Día 5: Josselin y Rochefort-en-Terre

Llegamos a Josselin atraídos por su famoso castillo y descubrimos uno de los pueblos más bonitos de la Bretaña.

La estampa del castillo a orillas del río Oust es imponente, con un claro diseño defensivo. Pero como decíamos, el castillo no es lo único que vale la pena visitar en Josselin, el casco histórico, aunque es muy pequeñito es realmente encantador. Las calles están flanqueadas por antiguos edificios de piedra que desembocan en plazoletas pintorescas. Un paseo relajado y sin rumbo es una delicia.

Para despedirnos de la Bretaña francesa nos dirigimos a Rochefort-en-Terre, otra pequeña aldea con mucho encanto. Rochefort también cuenta con un castillo que aunque no es tan impresionante es interesante para dar un paseo por sus jardines, además de la pequeña iglesia de Nuestra Señora de la Tronchaye y la preciosa Place du Puits, el corazón del burgo medieval.

Puedes obtener más información sobre cómo organizar tu visita en el siguiente artículo.