Saõ Miguel, en las Azores, conocida como la “isla verde”, no podía sino mostrarnos todas las tonalidades de este bello color en un paisaje plagado de cráteres volcánicos ocupados por lagos, en bosques de laurisilva y en campos de cultivo.

Saõ Miguel es la isla más grande del archipiélago portugués de las Azores. Es conocida por su exuberante vegetación, sus paisajes volcánicos y por ser uno de los mejores lugares del mundo para la observación de cetáceos.

Aunque hayas viajado por medio mundo, la isla de Saõ Miguel no te defraudará y nos atreveríamos a decir que en general las islas Azores no lo harán, si bien por el momento ésta es la primera isla del archipiélago que conocemos.

La isla nos ha parecido maravillosa para aquellos que busquen relax, dejar atrás el estrés del día a día o para los amantes de la naturaleza, pero aunque pueda resultar inesperado no la recomendaríamos como viaje de senderismo. Los senderos discurren por lugares de gran belleza y ofrecen agradables paseos por la naturaleza, pero aquel que busque en el senderismo retos o algo más de aventura podría sentirse decepcionado.

Si queréis ambientar vuestra lectura con música sólo tenéis que clicar en el siguiente vídeo y continuar leyendo el post bajo el mar 🙂

Lo mejor de Saõ Miguel, Azores

La Lagoa do Fogo

Es posible que la escurridiza Lagoa do Fogo se os resista a la vista, ya que la niebla es muy frecuente en esta zona, pero no desistáis en el intento de verla, el esfuerzo merece totalmente la pena. En el apartado de consejos os daremos algunas recomendaciones para ayudaros a tener más posibilidades de verla. Para disfrutar de ella disponéis de cuatro miradores oficiales y de la ruta de senderismo PRC2SMI Praia – Lagoa do Fogo.

Nuestra recomendación para disfrutarla es conducir hasta el primer mirador que encontrareis en la carretera que llega desde la Caldeira Velha, y bajar a pie hasta la orilla de la laguna para recorrerla por su orilla. Para nosotros ha sido lo más espectacular del viaje 😉 Las gaviotas pueden resultar un poco agresivas, sobre todo si lleváis jamón ibérico, ¡tened cuidado! 🙂 🙂

La Caldeira das Sete Cidades

Aunque son las vistas más conocidas de la isla, que por algo será…, la Caldeira das Sete Cidades no deja a nadie indiferente. Una caldera impresionante que se formó durante una gran erupción en tiempos prehistóricos. Dentro de la caldera hay, aparte de tres pequeñas lagunas, dos grandes lagos; uno de cristalinas aguas verdosas y otro de asombrosas aguas azules, separados ambos tan sólo por un estrecho camino. Este efecto de colores es realmente espectacular cuando la luz del sol incide en ellos. Disponéis de numerosos miradores con vistas al cráter: el Miradouro da Vista do Rei; junto al que encontraréis un hotel en ruinas, el Monte Palace, desde cuya terraza, si es que os atrevéis a entrar, tendréis unas preciosas vistas; el famoso y fotogénico Miradouro da Boca do Inferno y el más apartado Miradouro da Cumeeira.

Avistamiento de cetáceos

Una actividad que no podéis perderos es el avistamiento de cetáceos. Las islas Azores son actualmente uno de los mayores santuarios de ballenas en el mundo, debido a sus aguas ricas en nutrientes. Entre especies residentes y migratorias, se avistan aquí 24 tipos diferentes de cetáceos. El número impresiona porque corresponde a un tercio del total de las especies existentes pero no penséis que vais a verlas todas en un día, lo normal es avistar entre 1 y 3 especies en un día bueno. Respecto a las especies que se pueden ver el cachalote es la única ballena residente, mientras el resto están de paso durante la migración.

En nuestra salida al mar, la climatología hizo que las condiciones en el mar fueran malas, por lo que solo pudimos ver delfines moteados del Atlántico, una especie migratoria que acude a las Azores con sus crías a alimentarse. Fue mágico ver decenas de pequeños delfines saltando alrededor de nuestra embarcación. Aunque nos quedamos con las ganas de ver ballenas, la experiencia de cabalgar en la zodiac las olas embravecidas por el temporal fue toda una aventura. ¡Esperemos tener más suerte la próxima vez!

La Caldeira Velha

La Caldeira Velha no se encontraba dentro de los lugares que más ilusión teníamos por conocer, porque pensamos que sería la típica «turistada» artificial, pero al final nos ha reportado una de las experiencias más especiales del viaje. Este Monumento Natural es Reserva de la Biosfera por la gran importancia de su flora y fauna, típicas de los bosques de laurisilva. ¡No os imagináis la ilusión que nos hizo volver a ver tan pronto los árboles helecho que tanto nos gustaron en Nueva Zelanda! Además podéis bañaros en las tres pozas termales de agua ferrosa cuyas temperaturas rondan los 34ºC. Fue muy placentero relajarse en sus cálidas aguas sumergidos en un precioso bosque y escuchando el canto de los pájaros.

