Tras desayunar nuestro primer gallo pinto en nuestro alojamiento en los alrededores del aeropuerto, tomamos nuestro pequeño todoterreno y ponemos rumbo al Parque Nacional Manuel Antonio.

La carretera está muy bien, asfaltada y con pocos baches y con un par de tramos con peaje que en total no ascienden a más de 10$. De camino pasamos por el puente del Río Tarcoles, donde pueden verse cocodrilos.

Llegamos sobre las 10:00h y aparcamos en uno de los múltiples parkings privados que hay en la entrada por unos 5$. Es recomendable que reservéis la entrada con antelación en la página oficial de los parques nacionales.

El Parque Nacional de Manuel Antonio es el más popular entre los turistas, esto se debe a que es el más cercano a la capital y sus senderos están muy adaptados para caminar. Es la opción más cómoda para ver animales. Para nosotros no ha sido de los parques que más nos han gustado.

Nuestra idea es realizar todos los senderos a excepción de Catarata Estacional Trail ya que la cascada está seca. Comenzamos por el sendero El Manglar caminando sobre una plataforma de madera elevada y vemos los primeros reptiles, algunas iguanas y lagartos además de guatusas, unos pequeños roedores.

Enlazamos con el sendero Perezoso donde gracias a algunos guías que encontramos por el camino divisamos perezosos en un par de ocasiones. Son muy amables y aunque no hemos contratado ningún tour nos dan información y nos permiten utilizar su telescopio para verlos en detalle.

Continuamos por el sendero Miradores donde tenemos nuestro primer encuentro con un grupo de monos capuchinos de cara blanca. Además nos encontramos unas mariposas preciosas hasta llegar a un par de miradores donde se disfrutan bonitas vistas de la costa. Regresamos por el sendero Congos y hacemos un alto para darnos un chapuzón en playa Gemelas. La intención es refrescarnos porque hace mucho calor pero el agua es un caldito, ¡ay, mi querido Atlántico! ¿dónde estás ahora que tanto te necesitamos?.

Seguimos por el sendero Puerto Escondido pero encontramos el acceso final al mirador cortado por obras, así que regresamos por el sendero Playas Gemelas. Al llegar al cruce nos desviamos por el sendero Playa Manuel Antonio donde encontramos de nuevo un gran grupo de monos capuchinos de cara blanca y muchas iguanas.

Como el sendero Punta Catedral también está cerrado por obras decidimos relajarnos un ratito en la playa, eso sí, sin quitarle el ojo a las inmensas iguanas que no dejan de aparecer.

El camino de regreso a la puerta de acceso lo hacemos por la Playa Espadilla Sur y el sendero El Manglar donde vemos algunas aves muy bonitas.

Sobre las 15:00h salimos del parque y nos vamos a comer al restaurante Rico Tico. Comemos bien aunque algo caro y al terminar ponemos rumbo a nuestro hotel en Uvita. La piscina del hotel está abierta hasta las 21:00h así que nos damos un chapuzón antes de irnos a dormir.