Ha pasado ya casi una década desde nuestro viaje a China, y sin embargo, parece que fue ayer cuando paseábamos sobre la muralla de Xian, oteando el horizonte desde un extremo de la emblemática Ruta de la Seda. Teníamos frente a nuestros ojos la gran extensión de Asia Central y con gran curiosidad nos preguntábamos cómo sería aquella.

El año anterior al viaje al gigante asiático habíamos organizado un viaje de Semana Santa con mi familia para conocer Uzbekistán, pero por desgracia no pudo llegar a materializarse. Durante todo estos años, mi madre, deseosa de cumplir el sueño de conocer Uzbekistán, el epicentro de la Ruta de la Seda, intentó incesantemente visitarlo, pero siempre, por uno u otro motivo, le era imposible. Así fue como en las pasadas navidades decidí regalarle la oportunidad de conocerlo juntas, y de esta manera fue como las dos acabamos allí.

Cuando el kan recibía a los embajadores de las tribus nómadas en su palacio, como muestra de respeto, la recepción se realizaba en una yurta, colocada sobre una plataforma circular en el centro del patio en el que el gobernador realizaba las audiencias.

Nuestro punto de entrada y salida del país será Tashkent, su capital. Desde allí tomamos un vuelo interno hasta el otro extremo del país, Urgench, desde donde realizamos un viaje en tren de regreso a Tashkent visitando las principales ciudades de la Ruta de la Seda: Jiva, Bujará y Samarcanda.

Lo mejor de Uzbekistán

Jiva, un viaje al pasado

La antigua ciudad medieval de Jiva es el lugar que más me ha impresionado de Uzbekistán. Conserva su muralla completa, en cuyo interior atesora un laberinto de callejuelas con magníficos edificios que te transportarán en un viaje a tiempos pasados. Pasear por sus calles es como vivir un cuento de las mil y una noches, tan exótico y vibrante.

Tras muchas destrucciones, reconstrucciones y restauraciones, la ciudadela, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, mantiene un conjunto arquitectónico en el que se respeta la integridad histórica.

Complejo Poi Kalyan en Bujará

Bujará me ha parecido una ciudad realmente interesante. Especialmente por sus antiguos mercados, la gran cantidad de madrasas, el castillo o sus múltiples mezquitas.

Si tuviera que elegir mi plaza favorita de Uzbekistán tengo claro que sería la del complejo Poi Kalyan en Bujará. No es tan fotogénica como la del Registán en Samarcanda, porque ésta es pequeñita y está encajada entre grandiosos edificios que no favorecen una gran vista panorámica, pero es muy coqueta y encantadora.

Necrópolis Shah-i-Zinda en Samarcanda

En Samarcanda disfrutamos de uno de los lugares más impresionantes del viaje: el complejo Shah-i-Zinda, un gran centro espiritual, religioso y cultural de Asia Central. Antiguamente una peregrinación a este lugar podía reemplazar el precepto musulmán que obliga a viajar a La Meca.

El complejo está repleto de mausoleos de una gran belleza arquitectónica, los cuales también son Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

Lo peor de Uzbekistán

Volar con Turkish Airlines

La experiencia con Turkish Airlines ha sido francamente mala. No solo por los retrasos en todos los vuelos, tanto a la ida como a la vuelta, lo cual era algo generalizado ya que en el panel de información del Aeropuerto de Estambul prácticamente la totalidad de los vuelos que se mostraban tenían bastantes horas de retraso e incluso cancelaciones, sino que unas semanas antes de partir modificaron la hora de salida del vuelo de regreso. Debido a esto, al no enviarnos unos nuevos billetes actualizados fue totalmente desesperante poder realizar el check-in. Horas y horas durante días y días perdidos hablando con atención al cliente para que solucionaran el problema. El trato fue pésimo y la falta de puntualidad exagerada. La peor compañía aérea en la que he volado junto con Ryanair.