Lo peor de Saõ Miguel, Azores

Artificial

La isla nos ha parecido demasiado perfecta. Aunque os pueda resultar raro, así es. La mano del hombre se aprecia demasiado en la modificación de los espacios naturales, y tanta artificialidad, que para nuestro gusto es innecesaria, genera más la sensación de parque de atracciones que de espacio natural. Demasiadas infraestructuras, servicios y naturaleza con horarios de acceso. Y por otro lado está la accesibilidad. Todos los puntos de interés de la isla son accesibles en coche y para nosotros no es lo mismo andar por una vereda a través de un denso bosque de laurisilva para llegar a un precioso lago que hacerlo por una enorme pista por la que circula una continua procesión de vehículos. El paraje es igual de hermoso pero las sensaciones no son comparables. Esto enlaza con el siguiente punto: las rutas de senderismo.

Las rutas de senderismo

Como os podéis imaginar tras leer la introducción las rutas de senderismo nos han decepcionado. Muchas de ellas discurren por anchas pistas despejadas de vegetación que despojan de encanto al camino. Por no hablar de las canalizaciones, estaciones de bombeo, vallas de acceso… Lo cierto es que todo esto nos ha sorprendido mucho, ya que volvimos totalmente enamorados de nuestros 9 días de senderismo en Madeira donde los senderos fueron impresionantes, al igual que en la Portugal continental, donde también hemos disfrutado de preciosas rutas en el Geoparque de Arouca, el Alentejo o en el Algarve. Próximamente publicaremos los posts sobre todos estos destinos.

¿Cuándo ir a Saõ Miguel, Azores?

Saõ Miguel goza de un clima templado todo el año, por lo que cualquier época del año es buena para visitarla. La niebla es muy frecuente en las zonas de mayor altitud durante todo el año, pudiendo dificultar la visibilidad de algunos de los puntos de interés de la isla. Nosotros para tener mayores posibilidades de ver cetáceos os recomendamos ir en primavera, entre abril y junio. Además, las hortensias que los azorianos tienen sembradas en los laterales de las carreteras estarán radiantes en esta época del año.

Itinerario por Saõ Miguel, Azores

Junio 2018

Día 1

Vuelo Lisboa – Ponta Delgada. Volamos con Ryanair y tuvimos retraso por lo que llegamos a las tantas de la madrugada.

Día 2

Comenzamos el día con un relajante baño en la Caldeira Velha, para seguir con la refrescante cascada del Salto do Cabrito. Explorando la zona oeste de la isla nos detuvimos en los interesantes campos y fábrica de té Chá Gorreana, para continuar en el área recreativa de Ribeira dos Caldeirões y los preciosos miradores de Ponta do Sossego y de Ponta da Madrugada. Por la tarde hicimos la ruta de senderismo Salto do Prego PRC9SMI, con chapuzón incluido en la cascada y visita a la bonita aldea de Sanguinho. Después escapamos de las feroces fauces de un cisne salvaje en la Lagoa das Furnas y descendimos a la impresionante Lagoa do Congro. Por la noche cena en el pueblo pesquero de Caloura.

Día 3

Visitas entre la niebla a la Lagoa das Empadadas, la Lagoa do Canario y el Miradouro da Boca do Inferno. Intento fallido de realizar la ruta de la Serra Devassa PRC5SMI (la meteorología nos lo impide). Se despeja algo el cielo y exploramos el tétrico hotel abandonado Monte Palace disfrutando además del cercano Miradouro da Vista do Rei. De camino a Sete Cidades paramos en el Miradouro da Lagoa do Santiago. Comida típica en Mosteiros con visita a sus piscinas naturales y a la espectacular playa de arena negra. Terminamos en las piscinas naturales y los acantilados de Ponta da Ferraria. Riquísima cena en Ponta Delgada. Este día teníamos previsto realizar la ruta de ascenso al Pico da Vara PRC7SMI, pero ante la escasa visibilidad ni nos lo planteamos.

Día 4

Avistamiento de cetáceos y snorkel en la Ilha da Vila Franca do Campo. Volvemos a intentar realizar la ruta Serra Devassa… está vez la niebla nos permitió disfrutar de “algunas vistas” hasta la mitad del recorrido (nos tenemos que dar la vuelta envueltos completamente por la niebla). Ruta en coche rodeando parte de la Caldeira das Sete Cidades PR3SMI con diferentes vistas de los lagos y cráteres secos.

Día 4

Por fin amanece despejado en la increíble Lagoa do Fogo. Sin nadie alrededor bajamos hasta la orilla y recorre mos a pie una parte de la laguna. Después cogemos el coche para recorrer todos los miradores que encontramos por la carretera. A media mañana empezamos la ruta de la Lagoa do Fogo PRC2SMI que termina a la orilla del lago, donde aprovechamos para reponer fuerzas con un buen bocata de jamón, intentando que las gaviotas salvajes no nos saquen los ojos. Aprovechando el sol volvemos al Miradouro da Boca do Inferno para disfrutar por fin de una vista “casi” despejada 🙂 🙂 Vuelo de regreso Ponta Delgada – Lisboa.

