

![]() Tipo | ![]() Distancia | ![]() Desnivel | ![]() Esfuerzo | ![]() Técnica |
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Circular | 23 km | 1250 m | Moderado | Orientación |
El Valle de Bujaruelo no se encuentra en el interior del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido pero pertenece a su zona periférica, conformando entre ambas zonas la Reserva de la Biosfera de Ordesa-Viñamala. Una de las excursiones más impresionantes que podéis realizar desde el refugio de Bujaruelo es la circular de los Valles de Otal y Ordiso.
La ruta comienza en el refugio de Bujaruelo. Nosotros hemos pasado la noche previa en el camping de San Nicolás de Bujaruelo, ubicado junto al refugio. Desde este lugar pueden iniciarse varias rutas de senderismo interesantes, como por ejemplo el Ibón de Bernatuara o la subida a la Brecha de Rolando cruzando el collado de Bujaruelo.
Justo antes de cruzar el puente románico de San Nicolás de Bujaruelo, a la izquierda se inicia una cómoda pista que discurre junto al río Ara hasta el puente Oncins. Continuamos por esta pista que ascendiendo con una ligera pendiente nos lleva hasta el Valle de Otal. Por el camino encontramos muchas familias disfrutando de un agradable paseo en bici.
Recorremos las idílicas praderas de Otal hasta llegar al fondo del valle, donde comienza un fuerte ascenso remontando las cascadas. A partir de este punto, el escaso tránsito ha permitido que la vegetación devore el sendero, haciendo complicado seguirlo.
En una continua y empinada subida ponemos rumbo al Collado de Ordiso, el cual nos permitirá cruzar al valle de Ordiso. Se hace complicado encontrar la señalización e incluso el sendero, sobre todo en la parte más alta, pero tras muchos despistes conseguimos mantener el rumbo ya sea por el sendero o campo a través. La pena es que en uno de los despistes nos saltamos el Ibón de Ordiso…
Las vistas del Valle de Otal son brutales
Tras darnos cuenta de que nos hemos pasado el desvío al ibón, decidimos parar a almorzar junto a las marmotas. Pero la pena nos dura poco al verlas corretear 😉
Cruzando el collado se muestra ante nosotros el salvaje Valle de Ordiso, con unas cascadas impresionantes al fondo. Como perdemos nuevamente el sendero para bajar atrochamos campo a través. Pero ojito, ¡casi piso una serpiente enroscada entre la maleza! Con el susto en el cuerpo nos damos un sprint que nos hace llegar a las cascadas en un periquete :S
El resto del camino recorre el fondo del Valle de Ordiso y es mucho más fácil de seguir. Descendemos raudos y sin esfuerzo gracias a la adrenalina de habernos topado con la serpiente. Es una pasada como se agudizan los sentidos, cada animalillo moviéndose entre la vegetación es un micro infarto, jaja… A nuestro paso encontramos una casa en ruinas, el puente de Ordiso y finalmente la pista que comunica el refugio de Ordiso con el de Bujaruelo.
No entiendo como puede estar tan poco transitada esta ruta por los Valles de Otal y Ordiso. Es realmente espectacular y desde que abandonamos el fondo del Valle de Otal no hemos encontrado absolutamente a nadie.
Puedes descubrir más rutas por el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido aquí.
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