Cuándo ir a Uzbekistán

El clima en Uzbekistán es bastante extremo, con escasas precipitaciones, las cuales suelen distribuirse durante los meses de invierno en forma de nieve. El verano resulta abrasador, con temperaturas que sobrepasan los 40ºC y llegan a alcanzar en algunos puntos los 50ºC y el invierno es gélido llegando a alcanzar los -20ºC. Por tanto, las mejores épocas para visitar Uzbekistán son los meses de primavera y otoño, concretamente abril y octubre, y por ende la temporada alta, donde encontrarás más turistas. Hasta el momento, Uzbekistán no es un destino masificado por lo que todavía es posible disfrutar tranquilamente del país en su mejor momento.

Itinerario por Uzbekistán

Octubre – Noviembre 2023

Día 1: Vuelo Madrid – Tashkent

Nuestro primer día lo pasamos sobrevolando Europa y parte de Asia. Desde Madrid tomamos un vuelo con Turkish Airlines hasta la capital de Uzbekistán, Tashkent. No hay opción de vuelo directo, tenemos que hacer escala en Estambul. En definitiva son dos vuelos de unas 5 horas aproximadamente cada uno, sin contar los tiempo de escala. Te recomiendo que no cojas escalas de menos de 1 hora en el aeropuerto de Estambul, es muy grande y tendrás que pasar controles de seguridad.

Día 2: Tashkent

La capital de Uzbekistán no conserva grandes monumentos de su esplendor durante la época de la Ruta de la Seda. Actualmente es una gran urbe de estilo soviético donde se desarrolla el principal centro empresarial y económico del país.

Hemos programado este primer día en la capital, principalmente para que sirva como colchón a posibles contratiempos antes de tomar un vuelo interno a Urgench. También nos servirá como toma de contacto a una nueva cultura, cambiar dinero, comprar una SIM con datos, ver cómo se nos da negociar con los taxistas y aprender algunas palabras en uzbeko para saludar y dar las gracias.

A primera hora de la mañana aterrizamos en la Terminal Internacional del Aeropuerto de Tashkent. Pasamos el control de pasaportes rápidamente y en la misma sala de recogida de equipaje sacamos dinero de un cajero automático y compramos una SIM de unos 10Gb por unos 5€ aprox. Os recomiendo llevar dinero en efectivo ya que en los restaurantes y alojamientos menos turísticos no es posible pagar con tarjeta. Nos descargamos la App de Yandex y pedimos un taxi para ir a realizar el check-in a nuestro hotel. Hemos optado por alojarnos junto al aeropuerto, en lugar de en el centro, debido a que mañana tomaremos el vuelo a Urgench de madrugada.

Aún con las 3 horas de retraso de nuestro vuelo, nos queda tiempo para pasear por la ciudad y conocer lo más interesante que nos puede ofrecer:

• Para desplazarnos al centro realizamos una ruta por las paradas de metro más bonitas de la ciudad. Con un billete de metro (0,12€ aprox) puedes ir bajando y subiendo en ellas. Las que más nos gustaron fueron: Oybek – Kosmonavtlar – Paxtakor – Aliser Navoi – Mustaquillik Madydoni – Tinchlik.
• Nos bajamos en la parada del mercado, Chorsu Baazar, callejeamos un poco pero no nos resulta nada atractivo así que nos vamos a almorzar al Restaurante Znamenitiy Lagman Amina y Gulnora, en una bocacalle del mercado, el cual descubrimos por casualidad siguiendo a unos locales. Disfrutamos de una de las comidas más ricas y auténticas del viaje.
• Tras comer dimos un paseo hasta el Complejo Hazrati Imam, donde vimos las primeras madrasas, mezquitas y mausoleos. Es perfecto ver primero estos monumentos ya que son más sencillos que los que visitaremos en el resto del viaje.
• Finalizamos el día paseando por los bulevares comunistas de la ciudad, conectando la Plaza Mustaqillik Maydoni con la Plaza Amir Temur.

