

Si bien es cierto que para llegar al Parque Nacional de Corcovado hay que destinar bastante tiempo ya que se encuentra un tanto apartado, es el que aporta la experiencia más autentica de contacto con la selva. En nuestro caso se ha convertido en nuestro favorito de Costa Rica ya que pudimos adentrarnos en un bosque primario, ver muchos animales, entre ellos grandes mamíferos, y fue la experiencia más real de contacto con la selva.
Ya que no tiene un fácil acceso, te recomendamos que pases como mínimo 2 ó 3 días para que merezca la pena el esfuerzo y principalmente porque el lugar los merece.
Indice
En la Península de Osa, el Parque Nacional de Corcovado tiene dos puntos principales de acceso: Puerto Jiménez y Bahía Drake. Nosotros optamos por ésta última ya que nos pareció más atractiva.
Para llegar a Bahía Drake tenemos dos opciones: acceder por carretera en un 4×4 o llegar navegando.
Llegar por carretera en temporada seca es completamente factible, eso sí, es imprescindible un vehículo 4×4. Se han instalado puentes en todos los cruces de los ríos por lo que ya no se requiere vadearlos. El trayecto suele llevar unas 4 horas y por lo que nos comentaron unos chicos que conocimos allí y llegaron de esta manera, las 3 primeras horas el camino está bastante bien pero la última hora el camino se encuentra bastante mal. En temporada de lluvias deberías ponerte en contacto con tu alojamiento para que te indiquen el estado del camino.
Para tomar el bote debemos dirigirnos al muelle de Sierpe, desde allí tendremos en torno a 1 hora de navegación. Primero surcaremos los manglares del río Sierpe y después saldremos a mar abierto para recorrer la costa hasta la población de Agujitas. El trayecto, por supuesto, precioso.
Reservar el bote no es imprescindible pero sí muy recomendable. En vuestro alojamiento se encargarán de ello y de confirmaros los horarios disponibles. Para que os hagáis una idea aproximada, cuando nosotros estuvimos eran estos:
Todos los días a las 11:30h y a las 15:30h de Sierpe a Drake. El viaje de vuelta a las 07:15h o a las 14:30h.
El precio de billete es de 20$/persona sólo ida. Y el parking para dejar el coche en Sierpe cuesta 10$/día.
No está permitido el acceso al parque sin un guía, por tanto, tendrás que contratar las actividades con alguna empresa local. Las actividades más populares en el parque son:
También dispones de la opción de pernoctar en las estaciones o en la selva combinando la visita a las distintos sectores.
Para nuestro primer día en el Parque Nacional de Corcovado contratamos una excursión para visitar conjuntamente la estación de La Sirena y la de San Pedrillo. Pasamos el día completo explorando el parque recorriendo unos 20 km.
A las 7:00h nos encontramos con nuestro grupo en la playa y tomamos un barco que nos lleva hasta la estación de La Sirena. La navegación es muy bonita, con vistas de la costa y de algunos islotes donde anidan fragatas. Desembarcamos en la playa y pasamos un control de seguridad de acceso al parque. En La Sirena esta totalmente prohibido introducir nada de comida o bebida sólo se permiten botellas de agua recargables. Tampoco puedes pulverizarte con repelente en el interior del parque por lo que si lo necesitas puedes hacerlo en la playa.
Pasamos unas tres horas recorriendo unos 5 km de senderos que hay alrededor de la estación. Los caminos son muy cómodos: anchos, llanos y lisos. Vamos caminando muy despacio parándonos continuamente a ver animales y escuchar las explicaciones de nuestro guía, las cuales fueron fantásticas. Hacemos un descanso en la estación donde puedes recargar las botellas con agua potable o comprar algo para tomar en una pequeña cafetería.
En el sector de La Sirena avistamos los siguientes animales: guatusas, monos aulladores, monos capuchinos, monos araña, pizotes, perezosos, tapires, murciélagos, anolis, basiliscos, camaleón, mariposas, cangrejos, arañas, termitas, pavos, búhos, tucanes, papagayos, garzas y muchas otras aves que no recuerdo el nombre.
Después volvimos a tomar el bote y nos dirigimos al sector de San Pedrillo. Almorzamos una tortilla con ensalada de arroz y nos adentramos de nuevo en la selva. Desde esta estación caminamos unos 12-15 km por senderos más estrechos, con continuos subes y bajas y donde los animales son más esquivos. Por ello la visita se centra en descubrir los secretos que esconde la vegetación, realmente sorprendentes, y aprender cómo diferenciar los bosques primarios de los secundarios.
