Teníamos programado para el 2015 un gran roadtrip con la idea de recorrer toda la península italiana, pero por cosas de la vida, al final solo pudimos disponer de unos pocos días de vacaciones . Como se dice, no hay mal que por bien no venga y es que, en este caso, nos alegramos de que así fuese. Italia es un país que nos encanta y por eso, desde entonces, nos dedicamos a conocerlo en pequeñas escapadas. Un viaje que no queremos que acabe nunca 🙂 🙂 En esta ocasión escogimos recorrer las regiones italianas de la Emilia-Romaña y la Toscana, para nosotros de las más bellas de Italia.

Fueron unos días cargados de arte, villas medievales y renacentistas, abadías románicas, castillos, una gastronomía deliciosa y una hermosa luz que incita al enamoramiento, ¡no solo de Italia sino también de tu compañero de viaje! 😉  Y es que junto al Véneto y Croacia, la Toscana es una de las regiones más románticas de las que hemos conocido hasta el momento.

Si queréis ambientar vuestra lectura con música sólo tenéis que clicar en el siguiente vídeo y continuar leyendo el post.

Lo mejor de la Toscana y la Emilia-Romaña

Los pueblos toscanos

Los pueblos toscanos son muy hermosos, pequeñas villas medievales, renacentistas y etruscas asoman sobre  idílicas colinas cubiertas con zigzagueantes hileras de cipreses y campos de viñedos. Los siguientes pueblos  nos resultaron inolvidables: San Gimignano, por su ciudadela medieval plagada de “rascacielos”; Lucca, hermosa y elegante con sus intactas murallas; Montepulciano, con  sus calles plagadas de palacios renacentistas y los bellos paisajes que la rodean;  Arezzo, con  su preciosa y cinematográfica plaza; y Pienza, magnífico conjunto urbanístico renacentista.

La gastronomía de la Toscana y la Emilia-Romaña

La gastronomía, de estas regiones, es realmente impresionante. En la Emilia-Romaña podréis disfrutar entre otros platos de los embutidos (mortadela de Bolonia, salame y prosciutto), spaguetti al ragú (espagueti a la boloñesa), pasticcio di maccheroni (pastel de macarrones), cappelacci di zucca (pasta rellena de calabaza) y polpettas (albóndigas). La Toscana no se queda corta con los piccis con sardinas (una variante de los espaguetis hechos a mano), la trufa, la bistecca alla Fiorentina (chuletón de ternera), la trippa alla Fiorentina y el lampredotto (callos), y el cantucci e vinsanto (galletas duras con vino dulce).

Bolonia y Florencia

Entre las ciudades destacan Bolonia y Florencia. Uno de los principales atractivos de Bolonia es la intensa y animada vida universitaria que abarrota sus calles,  en su mayoría porticadas y que esconden multitud de secretos. Florencia, la mayor despensa de arte renacentista del mundo, ha sabido mantener su esplendor del pasado: el Ponte Vecchio, la perfecta cúpula del Duomo o la Piazza della Signoria con su colección escultórica al aire libre, lugares y momentos imposibles de olvidar.

Lo peor de la Toscana y la Emilia-Romaña

Tiempo insuficiente

No haber tenido más tiempo para explorar la región. Se trata de un destino que se saborea mejor con calma, por eso nos hubiera gustado poder vivirlo con más tiempo. Recorrer a pie los senderos que conectan los pueblecitos y dejarnos llevar sin rumbo de aquí para allá, simplemente disfrutando del placer de deambular.

¿Cuándo ir a la Toscana y la Emilia-Romaña?

Os recomendamos realizar este viaje a finales de la primavera o del verano, (mayo, junio y septiembre) incluso en octubre si ese año el clima veraniego se alarga, para aprovechar los largos y cálidos días de sol y evitar los meses más concurridos y calurosos del verano. Nosotros teníamos previsto visitarlo en septiembre, pero como tuvimos que cambiar el viaje y solo podíamos coger tres días nos fuimos en el puente de mediados de octubre para hacer un viaje más largo.

El brillo multicolor de la luz que baña las praderas, la luz colándose por las ventanas de las abadías o los atardeceres rojizos… Sin duda se trata de un destino en el que la luz marca la diferencia.

Itinerario por la Toscana y la Emilia-Romaña

Octubre 2015 

Día 1. Vuelo Lisboa – Milán y traslado en coche a Bolonia. Primeros pasos bajo los pórticos de Bolonia. Empezando a descubrir los secretos de la ciudad roja.