Día 3: Desierto Kyzyl Kum, Khorezm

A las 7:00h despegamos de la Terminal Doméstica del Aeropuerto de Tashkent rumbo a Urgench. En una hora y media aterrizamos en Urgench donde nos está esperando nuestro conductor, el cuál nos llevará a conocer las principales fortalezas del desierto Kyzyl Kum y finalmente nos dejará en nuestro alojamiento de Jiva. Hemos contratado el servicio de transporte con la compañía Islamek Travel y nuestra experiencia con ellos ha sido muy satisfactoria. Hemos pagado 10€/persona aprox.

Durante la mañana visitamos: Ayaz Kala, Kizil Kala, Toprak Kala y el lago Akcha-Kul.

La civilización de Khorezm – la más antigua de Asia Central – surgió a mediados del II milenio a.C. en el curso inferior del río Amu Darya, en la frontera con el desierto Kyzyl Kum. Aquí nació la cultura única de Khorezm, tan importante como la de Egipto y Babilonia, que ha dejado un legado invaluable: las ciudades perdidas en las arenas, las grandes fortalezas y una de las religiones más antiguas del mundo, el zoroastrismo.

La tarde la dedicamos a pasear por Jiva, deambulando sin rumbo por sus callejuelas para dejarnos sorprender y embrujar por este mágico lugar. Al atardecer, subimos a la torre de la Fortaleza Kunya-Ark para despedir el día con una preciosa puesta de sol.

Almorzamos en Terrassa Café con unas fabulosas vistas de la ciudad.

Día 4: Jiva

Día 5: Traslado en tren de Jiva a Bujará

Tras desayunar en nuestro alojamiento, tomamos un taxi hasta la estación de tren. Dedicamos la mayor parte del día a desplazarnos en un antiguo tren soviético hasta Bujará (9:12h – 16:17h) cruzando el desierto. El viaje fue muy cómodo y tranquilo. No hay servicio de comidas a bordo, por lo que es recomendable llevar todo lo necesario.

Los dueños de nuestro alojamiento en Bujará nos recogieron en la estación de tren, por un suplemento, y tras realizar el check-in, pasamos el resto de la tarde dando un paseo de exploración por el casco antiguo de Bujará. Cenamos en Temir’s Restaurant.

Día 6: Bujará

Nuestro primer día en Bujará lo dedicamos a visitar a pie el casco histórico, los monumentos que para mí serían los imprescindibles.

Desde nuestro alojamiento comenzamos la visita en la Plaza Lyabi-Hauz. Alrededor de su estanque puedes encontrar varios edificios interesantes: la Madrasa de Nodir Divan-Begi, la Madrasa de Kukaldosh y el Khanako de Nodir Divan Begi, una especie de albergue para peregrinos.

Continuamos nuestro visita adentrándonos en la antigua red comercial de Bujará: Taqi-Sarrafon donde se encontraba la antigua casa de cambio. Seguimos por el Bazar de la Luna hacia una de las primeras Mezquitas Magoki-Attori y posteriormente por los Mercados Taqi-Telpak Furushon, Tim Abdullah Khan y Taqi-Zargaron, disfrutando de los olores de las especias, el colorido de las alfombras y el brillo de las joyas.

Los bazares cubiertos de cúpulas se convirtieron en el símbolo de Bujará y un reflejo de su importancia en la Ruta de la Seda. Estas cúpulas, llamadas «taqi», se erigieron en las intersecciones de 2 ó 3 calles concurridas, dirigiendo el movimiento de la muchedumbre, llevándola hacia la avenida principal y organizando el comercio. Alrededor del espacio central bajo la cúpula había comercios y talleres de artesanos locales. Éstos se encontraban todos interconectados a través de una red de pasajes que les protegían de las inclemencias del clima. Hasta nuestros días, solo cuatro de esas cúpulas han sobrevivido.

