa para realizar una ruta por las grandes capitales imperiales de Praga y Budapest.
Hace ya bastantes años pasé una semana en Hungría con mis amigos, y desde entonces Budapest se convirtió en mi gran favorita de Europa, así que estaba deseando volver para enseñarle a Jaime esta bella ciudad.
Aunque la ruta clásica por las capitales imperiales centroeuropeas la conforman Praga, Viena y Budapest, nosotros optamos por dejar fuera Viena para poder disfrutar un viaje más relajado. Después de realizarlo tenemos que decir que en una semana larga hay tiempo suficiente para visitar las tres ciudades, por lo que recomendamos incluir Viena en el viaje, ya que Praga es muy pequeñita y se puede ver relajadamente en un par de días.
Para ambientar vuestra lectura os dejamos de la mano de Mozart , el más famoso de los compositores centroeuropeos.
Indice
Lo mejor de Praga y Budapest
Praga, una capital de cuento
- Cruzar mil y una veces el río Moldava por el Puente de Carlos.
- El encantador Castillo de Praga, repleto de edificios históricos como la Catedral de San Vito, el Callejón del Oro, el Antiguo Palacio Real, el Convento de San Jorge, la Torre Daliborka, la Torre Blanca o el Palacio Lobkowitz.
- El tradicional, pintoresco y colorido barrio de Malá Strana.
- La asombrosa arquitectura checa: Art Nouveau y Cubismo.
Budapest, la perla del Danubio
- Ver como la ajetreada ciudad pasa del día a la noche desde el Bastión de los Pescadores.
- Disfrutar remojándose en alguno de los múltiples baños termales de la ciudad. Nosotros os recomendamos los Baños Széchenyi. ¿Sabíais que todos los meses hacen una loca fiesta nocturna? No todo tiene por qué ser relax 😉
- La colección de estatuas de la ciudad es magnífica. Hemos marcado en el mapa del itinerario una ruta que os facilite visitar las más interesantes.
- Conocer el ambiente nocturno de los ruin bars. Os recomendamos Szimpla Kert, el primer ruin pub oficial de Budapest.
Los antiguos edificios en ruinas de Budapest han vuelto a la vida convirtiéndose en una marca de identidad de la ciudad. Decorados con objetos reciclados albergan un aire de casa okupa… lo mismo te tomas una cerveza en un sillón como en una bañera… No os dejéis intimidar por el avejentado aspecto de sus fachadas y lanzaros al interior de estos singulares locales en los que no debéis perder de vista ni siquiera el techo. Quién sabe qué podría colgar de ahí 😉
Lo peor de Praga y Budapest
Masificación en Praga
Aunque el pequeño casco antiguo de Praga otorga a la ciudad un encantador ambiente, la gran masificación turística puede acabar rompiendo el hechizo y generar la sensación de estar haciendo cola en un parque temático.
Madrugar o trasnochar pueden reducir la aglomeración pero me temo que en este caso este consejo no será suficiente para disfrutar una visita relajada.
Las grutas del laberinto del Castillo de Buda en Budapest
Las grutas del laberinto del Castillo de Buda en Budapest nos resultaron realmente decepcionantes. Se trata de un laberinto subterráneo formado a lo largo de los siglos por la erosión de las corrientes termales de Budapest.
Actualmente se han reacondicionado como atracción turística instalando estatuas y fuentes, desde nuestro punto de vista, sin gracia ni gloria.
La visita es un estilo a la de las Minas de Sal de Cracovia, otra gran decepción a pesar de su fama.
Cuando ir a Praga y Budapest
En Centroeuropa los inviernos son muy fríos, cubriéndose todo con grandes nevadas. Por ello os recomendamos viajar a esta región durante la primavera y el verano, para aprovechar las temperaturas suaves y la gran cantidad de horas de sol.
Lo cierto es que en Praga tuvimos un tiempo muy fresco, de los de llevar abrigo y bufanda y ponerse malo de la garganta. Gracias a la simpática recepcionista del hotel, que tradujo el prospecto de las medicinas, conseguimos saber como administrarlas. Las compramos en una farmacia gracias al lenguaje de signos y mis magníficas interpretaciones sobre la sintomatología. Como siempre dice Jaime: ¡qué gran actriz ha perdido el cine! Así conseguí bajar mi fiebre y de propina unos fascinantes mocos fosforescentes. Catalogaríamos la medicina checa cuanto menos como curiosa 🙂
No me enrollo más, lo que os quería decir, omitiendo tanto preámbulo, es que pasamos de los 10ºC en Praga a los 30ºC en Budapest, lugar en el que cayó enfermo Jaime… el roce hace el cariño… No esperaríais que me quedara todos los virus para mí. Pero una tarde de baños ardientes y helados en el Balneario Széchenyi solucionan todos los males. ¡Hale, y sin mocos radiactivos!.
Bueno, no adelantemos acontecimientos y sigamos con el relato paso a paso y sobre todo con la información práctica que es lo que os interesa.
Itinerario por Praga y Budapest
Junio 2011
Día 1. Vuelo Madrid – Praga
Nuestro vuelo llega a mediodía a Praga. Una vez en el aeropuerto tomamos un autobús que en 30 minutos nos deja en la estación de tren de la Ciudad Vieja. Tras acomodarnos en nuestro hotel nos acercamos a dar un paseo por el casco histórico y probar varios platos típicos en un pequeño mercado en la Plaza de la Ciudad Vieja.