Día 2. Rávena y Ferrara: un mundo de mosaicos y castillos. Por la tarde seguimos descubriendo secretos en Bolonia.

Día 3. Florencia: saboreando los placeres fiorentinos en el Mercato Centrale, Piazza di San Lorenzo, Piazza del Duomo, Batisterio, Basílica di Santa Maria Novella, Piazza  della Signoria (nuestro lugar favorito de la ciudad) y Ponte Vecchio.

Día 4. Ya totalmente enamorados de Florencia: Piazza San Marco, Piazza della Santissima Annunziata, desde las alturas en la cúpula del Duomo, menudas vistas en la Piazzale Michelangelo, Palazzo Pitti y Piazza della Republica.

Día 5. “La vida es bella” en Arezzo, retrocediendo al pasado en Cortona, el tranquilo Eremo Le Celle y anochecer en Montepulciano. Noche romántica y fantástica cena en una idílica fattoria.

Día 6. Un día en la Toscana más rural: la renacentista Pienza, el frescor de Bagno Vignoni, la vinícola Montalcino y la luminosa Abbazia di Sant’Antimo. Paseo nocturno en Siena.

Día 7. Recorriendo la medieval  Siena, las enigmáticas ruinas de la Abbazia di San Galgano y el Manhattan medieval de San Gimignano. Noche y cena espectacular en Volterra.

Día 8. Mercados callejeros en Volterra, Pisa, mucho más que una torre inclinada  y pedaleando por  la muralla de la sorprendente Lucca.

Día 9. Explorando los bellos rincones de Lucca. Vuelo de vuelta Milán – Lisboa.

Consejos prácticos pata viajar a la Toscana y la Emilia-Romaña

Conducción por la Toscana 

La mejor manera de realizar este viaje es en coche, ¡y si es en un Fiat 500 mejor!

Nuestras  carreteras escénicas favoritas por la Toscana fueron:

-Al sur de Siena se puede disfrutar de un paisaje mágico de suaves colinas verdes regado por una luz increíble: las Crete Senesi. Recorrimos la SS438 que une las localidades de Taverne de D’Arbia y Asciano.

-Las carreteras secundarias que comunican Pienza con Monticchielo y este último con Montepulciano son espectaculares. Caminos zigzagueantes delimitados con cipreses conducen hasta preciosas villas que salpican las colinas.

-La carretera que comunica San Quirico d’Orcia con Bagno Vignoni permite contemplar el delicioso Valle de Orcia, plagado de viñedos y olivares.

Galería de los Uffizi

Había viajado con mi familia a la Toscana hacía algunos años, por lo que este viaje lo organizamos seleccionando lo que más me gustó del primer viaje y que quería que Jaime conociera, completando con la región de la Emilia-Romaña y algunos pueblecitos toscanos que ambos teníamos muchas ganas de conocer. En esta ocasión no visitamos la Galería de los Ufficci y la Academia, pero si sois amantes del arte, os recomiendo ambas ya que son una auténtica joya.

Rávena, la ciudad de los mosaicos

Para visitar los monumentos declarados Patrimonio de la Humanidad en Rávena, la ciudad de los mosaicos, disponéis de una entrada combinada que por 9,50 € os permitirá conocer el Museo Arcivescovile (Cappella di Sant’Andrea e Cattedra d’Avorio di Massimiano), el Battistero Neoniano, la Basilica di Sant’Apollinare Nuovo, la Basílica di San Vitale y el Mausoleo di Galla Placidia). Tenéis un video en la web oficial que muestra la preciosidad de mosaicos que podréis ver.

Abazzi di Sant’Antimo

Dicen que por la mañana los efectos de la luz sobre la Abazzia di Sant´Antimo son increíbles, por lo que si podéis visitadla a primera hora. A nosotros, por más que lo intentamos, nos fue imposible cuadrarlo para visitarlo a esa hora y… los lugareños nos lo estuvieron recordando hasta la saciedad 😛 “Si la hubierais visto esta mañana…”

Pueblos toscanos 

En la Toscana existen multitud de pueblecitos, todos ellos maravillosos, pero como siempre el tiempo es limitado, por lo que tras investigar mucho, nos decidimos por los que aparecen en el itinerario. Las grandes sorpresas del viaje fueron Bolonia y Lucca, que resultaron aún más bonitos de lo que habíamos imaginado tras ver imágenes antes del viaje.