Tras dejar atrás el alboroto de los bazares, entramos en la Madrasa de Ulugbek y la Madrasa Mirzo Ulughbeg. (Entrada 0,50€ aprox)

La aspiración hacia el conocimiento es la obligación de cada musulmán y cada musulmana.

Frase del Corán tallada en la puerta de la madrasa de Ulugbek

Desde aquí rápidamente llegamos a la estrella de la ciudad, el Complejo Poi-Kalyan formado por el Minarete de Kalyan, la Mezquita de Kalyan, de la que os recomiendo no os perdáis su interior, y la Madrasa árabe Miri-Arab.

Seguimos el paseo hasta otro imprescindible de la ciudad, la Fortaleza, cuyo interior es muy recomendable. Encontraréis un museo de historia y la Mezquita Jami. (Entrada 2€ aprox)

Justo enfrente de la Fortaleza visitamos la Mezquita Bolo Hauz y siguiendo el parque, el Mausoleo Ismail Samani y Chashmai Ayub. ((Entrada 0,50€ aprox)

Dónde comer: Rakhmons National House, Temir’s Restaurant y Lyabi Hauz Restaurant.

Día 7: Bujará

Dedicamos la mañana a visitar las zonas más alejadas del casco histórico antes de tomar el tren de las 15:45h a Samarcanda.

Antes de abandonar el casco histórico nos dirigimos dando un paseo desde nuestro alojamiento a la Madrasa Chor-Minor, muy llamativa por sus cuatro minaretes.

Desde ahí tomamos un taxi para visitar el Palacio de Verano, Sitorai Mokhi-Khosa, donde recorrimos los diferentes pabellones, los cuales hoy albergan exposiciones, así como sus jardines. (Entrada 2€ aprox). Nuevamente, tomamos otro taxi para desplazarnos hasta el Complejo Memorial Baha-ud-Din Naqshband, lugar de peregrinaje para los musulmanes, compuesto por el mausoleo, una madrasa, dos minaretes y una mezquita.

Tras almorzar en Lyabi Hauz Restaurant y recoger las maletas en nuestro alojamiento, tomamos el tren de 15:45h hacia Samarcanda.

Día 8: Samarcanda

Desde nuestro céntrico hotel, comenzamos la mañana recorriendo los amplios bulevares hasta el Mausoleo de Rukhabad y el Mausoleo de Gur-e Amir. Éste último, obra maestra de la arquitectura medieval de Asia Central, en cuyo complejo se encuentra la sepultura del Tamerlan y del que te recomiendo visitar su interior. (Entrada 2€ aprox). En las callejuelas traseras encontramos el Mausoleo Ak-Saray, que aunque exteriormente es muy discreto debido a que está inacabado, alberga en su interior una preciosa decoración. (Entrada 1€ aprox).

Regresamos por donde hemos venido y seguimos las grandes avenidas hasta la emblemática Plaza Registán. Visitamos el interior del conjunto arquitectónico de sus tres edificios, la Madrasa Tilla-Qori, la Madrasa Ulugbek y la Madrasa Sher-Dor, obras maestras de la arquitectura islámica medieval, las cuales han sido declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. (Entrada 3€ aprox).

Después dimos un paseo hasta la zona del Bazar Siyob donde almorzamos estupendamente en el restaurante Bobur Shashlik. Probamos varias brochetas de carne a la brasa y las tradicionales empanadas de Samarcanda. Tras la comida entramos a conocer la Mezquita Bibi-Khanym y su mausoleo. (Entrada 2€ aprox). Estuvimos echando un vistazo por el bazar y aprovechamos para comprar frutos secos antes de regresar a la Plaza Registán, donde nos deleitamos viendo la puesta de sol. Posteriormente asistimos al espectáculo nocturno de luces, el cuál a mi parecer no merece la pena pagar ya que desde la valla perimetral puede verse sin problema. Lo cierto es que el espectáculo de luces de colores desluce el monumento.