Consejos prácticos para viajar a Saõ Miguel, Azores

Cómo combatir la niebla en Azores

Lo normal en cualquier viaje es organizar las visitas en base a la ubicación en la que éstas se encuentren para no tener que perder tiempo yendo de un lado a otro. No es que en este caso no os recomendemos que inicialmente lo hagáis así, sino que tengáis en cuenta que los lugares más espectaculares de la isla (Lagoa do Fogo y Caldeira das Sete Cidades) posiblemente los encontraréis con niebla. Por ello os recomendamos que comprobéis periódicamente las webcams meteorológicas que se encuentran emplazadas en estos lugares y si veis que está despejado aprovechéis ese momento para visitarlos. La isla es pequeñita y tampoco os supondrá un gran desbarajuste. Desde este punto de vista la gran accesibilidad de la isla es una ventaja 😉

Los horarios de la naturaleza

En Saõ Miguel algunos miradores y lagos tienen restringido el acceso en determinados horarios. Tenedlo en cuenta sobre todo en temporada baja, cuando el horario se reduce incluso en los fines de semana.

Tour avistamiento de cetáceos

Contratamos un tour de avistamiento de cetáceos de un día completo que incluía la comida en Vila Franca do Campo y snorkel en la Ilha de Vila Franca do Campo (8:30 h – 17:00 h). Si volviéramos a ir sólo contrataríamos el avistamiento de cetáceos. El acceso a la isla de Vila Franca lo hicimos con el servicio local de transporte, por lo que no merece la pena contratarlo con una empresa. Si vais por libre podéis ir y volver cuando queráis y además podréis comer donde os apetezca. En la misma caseta donde se compran los tickets para el barco alquilan el material de snorkel.

Os recomendamos contratar el avistamiento de cetáceos con una empresa que disponga de biólogos. De esta forma aprenderéis muchas cosas interesantes y os aseguraréis que la actividad se desarrolla con respeto hacia la vida animal. Nosotros contratamos la actividad con la empresa Futurismo y la experiencia nos encantó.

Senderismo en Azores

Para organizar las rutas hemos utilizado la web de Visit Azores, en la que podéis encontrar información, perfiles y descargar tracks para todas las rutas. Si pensáis realizar la ruta de ascenso al Pico da Vara, tened en cuenta que es necesario disponer de un permiso de acceso. Es muy sencillo de gestionar, desde esta misma web podéis solicitarlo, solo hay que rellenar un escueto formulario y al instante, por lo menos en nuestro caso, recibimos un correo electrónico con el permiso.

No es que seamos montañeros experimentados ni mucho menos pero creemos que la clasificación por dificultad de esta web, en general, no se ajusta mucho con lo que os vais a encontrar. Quizás quieran indicar con ello cual es la ruta más difícil de la isla, pero os recomendamos que mejor os guiéis por vuestra experiencia personal y por la información y perfiles de las rutas. Así pues, ¡no os dejéis asustar por las clasificaciones, seguro que podéis con ellas!

Cómo visitar La Caldeira Velha

Si queréis disfrutar de la Caldeira Velha os aconsejamos ir cuando abran para poder relajaros casi en soledad. Es recomendable utilizar un bañador viejo u oscuro pues es posible que se os tiña con el agua ferrosa. La entrada con acceso a baño nos costó 8 € y el horario era de 9:00 h a 21:00 h.

Piscinas naturales en Saõ Miguel

Junto a nuestro hotel había unas piscinas naturales de agua salada bastante protegidas por las rocas de la costa, que nos resultaron muy agradables aún cuando el mar estaba revuelto. Podéis acceder por una calle sin salida junto al Hotel Arcanjo en la localidad de Lagoa.

Gastronomía de las Azores

En cuanto a la gastronomía de la isla, los productos típicos son: la piña; el té; las cazuelas de carne y verdura cocinadas bajo el suelo geotérmico de Furnas; el queso fresco envuelto en hojas de plátano acompañado de pimenta da terra, una pasta de pimientos rojos ligeramente picante; el bolo lêvedo, un bollo de pan que se acompaña con mantequilla, queso o fiambre; las lapas; y por supuesto el pescado. Los dulces más famosos son las Queijadas de Vila Franca do Campo. ¡Está todo buenísimo! 🙂

Para ambientar el viaje a Saõ Miguel, Azores

– Los valientes que se atrevan a entrar en el hotel en ruinas Monte Palace, pueden prepararse con el videojuego “The last of us”.

– Los amantes de la vida animal pueden aprender sobre la fauna con el documental de Nat Geo Wild “Wild Azores: las islas salvajes de Europa”.

Alojamientos en Saõ Miguel, Azores

Hotel Arcanjo, Lagoa. €. Recomendable.

Pasamos cuatro noches en este sencillo y agradable hotel. El personal que nos atendió en recepción fue encantador. Nos permitieron hacer el check-in de madrugada, además sufrimos retraso en el vuelo y nos esperaron sin ningún problema. El desayuno es variado, nos encantó una crema dulce de calabazas para untar. La habitación era amplia, luminosa y muy limpia. La ubicación es idónea para recorrer la isla, muy céntrica. Y además, como ya hemos dicho, tiene unas piscinas naturales prácticamente en la puerta.