

![]() Tipo | ![]() Distancia | ![]() Desnivel | ![]() Esfuerzo | ![]() Técnica |
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Ida y vuelta | 15,2 km | 1.350 m | Moderado | Neveros |
Cuando pensamos en el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido es inevitable que venga a nuestra mente el hermoso valle de Ordesa, aunque este parque alberga otros valles de innegable belleza.
Si nos adentramos en el valle de Pineta, con su perfecta forma de U generada por la erosión glaciar, y remontamos el curso del río Cinca, descubriremos uno de los paisajes más impresionantes de los Pirineos: el Ibón de Marboré.
Este increíble lugar se nos ha hecho de rogar, pues en nuestro anterior viaje al Parque Nacional de Ordesa tuvimos que cancelar el ascenso al lago por fuertes tormentas, pero por fin este año la meteorología nos ha permitido conocerlo.
Desde la localidad aragonesa de Bielsa tomaremos dirección al valle de Pineta. Una vez llegamos al fondo del valle encontraremos un parking donde por 3 € podemos dejar el coche en una verde y amplia explanada.
Comenzamos la ruta junto al río Cinca (1.280 m) siguiendo las señales de Ibón de Marboré, para adentrarnos con una ligera pendiente en un sombrío bosque de hayas y pinos.
Al salir del bosque llegamos a un abrevadero donde aprovechamos para refrescarnos en este caluroso día de verano. El camino continúa de frente con unas fantásticas vistas de las Cascadas del Cinca. Un poco más adelante encontraréis un desvío del camino principal para acercaros a la base de la Gran Cascada del Cinca que cae desde el Balcón de Pineta.
A partir de aquí sólo queda subir y subir por el enorme paredón que cierra el circo de Pineta. Un continuo y agotador zig-zag que parece no tener fin. Para hacer el camino más llevadero nos vamos refrescando en las diferentes cascadas que encontramos a nuestro paso ya que no hay nada de sombra en el camino.
Aunque en este tramo ha desaparecido la señalización vertical del sendero, el camino puede seguirse sin ninguna dificultad por su marcado trazado.
Afrontamos el último tramo de subida, conocido por su morfología como «el embudo», con sus famosas zetas es, sin duda, la parte más dura de la subida.
Sin embargo el esfuerzo ha merecido totalmente la pena. Por fin alcanzamos el balcón de Pineta (2.520 m) desde donde puede apreciarse la perfecta forma de U del valle de Pineta.
A nosotros lo que nos parece realmente de escándalo son las vistas de la cara norte del Monte Perdido, el glaciar del Monte Perdido y el Cilindro de Marboré. Sin palabras.
Un par de kilómetros nos separan del Ibón de Marboré (2.590 m), por una senda que cruza preciosos neveros y que por suerte apenas presenta desnivel. Las vistas durante todo este tramo son brutales… se muestran ante nuestros ojos los picos más espectaculares del parque.
Hemos realizado la ruta a mediados de julio para poder encontrar el lago con hielo, ya que así nos parece aún más impresionante.
Ibón es el término utilizado en lengua aragonesa para nombrar los pequeños lagos de montaña de origen glaciar situados en los Pirineos, generalmente por encima de los 2.000 metros de altitud. En muchos casos, son el origen o nacimiento de los ríos de Aragón.
Nosotros regresamos por el mismo camino realizando la ruta en un día pero podéis optar por hacer vivac en el ibón o dormir en el refugio Tucarroya que se encuentra en el collado frente al lago.
Puedes descubrir más rutas por el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido aquí.
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