Día 9: Samarcanda

Gracias a que escogimos un hotel muy próximo a la Plaza Registán, al amanecer nos presentamos de nuevo allí, para poder disfrutar del lugar sin turistas. Tras volver a desayunar a nuestro alojamiento continuamos con las visitas desde donde nos quedamos el día anterior, el Bazar Siyob.

Comenzamos visitando la Sinagoga Gumbaz, la cual no nos gustó, por lo que no te la recomendamos. Después visitamos la Mezquita Hazrati Hizr, con unas bonitas vistas panorámicas desde su balconada.

Continuamos paseando hasta llegar a la Necrópolis Shah-i-Zinda, para mí el monumento más impresionante de Samarcanda. El complejo está compuesto por una gran avenida con 11 mausoleos bellamente decorados de los siglos XI y XII. (Entrada 1,5€ aprox).

Tras la visita continuamos hasta el curioso Observatorio de Ulugh Beg, donde aparte de poder verse parte del grandioso sextante, puede visitarse una exposición dedicada al científico. No olvidemos que la cuna de las ciencias que hoy en día conocemos se desarrollaron en Asia Central. (Entrada 2€ aprox).

Antes de tomar el tren de las 16:00h para regresar a Tashkent, decidimos despedirnos de la Plaza Registán y almorzar en el restaurante Emirhan.

Día 10: Regreso Tashkent – Madrid

Tras un corto descanso en el hotel, tomamos un vuelo de madrugada de regreso a casa con escala en Estambul.

Consejos para viajar a Urbekistán

¿Se necesita visado para viajar a Uzbekistán?

En los últimos años Uzbekistán se está abriendo mucho al turismo. Desde luego el patrimonio cultural que alberga va a hacerle posicionarse rápidamente entre los principales destinos turísticos, a la altura de Egipto, India, México o Grecia. Aprovechando su potencial, el sector turístico está creciendo como la espuma y una de las medidas adoptadas ha sido la exención de visado para numerosos países. Por ello, en la actualidad, los ciudadanos españoles pueden visitar el país con fines turísticos sin visado durante un período de 30 días .
Para entrar en el país solamente hay que tener un pasaporte en vigor con una caducidad no inferior a tres meses.

¿Es seguro viajar a Uzbekistán?

Uzbekistán ha sido uno de los países más seguros que he tenido la suerte de visitar. De hecho, me he sentido más segura caminando por la noche por la calle allí que en Madrid.

Cuando comentaba con la gente que mi próximo viaje sería a Uzbekistán con mi madre, solían echarse las manos a la cabeza. ¿Dos mujeres solas en uno de los -stán? Y es ciertamente entendible. A Occidente sólo llega la información de la prensa sensacionalista y adoctrinadora sobre los conflictos bélicos en Afganistán y ya todo lo que acaba sonando a -stán lo relacionamos con eso. Por lo menos espero que dando a conocer destinos de Asia Central, la gente vaya culturizándose y aprendiendo más sobre la realidad de esta región, a través de una información menos sesgada.

Desde luego mi experiencia con la gente del país ha sido francamente buena. He sentido a los uzbekos muy acogedores, honestos y muy respetuosos. Por lo que nos contaron, la familia es muy importante para ellos, especialmente en las zonas rurales. Mantienen un sistema social en el que «el qué dirán» aún tiene un peso crucial. Por ejemplo, los matrimonios siguen siendo concertados, por lo que el comportamiento de tus familiares tiene un peso determinante en el porvenir de tu familia, ya sea para conseguir una buena opción para emparejarte o simplemente para encontrar un trabajo. Tampoco encontramos mendigos y a diferencia de Marruecos, por ejemplo, todo el mundo se veía trabajando.