En el sector de San Pedrillo avistamos los siguientes animales: cocodrilos surfeando las olas, pelicanos, iguana, serpiente, papagayos, monos aulladores y monos tití, éstos últimos nos lanzaron ramas.
Sobre las 16:00h el bote nos recogió en otra playa y nos llevó de regreso a Agujitas. Para cenar probamos el restaurante Casa El Tortugo, donde la comida estuvo bastante bien y el lugar era muy agradable junto al río.
En nuestro segundo día en el Parque Nacional de Corcovado contratamos una excursión para realizar una caminata más largas y menos convenciona. Elegimos para este día conocer el sector de Los Planes, en una excursión de día completo en los que recorrimos unos 20 km.
A las 7:00h nos recogen en 4×4 en la puerta de nuestro alojamiento y nos dirigimos a la entrada del sector Los Planes. Pasamos el día inmersos en las profundidades del bosque primario descubriendo como es la vida en la selva. El guía nos encanta, un señor que ha vivido en y de la selva durante toda su vida. Los caminos de este sector son irregulares, con fuertes desniveles y se requiere cruzar varios ríos. Una experiencia más aventurera que nada tiene que ver con la del día anterior.
Para mitigar el calor, 36ºC, y una humedad altísima, nos dimos un chapuzón en una cascada muy bonita. Y para almorzar tomamos una tortilla con una ensalada de pasta. De postre el guía nos dio a probar unos frutos que recogió de unos árboles: guabas.
En el sector de Los Planes avistamos los siguientes animales: pavos, serpiente terciopelo, muchas ranas, guacamayos, garzas, anolis, monos y muchas garrapatas que nos llevamos con nosotros 😀
Sobre las 16:00h el 4×4 pasó a recogernos por un nuevo punto de encuentro. Para cenar probamos unos calamares en el restaurante La Choza, pero no nos gustó mucho.
Para nuestro último día habíamos pensado hacer snorkel en Isla de Caño pero como un par de días antes ya lo habíamos probado durante el avistamiento de ballenas en el Parque Nacional de Marino Ballena decidimos cambiarlo para realizar por nuestra cuenta el sendero que lleva a la playa de San Josecito, que sale desde el pueblo donde nos alojábamos, Agujitas.
Este sendero no se encuentra dentro del parque por lo que no tienes que llevar guía ni comprar entrada. El sendero es llano y fácil de caminar, va pegado a la costa pero protegido del sol por la frondosa selva. Son unos 20 km ida y vuelta por lo que algunas personas contratan un bote para que los lleve hasta la playa y después sólo tienen que caminar de regreso.
La excursión merece la pena, pasas durante el camino por unas playas preciosas donde puedes darte un baño para mitigar el calor. Casi llegando a playa San Josecito te encuentras la desembocadura del río Claro, un lugar realmente espectacular. No es recomendable cruzar el río cuando la marea está alta ya que hay cocodrilos. En esos casos encontraréis un chico con una barca que os cruzará por un par de dólares. También podéis consultar las mareas como hicimos nosotros y cuadrar el cruce de ida y vuelta con marea baja.
Por la mañana tomamos un desayuno espectacular en el restaurante Calypso y después echamos toda la mañana disfrutando de las preciosas playas. Tal y como nos pasó en Camboya, cuando nos adentramos solos en la selva se nos une un perrete que nos acompaña durante todo el recorrido. Ya que nos fue tan útil la última vez de guía decidimos seguirle, pero en esta ocasión el perro no quería ir delante de ninguna de las maneras. Cuando nos cruzamos con una serpiente en el camino entendimos el por qué. Durante el trayecto encontramos otros animales más amistosos que la serpiente, como papagayos y monos, aunque éstos últimos no fueron realmente muy simpáticos cuando se bajaron de los árboles e intentaron raptar al perro.
Regresamos sobre las 15:00h para comer en Claudio’s Grill, donde almorzamos un pescado con mariscos delicioso. Por la tarde estuvimos disfrutando de una agradable lectura en las hamacas de nuestra maravillosa terraza.
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Una aventura alucinante, al convinar distintos ecosistemas, que permiten ver distintos animales y realizar muchas actividades .
Gracias por compartir tantas experiencias
¡Gracias a ti por tu comentario! Ha sido un lugar alucinante. Un beso!
Viajes maravilloso para disfrutar de la selva y sus animales. Tienes que tener el sentimiento de estar en las orígenes de la vida del hombre sobre la tierra.
Sí así es, es como sentirte una parte más de la naturaleza, reconectarte con ella. Un abrazo!