Vemos que junto al famoso Reloj Astronómico se encuentra el punto de encuentro de los free tours que muestran la ciudad. Como nosotros en este viaje no realizamos ninguna visita guiada no os podemos recomendar ninguna empresa. Pero si has realizado un free tour en alguna de estas ciudades sería muy interesante que nos dejaras un comentario con tu experiencia para poder ayudar a otros viajeros.
Posteriormente durante nuestro roadtrip por Alemania nos aficionamos a conocer sus ciudades de la mano de alguna empresa de free tours, lo cual nos pareció muy interesante para introducirnos en la historia de la ciudad, así que os animamos a ello.
Día 2. Praga: Castillo y Malá Strana
Día 3. Praga: Ciudad Vieja y Barrio Judío
Día 4. Praga: Art Nouveau y Cubismo
Día 5. Tren Praga – Budapest
Unas 8 horas en tren separan estas dos preciosas capitales europeas. Compartiendo vagón con una profesora en un tren bastante anticuado y sin aire acondicionado, tuvimos que recurrir a métodos más tradicionales. Teníais que ver la estampa… ventanas y puertas abiertas para generar contracorriente, pantalones y camisetas remangados y pies descalzos y en alto… Y por supuesto, nosotros incorporamos al cuadro unos improvisados abanicos «made by spaniards» 😀
Día 6. Budapest: Monte Gellért, Castillo de Buda y Bastión de los Pescadores
Día 7. Budapest: Mercado Central, Basílica de San Esteban, Parlamento, picnic en la Isla Margarita y crucero por el Danubio
Día 8. Budapest: Plaza de los Héroes, Parque Városliget y Baños Széchenyi
Día 9. Vuelo Budapest – Madrid
Para los traslados al aeropuerto de Budapest puedes utilizar el transporte público combinando el autobús 100E o 200E con el metro. El precio del billete es de 900 HUF (unos 2,90 €). El trayecto desde el centro se realiza en unos 20 minutos y los autobuses salen con una frecuencia de 20-30 minutos.
Consejos para visitar Praga y Budapest
Conocer las estatuas de Budapest
Mientras recorres esta fantástica ciudad no deberías perderte:
- La Estatua de la Libertad en la colina Gellért
- La Princesita en la playa Vigadó
- Estatua a Roskovics Ignacn
- La estatua de Imre Nagy próxima al Parlamento
- Monumento del Milenio en la Plaza de los Héroes
- Monumento al escritor anónimo junto al Castillo de Vajdahunyad
- Zapatos en la orilla del Danubio, una de las más emotivas conmemoraciones al Holocausto
- Estatua del rey San Esteban, en el Bastión de los Pescadores
Disfrutad de la ópera
La manera más interesante de visitar, tanto la ópera de Praga como la de Budapest, es asistir a alguna de sus actuaciones.
Nuestra recomendación es acudir a la taquilla el mismo día de la representación y comprar alguna entrada de ultima hora en el gallinero por un par de euros. ¡Una ganga!
De esta manera pudimos disfrutar la ópera de Don Giovanni en Budapest y el ballet de Giselle en Praga. Si no habláis italiano ni húngaro os recomendamos mejor espectáculos de danza o conciertos 😉
Podéis consultar la programación en: Ópera Estatal de Praga y Ópera Nacional de Hungría.
Balnearios de Budapest
Budapest también es conocida como la Ciudad de los Balnearios. Antaño sus más de 100 fuentes termales ya eran disfrutadas por lo romanos. Y aunque fueron los turcos quienes terminaron de consolidar el gusto por las termas en la ciudad, hoy día el turista puede seguir disfrutando esta excelente costumbre local. Acabar la jornada turística relajándose en alguno de sus baños termales, ¿quién se querría perder este placer?
Los baños más visitados por los turistas son el Balneario Széchenyi y el Balneario Géllert, básicamente porque son los únicos mixtos de la ciudad. Nosotros optamos por Széchenyi porque queríamos conocer sus impresionantes piscinas al aire libre. Este balneario cuenta además con más de 20 piscinas interiores a diferentes temperaturas. Por tanto planifica unas cuantas horas para disfrutar de este GRAN centro de bienestar.
El balneario abre desde primera hora de la mañana hasta el final de tarde y la entrada tiene un precio entorno a los 10 €. Os dejamos el enlace a la página oficial para que obtengáis todos los datos actualizados en la fecha de vuestro viaje.
Para ambientar un viaje a Praga y Budapest
- Las películas el Ilusionista, Misión Imposible: Protocolo Fantasma, Hannibal: el origen del mal o Jojo Rabbit están rodadas en Praga.
- En Budapest también se rodaron peliculones como Blade Runner 2049 o Gorrión Rojo.
Alojamiento en Praga y Budapest
Hotel Rott, Praga. €€. Muy recomendable.
Cabe destacar de este hotel tanto su inmejorable situación, a escasos metros de la Plaza de la Ciudad Vieja, como el fantástico trato del personal de recepción.
La fachada Art Nouveau del edificio es espectacular y sus sofisticadas habitaciones son muy confortables, aunque el baño debería renovarse.
Una de las noches cenamos en el hotel y nos gustó mucho la comida.
K+K Hotel Opera, Budapest. €€. Muy recomendable.
Elegante y moderno alojamiento junto a la Ópera de Budapest. Tuvimos una estancia muy agradable y confortable. Bien comunicado y céntrico, lo que te permite desplazarte a pie a cualquier punto de interés.