Como su moneda está tan devaluada acabas llevando un gran fajo de billetes de escaso valor. En uno de los primeros pagos que tuve que hacer confundí un billete de aproximadamente 2€ con uno de 20€. Rápidamente el vendedor lo rechazó y me indicó cual era el correcto. Estoy escribiendo esto desde casa cuando hace escasas horas un «señor» por la calle me ha birlado 20€. Así que definitivamente no, Uzbekistán no es el país en el que deberíamos preocuparnos por la seguridad.

Cómo desplazarte por Uzbekistán

Para desplazarnos por Uzbekistán hemos optado por:

El avión para las distancias grandes: tomamos un vuelo doméstico con la compañía Uzbekistan Airways para conectar Tashkent con Urgench. El vuelo despegó a las 7:00h y aterrizamos a las 8:30h. Nos costó unos 60€ aproximadamente por persona. La web de la compañía funciona en inglés por lo que realizar la reserva no supone un problema. Cuando nosotras viajamos no estaba disponible el check-in online, tuvimos que hacerlo en el mostrador de facturación del aeropuerto. Tened en cuenta que el aeropuerto de Tashkent tiene dos terminales, una para vuelos domésticos y otra internacionales.

El tren para media distancia: realizamos tres trayectos en tren para conectar las principales ciudades de la Ruta de la Seda. Todos los billetes los compramos con antelación en la web de JSC Temir Yollari Uzbekistan, la página oficial de la red ferroviaria del país. Cuando nosotros los compramos sólo estaba disponible en uzbeko y ruso por lo que tuve que echar mano del traductor, sin embargo ahora he comprobado que la web ya está disponible en inglés por lo que todo es más sencillo. Aunque disponen de una gran oferta horaria, te recomiendo que reserves tu billete al menos con un mes de antelación porque algunos trayectos suelen agotarse pronto, especialmente el de Jiva a Bujará.

A continuación os pongo los nombre de las ciudades en inglés para que os resulten más fáciles de identificar en su web.

• De Khiva a Bukhara: aunque el servicio ferroviario del país se está modernizando, concretamente este trayecto aún debe realizarse en un antiguo tren de la época soviética por lo que es muy lento. Se tarda aproximadamente unas 8 horas en cruzar el desierto. En este trayecto tienes la opción de elegir coche-cama en vagón privado, en vagón compartido o un asiento. Nosotras pagamos unos 9€/persona por una cama en litera en vagón compartido e hicimos un viaje muy cómodo. El tren no tiene servicio de restaurante por lo que deberás llevar lo que necesites para comer o beber. Nosotras tomamos el tren de las 9:12h y llegamos a las 17:20h. Si vas justo de tiempo en tu viaje, una buena opción sería realizar el trayecto nocturno. Yo, desde mi insomne experiencia en un tren nocturno en China, trato de evitarlos 😉
• De Bukhara a Samarkand: este trayecto lo hicimos con la línea de alta velocidad, curiosamente en un tren Talgo español. Tomamos el tren de las 15:45h y llegamos a las 17:30h. Pagamos 8€/persona.
• De Samarkand a Tashkent: este trayecto también lo hicimos en la línea de alta velocidad. Tomamos el tren de las 16:00h y a las 18:30h llegamos. Pagamos 11€/persona.

El taxi para las distancias cortas: para desplazarnos desde los aeropuertos y las estaciones de tren al centro de las ciudades tomamos taxis. Si no queréis regatear el precio del servicio podéis usar la aplicación de Yandex.

Cómo comunicarse en Uzbekistán

Gastronomía uzbeka

La sabrosa gastronomía de Asia Central es una fusión perfecta de los mejores platos de sus países vecinos, los cuales tras siglos recorriendo la Ruta de la Seda han dejado a su paso por Uzbekistán estos deliciosos manjares, a los que los uzbekos han aportado su toque particular.