Gastronomía de la Toscana y la Emilia-Romaña

Reservad tiempo para deleitaros con la comida, cena y… merienda. Sí, merienda. Un heladito por la tarde mientras paseas por un pueblecito toscano convierte la experiencia en un gran placer 😉 Éste es un destino para disfrutar de los sabores de la región,  no os importe emplear tiempo en ello.

En el apartado de Lo mejor tenéis más información sobre ello.

No os olvidéis de probar el galardonado helado de Santa Fina en la Heladería Dondoli de la Piazza della Cisterna en San Gimignano, el mejor helado que he probado. Elaborado con crema de azafrán, garrapiñada y piñones, ¡¡simplemente espectacular!! Si vais traedme un poquito, ¡aún sueño con él! 😀

Si disfrutáis del vino (no es nuestro caso), las tierras de la Toscana son ideales para ello. Entre sus tintos más reconocidos se encuentran los “Chianti”, el “Brunello di Montalcino”, el “Vino Nobile di Montepulciano” y el “Carmignano”. Nosotros compramos Brunello di Montalcino para la familia y les gustó mucho.

Alojarse en la Toscana: Agroturimos

Para alojaros en la Toscana os recomendamos que aprovechéis las múltiples ofertas de agroturismo. Alojarse en una granja a las afueras de las villas medievales, rodeados de naturaleza, campos de cultivos…es muy relajante. Nosotros escogimos una granja a las afueras de Montepulciano y se convirtió en una experiencia inolvidable. Estuvimos alojados en una preciosa casita en la que sólo se hospedaban un par de parejas más y la familia propietaria de la granja, los cuales fueron encantadores, con un trato muy familiar. El desayuno y la cena nos parecieron deliciosos, todo de elaboración casera con productos de la propia granja. Recuerdo pasear por los campos de los alrededores y me siento flotar…

Para ambientar el viaje a la Toscana y la Emilia-Romaña

– La hermosa película y BSO de “La vida es bella” rodada en Arezzo.

– La película “Bajo el sol de la Toscana”, una comedia romántica rodada en Cortona.

– La película “El paciente inglés”, cuyos frescos corresponden a los de la Capilla Bacci, en la Basílica de San Francisco de Arezzo.

– El recopilatorio de óperas “Tuscany: A Romantic Journey”.

Alojamientos en la Toscana y la Emilia-Romaña

Savhotel, Bolonia. €€. Muy recomendable.

Nos alojamos dos noches en este fantástico hotel. Habitaciones modernas y elegantes. Muy buen desayuno buffet. Se encuentra fuera del casco antiguo pero tiene parada de autobús al lado del hotel y éste te lleva al centro. Parking gratuito.

Opera B&B, Florencia. €€. Recomendable.

Pasamos dos noches en este agradable Bed & Breakfast. El desayuno incluido era rico y variado. Estaba ubicado en un edificio antiguo a unos 15 min andando del centro, pudimos aparcar sin problemas en las calles aledañas al alojamiento.

Fattoria San Martino, Montepulciano. €€€€. Fantástico.

Idílica estancia de una noche en una granja rodeada de naturaleza. Decorado con mucho gusto y con todo lujo de detalles. Trato excelente y muy familiar. Cena vegetariana y desayuno excelentes, con productos orgánicos. Experiencia inolvidable.

Soggiorno Lo Stellino, Siena. €. Aceptable.

Nos alojamos una noche en este correcto hotel a las afueras de Siena. Se necesita coche para llegar al centro de la ciudad. Dispone de parking gratuito. Desayuno correcto. No encontramos nada más céntrico… seguro que podéis encontrar opciones mejores.

La Foresteria, Volterra. €. No recomendable.

Pasamos una horripilante noche en este “alojamiento”. Nos pareció estar en el hotel de la peli “El resplandor” después de un holocausto zombie, jajaja, los pasillos y habitaciones estaban prácticamente desprovistas de mobiliario, había hasta eco. Llegar fue una odisea, se encuentra en la periferia del pueblo y las coordenadas eran incorrectas. Para ir al centro teníamos que coger el coche. Parking gratuito.

Lucca in Villa Lucrezia, Lucca. €€. Muy recomendable.

Nos encantó este hotel-boutique. Una preciosa villa reformada con mucho estilo en la que pasamos la última noche del viaje. La ubicación es inmejorable, junto a la Porta Elisa, puerta de entrada al casco antiguo de la ciudad. Dispone de parking gratuito en un jardín interior, el acceso puede ser algo complicado si el parking está prácticamente lleno. El personal fue muy simpático, aunque algo lento con el check in.