Día 2: Dinan y Saint-Malo

Hoy visitaremos dos de los puntos fuertes del viaje a la Bretaña.

Tras aparcar en el centro de Dinan nos encaminamos al centro histórico, concretamente a las plazas des Merciers y des Cordeliers donde comenzamos a disfrutar de un bello conjunto de casa con entramado de madera. Tras pasar por la Torre del Reloj, ponemos rumbo a la calle Jerzual, una autentica joya. Vamos lentamente contemplando sus fachadas y puertas medievales hasta llegar al puerto.

Regresamos nuevamente por la calle Jerzual y desde ésta nos desviamos para realizar el recorrido por la muralla. Nos empieza a entrar hambre, así que tras ojear la oferta de restaurantes nos decantamos por Au bout de la ligne, donde almorzamos muy bien.

Por la tarde nos trasladamos hasta Saint-Malo. Nos resulta complicado encontrar un parking libre cercano al centro ya que hay bastante gente, pero con un poco de paciencia lo conseguimos.

Cuando llegamos encontramos la marea baja así que aprovechamos que recorremos el paseo marítimo por la playa. Al llegar al Castillo nos acercamos a la oficina de turismo a tomar un mapa (también disponen de audioguía en inglés y francés). Con toda la información disponible subimos a la muralla y comenzamos nuestro recorrido circular por la ciudadela. Las vistas hacia el mar y al interior de la ciudad son muy bonitas. Bajamos a la playa en el fuerte de Petit Be y de Grand Bé, pasamos por la piscina de Bon Secours y volvemos a subir a la muralla para ver el Bastión de los Holandeses. El resto del itinerario lo hacemos por las murallas hasta que completamos la vuelta. A través de la Grand Porte accedemos al interior de la ciudadela y callejeando buscamos una creperia para merendar. Después seguimos deambulando un rato para ver qué se esconde en cada rincón.

Cuando nos cansamos tomamos la camper y ponemos rumbo a Tréguier donde dormiremos esta noche.

Puedes obtener más información sobre cómo organizar tu visita en el siguiente artículo.