• De China puedes tomar deliciosos dumpling al vapor rellenos de carne especiada (manti) o sopas de noodles gruesos (lag’mon).
• De Rusia, raviolis rellenos de carne en caldo de verduras, (Chuchvara).
• De Turquía las deliciosas dolmas, hojas de parra hervidas rellenas de arroz y carne (do’lma) y los pinchitos de cordero, ternera, caballo o pollo a la brasa (shashlik). Es muy común acompañar la carne con cebolla aliñada con limón. Como entrante es muy común disfrutar de los mezzes, pequeños platillos con encurtidos, humus, verduras salteadas y crema agria.
• De la India sus especiadas samosas rellenas de carne (somsa). Son especialmente famosas las de Samarcanda por utilizar una masa más gruesa, ¡no te quedes sin probarlas! Las del restaurante Bobur Shashlik se cocinan en un horno de leña tradicional y están espectaculares.

El plato tradicional de Uzbekistán es el plov, algo similar a una paella, es un plato de arroz con carne y verduras especiado. Probamos otro plato que nos encantó, pero que no fui capaz de traducir del cirílico, un revuelto de huevo con tomates troceados y carne de caballo, muy rico. En Jiva probamos un plato típico de la zona, Shivit Oshi, unos espaguetis verdes acompañados con un estofado de carne y patata.

Para acompañar las comidas se toma té verde.

El desayuno suele estar compuesto por una tortilla, queso y gumma, unas empanadillas de patata y cebolla. También se sirven muchos pasteles, normalmente de frutos secos.

Para ambientar un viaje a Uzbekistán

• La tercera novela de la saga Conquistador sobre Gengis Khan: Los huesos de las colinas. En este episodio se centra en su conquista del imperio corasmio, el actual Afganistán, Irán y Uzbekistán.
• El documental La ruta de la seda desde el aire.

Alojamientos en Uzbekistán

Os recomiendo que llevéis dinero en metálico debido a que en las casas de huéspedes tradicionales no es posible pagar con tarjeta.

Airport Hotel 24/7, Tashkent. € Muy Recomendable.

Escogimos este alojamiento junto al aeropuerto de Tashkent tanto la primera noche, para tomar de madrugada el vuelo a Urgench, como la noche antes de nuestro vuelo de regreso, ya que está a unos 10 minutos en taxi del aeropuerto. El hotel es pequeño, moderno y el personal fue muy amable. Pudimos pagar con tarjeta y hablan inglés.

Islam Khodja, Jiva. € Muy Recomendable.

Nos alojamos dos noches dentro de la ciudadela de Jiva en casa de huéspedes tradicional. El alojamiento es pequeño, sencillo pero con encanto y con unas vistas espectaculares desde la terraza a uno de los minaretes. Sólo uno de los anfitriones habla inglés, pero todo el mundo fue encantador por lo que pudimos hacernos entender. El desayuno estaba incluido y fue casero y abundante, con platos calientes cocinados al momento. No se puede pagar con tarjeta.

Mukhlisabegim Hotel, Bujará. € Muy Recomendable.

Nos alojamos dos noches en esta casa de huéspedes en el centro de la ciudad. Contratamos con ellos el servicio de traslados desde y hasta la estación de tren por unos 10€. No hablan inglés pero son muy simpáticos e hicieron que resultara sencillo hacernos entender. El desayuno estaba incluido y fue casero y abundante, con platos calientes cocinados al momento. Las habitaciones son sencillas pero disponen de lo necesario para estar cómodo. Con sencilla no me refiero a la decoración, ya veréis que en Uzbekistán los interiores son bastante recargados, me refiero a los servicios. No se puede pagar con tarjeta, pero fue muy económico, 28€ la habitación doble con desayuno por noche.

Sangzor Boutique Hotel, Samarcanda. € Muy Recomendable.

Pasamos dos noches en este moderno hotel estilo occidental. Teníamos incluido desayuno tipo buffet con muchas opciones tanto locales como occidentales. El personal hablaba inglés y pudimos pagar con tarjeta. La ubicación, muy cerca de la Plaza Registán, es perfecta.